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Las II Rutas Culturales del Cementerio de León homenajean a la minería

Ya está en marcha, con el período de inscripción abierto, la segunda edición de las 'Rutas Culturales en el Cementerio de León', un proyecto con el que el pasado año León se unió a este colectivo de 38 camposantos españoles que muestran, con profundo respeto, su riqueza histórica, cultural y artística.
Dos guías de turismo de León dirigirán de nuevo estos recorridos, que volverán a incluir teatralizaciones, y se realizan entre el 16 y el 20 de octubre, con cuatro turnos cada día y en grupos de 15 a 20 personas. A los pocos días de abrirse el plazo se habían completado ya las casi 500 plazas en total disponible.
El Cementerio de León no es el del Père-Lachaise de París o el protestante de Roma, pero en él se pueden hallar joyas como el imponente panteón que el afamado arquitecto Fernando Arbós realizó en homenaje al hijo fallecido de Secundino Gómez y María Álvarez Carballo, que se desmontó piedra a piedra del antiguo cementerio para ubicarlo en el actual; la tumba de Julio del Campo, con detalles ocultos sobre su vida y creencias; el Panteón de los Hombres Ilustres, donde reposan los restos de Félix Gordón Ordás; la tumba 'El Cristo yaciente', que evoca un descanso sin sufrimiento, y tantas otras tumbas que recuerdan tiempos pasados.
El contenido de la visita será diferente al del año pasado, ya que se han incluido otras tumbas y se ofrecerá una visión diferente de los puntos que se repiten. La novedad de este año estará en un pequeño homenaje al mundo de la minería y su papel en la sociedad y en la historia de León a través de un panteón.
Desde 1928
En la década de 1920 el Ayuntamiento de León estaba madurando la idea de construir un nuevo cementerio. Finalmente, acordó el comienzo de su construcción en 1928, entre los ríos Bernesga y Torío. Los trabajos se encargaron al arquitecto Isidoro Sáinz-Ezquerra y Rozas, que también participó en otros proyectos, como el ensanche de la ciudad. Los trabajos empezaron en 1930 y no solo consistió en la construcción de un nuevo cementerio para la ciudad, sino también en el traslado de los restos del anterior, situado en la carretera Asturias, hasta el actual.
El primer enterramiento del que hay constancia fue el 1 de febrero de 1932. El planteamiento inicial que se hizo del cementeriofue de 47.000 m2, teniendo en cuenta que la población de León en la década de 1920 era de 22.000 habitantes.
Hoy el Cementerio de León cuenta con 110.000 metros cuadrados, aunque no todo el espacio está destinado al servicio fúnebre. El usuario puede encontrar una zona de administración para atender necesidades de consulta, registros, etc., zonas de almacenamiento propios de estos lugares y edificios destinados al personal laboral que realiza las tareas de mantenimiento. El Cementerio cuenta, desde octubre de 2013, con un lugar de recogimiento y meditación en recuerdo de los represaliados por el franquismo.