El CEL se suma a las críticas de los hosteleros contra la Ley Antitabaco
Transcurrido más de un mes desde la implantación en España de la Ley Antitabaco, el balance de los efectos provocados en el sector de la hostelería está
siendo negativo para la mayor parte de establecimientos. El Círculo Empresarial Leonés, respetando y acatando la conveniencia de esta normativa, considera que no ha sido el mejor momento para su aplicación porque coincide con una etapa de crisis económica sin precedentes y comienza en unos meses, enero y febrero, ya de por sí muy flojos para el sector de la hostelería.
Respecto a la asamblea de la Asociación de Empresarios Hosteleros celebrada el pasado lunes y a las medidas acordadas por los que participaron, el CEL, a través del vocal de Hostelería y empresario del sector, Julio Álvarez, coincide en señalar el descenso de ventas como una de las mayores preocupaciones de los profesionales del sector, cifrado en alrededor de un 20%, aunque matiza que las posibles movilizaciones o cierre de establecimientos no afectarían a todos por igual por los diferentes horarios que manejan y la disparidad en la tipología de locales, y por otro lado, “porque existe un creciente número de bares, cafeterías y otros establecimientos que no se podrían permitir el cierre de dos horas para protestar por esta Ley ya que sus negocios están al límite”.
Por otro lado, el CEL quiere incidir en un aspecto menos valorado como es el problema de ruido que se generará durante la época de buen tiempo en las
calles y zonas con gran número de establecimientos nocturnos de ocio. El vocal de Hostelería del CEL señala que probablemente haya protestas vecinales respecto al ruido y alboroto que se producirá cuando los fumadores salgan a la calle con sus consumiciones, “algo de lo que no seremos responsables porque nuestros locales están insonorizados, como manda la ley”, y previene a las autoridades que deberían ser conscientes y estar alerta sobre este nuevo problema que se avecina.
Para Julio Álvarez la Ley Antitabaco está obligando a modificar algunas conductas del consumidor, por ejemplo, la de planificar mucho sus salidas y no dejar a la improvisación sus comidas, cenas y ocio nocturno. “Estamos apreciando un descenso notable del número de reservas y esas mesas que no se reservan ya no se ocupan porque el cliente se organiza cada vez más y administra su presupuesto a la baja con el correspondiente efecto negativo en nuestra cuenta de resultados a final de mes”. A pesar de ello, también reconoce que en un plazo razonable de uno o dos años, el sector se estabilizará y los efectos de esta Ley ya no tendrán mayor incidencia en las ventas de la hostelería.
