Guerra eléctrica: una compañía a la que tumbaron una macroplanta renovable en León alega contra el proyecto de otra

El proyectado y rechazado parque eólico Abano en León versus una macroplanta solar.

Redacción ILEÓN

Hace años que el pujante sector de las energías renovables ha puesto su diana preferencial en provincias como la de León, con una inmensa extensión de terreno, aquejada por la despoblación de su mundo rural y unas condiciones meteorológicas y orográficas muy suculentas. De ahí la masiva proliferación de proyectos tanto ara el desarrollo de macroplantas de energía eólica como fotovoltaica, algunas de dimensiones que asustan.

Para hacerse una idea de la proliferación de intentos de diferentes empresas, desde multinacionales y de capital extranjero a compañías más vinculadas al territorio, basta recordar que únicamente en manos de la Junta de Castilla y León la Consejería de Medio Ambiente ha llegado a tramitar en estos últimos años un total de 64 proyectos diferentes entre ambos tipos de producción renovable en distintas comarcas de la provincia de León.

Todos ellos, al quedar en manos de decisión autonómica significa que se trata de plantas de renovables inferiores a 50 megavatios de potencia, dado que aquellas que superan esta cifra de generación de energía la competencia para sus trámites y aprobación o rechazo ya depende del Gobierno central.

De momento, hace más de un año que trascendió que dentro del plazo marcado la Junta había autorizado desde el punto de vista medioambiental dos de cada tres macroparques solicitados. Más en detalle aún, según la estadística oficial autonómica los proyectos eólicos fueron siete y todos ellos salieron adelante, mientras los fotovoltaicos sumaron 29 y de ellos 21 no obtuvieron finalmente el beneplácito ambiental de la Junta.

Esta misma estadística fue imposible de conseguir ante la negativa formal del Gobierno de facilitar este mismo tipo de información. Sin embargo las diferentes tramitaciones de competencia estatal han permitido ir viendo que no pocos de los macroproyectos demás de 50 MW impulsados en León provincia no han pasado el corte ambiental, entre otros. Y sobre todo en el caso de las instalaciones de torres de energía eólica.

Este panorama ha generado una cierta tensión entre las diferentes compañías promotoras hasta el punto de provocar reacciones algo insólitas, como por ejemplo el hecho de que una empresa eléctrica de renovables alegue contra las autorizaciones que la administración le concede a otra, incluso a pesar de que no se trate de macroparques que se planearan en la misma zona, de modo que hubiera una real competencia territorial.

Uno de esos casos llamativos se ha producido en la reciente aprobación por parte del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico a favor de Naturgy respecto a su intención de construir dos macroparques en el municipio leonés de Cuadros, que contempla la instalación de un total de 646.000 placas solares.

Tras el 'no' a Abano, un macroparque eólico

En el trámite de audiencia emprendido después de reducir bastante sus dimensiones iniciales por los condicionantes medioambientales de los parques Los Corrales y La Pradera, otra empresa promotora de mucho peso, Green Capital Develoment I, presentó una alegación sorprendente, “manifestando su disconformidad” tanto con el parque solar de La Pradera como para el de Los Corrales, según reza textualmente en la publicación del Boletín Oficial del Estado (BOE) que concede la definitiva autorización administrativa previa y de construcción. La situación tomaba visos de una especie de 'guerra eléctrica' de unas compañías contra otras en la misma provincia, aunque no fuera ni siquiera en el mismo municipio o comarca.

El Ministerio, en este trámite, recordaba que Green Capital había visto como se desechaba su proyecto de macroparque eólico llamado Abano en febrero de este año, por la posibilidad en su caso de que provocara “impactos negativos significativos sobre el medio ambiente” sin que las medidas correctoras planteadas resultaran suficientes para evitarlos.

Se trataba de una gran planta de palas eólicas que hubiera afectado a los municipios de la montaña de León de La Pola de Gordón, Matallana de Torío, Vegacervera y Valdepiélago, con 24 aerogeneradores que habían despertado una fuerte oposición social en la zona. A pesar de que su pretensión estaba geográficamente muy alejada de Cuadros, parece que Green Capital pretendía impedir que Naturgy Renovables se saliera con la suya en sus proyectadas plantas solar.

Ante esta pretensión, el BOE recoge en Naturgy “ha emitido reparos” a la postura de su rival en el sector. Y el Ministerio le acabó dando la razón, recordando que en el caso del parque eólico Abano de 76,5 MW de potencia instalada, y de su infraestructura de evacuación, no sólo se había decidido su rechazo ambiental sino que incluso ya se ha “acordando el archivo del expediente PEol-303”. Eso quiere decir que Green Capital no se salió con la suya de torpedear el proyecto que ni siquiera era rival suyo, pero el intento se antoja bastante inédito.

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