Las carreteras de Castilla y León se han cobrado en lo que va de año 135 muertos, 27 más que en 2014

J.L.Robledo/ Ical

El número de fallecidos en accidentes de tráfico en las carreteras de Castilla y León se ha incrementado en los once primeros meses del año un 25 por ciento, hasta alcanzar las 135 víctimas mortales, 27 más que las 108 registradas en el mismo periodo del pasado año. Esta subida contrasta con la estabilidad registrada en el conjunto de España, donde en este periodo perdieron la vida 1.040 personas, dos menos que hace un año.

Castilla y León, según datos provisionales de la DGT, fue la cuarta comunidad donde porcentualmente más se incrementó la siniestralidad, sólo por detrás del País Vasco, donde se pasó de 20 a 39 fallecidos (95 por ciento); La Rioja, donde las víctimas mortales se incrementaron de 8 a 14 (75 por ciento) y de Cataluña, con un 26,8 por ciento. Por el contrario, los descensos los encabezó Murcia (-45 por ciento), por delante de Navarra (-39,4 por ciento), Andalucía (-15,9 por ciento ) y Aragón (-15,5 por ciento).

En términos absolutos, Cataluña se sitúa a la cabeza con 153 fallecidos, por delante de Andalucía (153) y Castilla y León (135). A mucha distancia se encuentran Valencia (89), Galicia (84), Madrid (54) y Aragón (49).

Teniendo en cuenta sólo los accidentes mortales, en la Comunidad se contabilizaron 109, un 17,2 por ciento más que en 2014, mientras que en el conjunto de España se registraron 939, un 4,4 por ciento más.

Desde las asociaciones de automovilistas se coincide en señalar que no hay una única causa que esté detrás de este incremento de la siniestralidad, dado que el factor humano continúa siendo el principal componente. De todas formas, el envejecimiento del parque móvil, que en Castilla y León se sitúa en una media de 12,4 años de antigüedad, frente a los 11,4 años del conjunto de España, es una de las razones que se apunta. De hecho, desde el año 2007 la edad media de los coches de Castilla y León ha envejecido casi tres años y medio.

Pero la crisis, además de obligar a estirar la vida útil de los coches, también está provocando un descuido en el mantenimiento que, principalmente, está afecta a uno elemento básico de seguridad como son los neumáticos. En este sentido, el jefe de Seguridad Vial y Movilidad del RACE, Jorge Castellanos, apuntó que en España hay un millón de vehículos circulando con los neumáticos en mal estado. Además, Castellanos también argumentó a los accidentes que provocan los animales salvajes como uno de los elementos diferenciadores de la siniestralidad en Castilla y León.

Por su parte, el presidente de Automovilistas Europeos Asociados (AEA), Mario Arnaldo también indicó que otro factor que hay que tener en cuenta es el recorte de la inversión en conservación de las carreteras, en especial de las secundarias, donde las partidas se han reducido una media del 30 por ciento.

“Un parque móvil envejecido y mal cuidado, unido a la falta de inversión en conservación configuran un cóctel explosivo, aunque desde la administración se nos intente convencer de que el incremento del tráfico que está provocando la recuperación de la crisis sea el principal factor del incremento de la siniestralidad, sentenció Arnaldo.

El siniestro de tráfico más grave en lo que va de año ocurrió el 25 de febrero en Ávila, donde el choque frontal de dos turismos en una curva de la N-403, a la altura de El Tiemblo, provocó cinco muertos y un herido grave. También dramático fue el accidente ocurrido el 2 de julio en la carretera que une Cigales con Valladolid, cuando en una recta colisionaron frontalmente una motocicleta y un turismo, con el resultado de cuatro fallecidos, los dos jóvenes que viajaban en la moto, ambos de 34 años residentes en Cigales y recién casados, así como el matrimonio de avanzada edad que se desplazaban en el coche.

Muelas de Pan

En este triste balance, Zamora ha sido una de las provincia peor paradas. El 1 de agosto tres menores de edad murieron en un accidente registrado en la N-122, en Muelas de Pan, al colisionar de forma lateral un camión cargado de neumáticos y un monovolumen. Además, el padre de los tres pequeños fallecidos resultó herido, así como otra niña de 13 años que también viajaba en el turismo.

Siete meses antes de este siniestro, concretamente el 3 enero, y a un kilómetro de distancia, la tragedia volvió a visitar a esta localidad zamorana. Entonces, cuatro personas perdieron la vida tras un choque frontal de dos turismo y otras cuatro resultaron heridas.

Otros accidentes graves en lo que va de año se registraron en la N-234, a la altura de la localidad soriana de Casarejos, donde el 10 de octubre colisionaron un camión y un turismo con el saldo de tres fallecidos, y el mismo número de víctimas mortales se contabilizaron en un siniestro ocurrido el 9 de agosto en la A-66, en Morzarbez (Salamanca), donde la colisión por alcance de una furgoneta con remolque y un monovolumen provocó la muerte de tres mujeres de nacionalidad marroquí. Por último, tres ciudadanos portugueses fallecieron el 8 de mayo en la AP-1 cuando la furgoneta en la que viajaban se salió de la vía y volcó, tras cruzar la mediana, dentro del término municipal del municipio burgalés de Quintanapalla.

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