“Si no hay igualdad todavía entre hombres y mujeres, no hay igualdad por diferente condición sexual”

Bandera arcoíris

Antonio Vega

La celebración se conoce actualmente como 'Orgullo LGBT', al agrupar la defensa de los derechos de lesbianas, gays, bisexuales y transexuales. Pese a que el Ayuntamiento de León ya no iza la bandera del arcoíris en su sede como forma de visualización de la jornada, las reivindicaciones de diversos colectivos sociales acompañados de sindicatos y partidos de izquierda se oirán en un manifiesto reivindicativo.

Beatriz es una leonesa de 30 años y es lesbiana, un hecho conocido abiertamente por todo su entorno. Tiene pareja estable desde hace algún tiempo y se reconoce “feliz” tanto en su plano personal como profesional. Accede a valorar la situación actual de derechos del colectivo pero matizando siempre que desde su opinión personal, ya que no quiere erigirse en portavoz de nadie más que de sí misma.

Si no hay igualdad todavía entre hombres y mujeres, es evidente que no hay igualdad por diferente condición sexual

“Rotundamente no existe” cree Beatriz que es la situación actual sobre la igualdad de derechos para personas con diferente orientación sexual, reconociendo que aunque en el plano legal la situación sí existe falta camino por andar en la sociedad para la normalización completa. Ella recorre el suyo propio, al margen de cualquier estereotipo, creyendo firmemente que la normalización se logra cotidianamente y apuntando algo importante “si no hay igualdad todavía entre hombres y mujeres, es evidente que no hay igualdad por diferente condición sexual”.

Sobre la celebración del 'Orgullo' Beatriz muestra su propia opinión crítica, “no está de más, pero quizás no es esencial”. Ella considera que la actual exposición más festiva que reivindicativa puede tener efectos contraproducentes. No obstante considera que “tenemos mucho que hacer al respecto” sobre la normalización en la sociedad, al poder sentir a veces todavía miradas de sorpresa y alguna de incomodidad, aunque su percepción personal es que se ha avanzado mucho.

Reconoce que en el camino se ha encontrado trabas y que éstas existen, sobre todo quizás para los hombres gays a la hora de formar una familia, pero no considera que la sociedad leonesa sea diferente en cuanto a la situación de los derechos del colectivos LGTB; al menos ella no ha encontrado diferencias con respecto a otras grandes ciudades donde se presupone más libertad y más amplitud de miras.

Sobre las habituales diatribas de los obispos católicos españoles contra el matrimonio homosexual, como las recientes del de Sevilla, Beatriz -confesándose creyente- considera que son una opinión más aunque con quizás más resonancia de la habitual. Considera que la sociedad está por encima de esas consideraciones y que lo fundamental es “respetar el tipo de vida que cada uno elija”.

Entre sus anécdotas vitales Beatriz recuerda (con una sonrisa) una visita al ginecólogo en la que al contarle que sólo había mantenido relaciones sexuales con mujeres éste mostró su sorpresa y le respondió que quizás debería probar con hombres.

Beatriz deja una reflexión sobre la igualdad, al mostrarse convencida de que en el momento de que los heterosexuales defiendan los derechos de los gays, lesbianas, bisexuales y transexuales de forma cotidiana se habrá alcanzado la normalidad plena. ¿Ese momento ha llegado? le preguntamos. “De momento, no”.

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