El desfile de Carnaval desafía a la lluvia y pinta de color las calles de Ponferrada
El gran desfile de Carnaval de Ponferrada plantó cara a la amenaza de lluvia que durante todo el día planeó sobre las calles de la ciudad. Las charangas inundaron el recorrido de color y fantasía con originales disfraces de animales, golosinas o cartas de póker. Al finalizar el desfile, en la zona de aparcamiento del albergue de peregrinos, se celebró el tradicional entierro de la sardina, con la entrega de un 'bollos preñao' a los asistentes.
Pese a que ya en el día de ayer, el Patronato Municipal de Fiestas decidió adelantar media hora los actos para evitar que la lluvia desluciera el desfile, los más de 5.000 euros a repartir en premios motivaron la participación de un gran número de peñas en el concurso del desfile. Los diferentes grupos competían en aspectos como la originalidad del vestuario, su colorido y vistosidad, la coordinación del grupo, la ambientación o la capacidad crítica de cada colectivo.
Los actos se cerraron con el entierro de la sardina, en el que colaboraron los colegios de Flores del Sil y La Asunción, junto con la guardería Santa Mónica. Ellos fueron los encargados de elaborar la sardina de dos metros y medio de altura que se usó en el acto, al que no faltaron las tradicionales plañideras.
