La ceremonia de 'Las Cabezadas' se salda, por enésima vez, con empate sobre el 'foro u oferta'
La casi milenaria discusión entre el Ayuntamiento de León y el Cabildo de San Isidoro sobre un presente que la ciudad entrega al santo con motivo de un milagro -“la lluvia cayó con abundancia sobre los campos de León y su alfoz”- ha terminado en empate técnico y cada parte segura de sus argumentos sin conceder ni un metro al otro sobre ellos.
Este último domingo de abril se ha celebrado la ceremonia de Las Cabezadas -que reciben este nombre por las exageradas genuflexiones que realizan los concejales al irse- para intentar averiguar si algún año de estos Iglesia y Ayuntamiento se ponen de acuerdo. Una vistoria ceremonia en a la que ha acudido buena parte de la corporación municipal con su alcalde, Emilio Gutiérrez, a la cabeza, además de numerosas 'autoridades' civiles, militares, eclesiásticas y militares.
Por parte municipal ha sido el portavoz y concejal de Deportes, José María López Benito, el que ha repasado la historia del hecho milagroso, acaecido en 1158, por el que la ciudad agradece el milagro a San Isidoro con un cirio de una arroba y dos hachones “de buena cera” de forma voluntaria (oferta) cada año. Por parte del Cabildo Isidoriano ha sido su abad, Francisco Llamazares, el que ha argumentado que la ciudad tiene la obligación (foro) de agradecer al santo su interseción en este y otros milagros.
En el claustro de la Colegiata, con sol pero frío y menos público que otros años, debatieron ambos contendientes sobre la historia y los hechos, y quién tiene más razón en la eterna disputa. López Benito aludió en su intervención a que no hay documentos que muestren que León tiene la obligación de entregar la ofrenda, a lo que Llamazares respondió invitándole a consultar los documentos que quisiera en poder de la Basílica para aseverar tal afirmación. El munícipe ha asegurado que es el Cabildo el que tiene que demostrar la obligación y no la ciudad.
No ha obviado en su discurso López Benito que San Isidoro es parte fundamental de 'León, cuna del parlamentarismo', ya que acogió las Cortes de 1188, recordando que en los documentos de ese histórico hecho no se recoge la obligación de la ofrensa, pese a ocurrir apenas 30 años después del 'milagro' de San Isidoro. También en su argumentaria ha aludido a los misterios que acoge la Basílica, como el famoso 'Santo Grial' del cáliz de Doña Urraca. Para el concejal un hecho misterioso es porque durante todo el año el Cabildo agradece a la ciudad las obras y mejoras en la misma pero cuando llega esta fecha se olvidan de ello y reclaman la obligación de la ofrenda.
El abad Llamazares ha recordado al munícipe que se sienten obligados a dar gracias por lo que la ciudad hace en San Isidoro y ha pedido al pueblo de León que esa misma obligación la sienta por los milagros de San Isidoro representados en la oferta que este domingo se ha llevado a cabo.
Fuera ya del protocolo de la discusión el portavoz municipal ha regalado al abad un cinto de lucha leonesa con su nombre como recuerdo de la batalla dialéctica, “no agarrados al cinto pero si agarrados al micrófono”. El abad ha cuestionado si igual le venía mejor a él para “meter al corregidor en cintura” aunque ha aceptado gustoso el presente.
Y con el secretario de cada institución levantando acta con los argumentos ha tenido lugar la tradicional misa y la despedida de la corporación municipal, dando las tradicionales 'cabezadas'.
