La Junta en León anuncia 12.000 euros para restaurar el sistema de aguas de lluvia que ideó Gaudí para Botines
La Junta de Castilla y León, a través de la Dirección General de Patrimonio, realizará las obras de conservación en el Edificio Botines, obra de Antonio Gaudí en la capital leonesa, con una inversión de 11.936,88 euros mediante fondos desconcentrados en la Delegación Territorial de León, anuncia la administración autonómica en una nota de prensa.
Las actuaciones consistirán en la revisión del sistema de evacuación de aguas pluviales del edificio Botines, en las que se limpiará y renovará el sistema ideado por Gaudí consistente en la recogida de aguas pluviales. El nuevo sistema será un sistema mixto de canalones vistos y ocultos, cuyos rebosaderos tienen salida a las gárgolas que recorren el perímetro de las fachadas del inmueble.
Edificio Botines
Situado en la ciudad de León, este edificio declarado monumento histórico el 24 de junio de 1969, se encuentra ubicado en un entorno monumental junto a edificios tan emblemáticos como, el Palacio Renacentista de los Guzmanes y el espléndido edificio de ladrillo de 1920 del Banco de Bilbao, entorno que ha sido protegido en 2005.
La estructura urbanística del entorno de este edificio prácticamente no ha variado desde su construcción, si bien han desaparecido las perspectivas lejanas que Gaudí conoció y justificaban la volumetríainicial.
Edificio de planta cuadrangular trapezoidal, con cuatro torrecillas circulares en las esquinas fue de los primeros que construyó Antonio Gaudí –y junto al Palacio Arzobispal de Astorga en la provincia leonesa y El Capricho en Santander, uno de los tres que realizó fuera de Cataluña–, cuenta con semisótano y planta baja dedicada en su origen a almacenes y tienda de tejidos, y tres plantas, más otra bajo cubierta, destinadas a viviendas y se completa con una cubierta con cuatro vertientes de acusada pendiente.
Pese a las guías turísticas ni es de arquitectura modernista ni neogótica; ya que, como defiende uno de los mayores expertos de este edificio –y del genial arquitecto catalán–, el profesor de Historia del Arte de la Universidad de León César García Álvarez, “es un edificio singular gaudiniano que tiene varias claves ocultas; entre ellas que es la Casa del Dragón”.
