La Bañeza tala un cedro sano de unos 50 años y 15 metros por “seguridad e imagen”

Talan en La Bañeza la conífera de la plaza de la iglesia del Salvador.

Muchos vecinos sostienen que el motivo es estético, pero ¿hasta dónde un árbol puede romper la ornamentación de un lugar? Una pregunta controvertida que este viernes ha desatado muchas críticas entre los habitantes de La Bañeza hacia su Ayuntamiento, que este viernes ha tomado la decisión de talar el cedro de la Plaza del Salvador “por cuestiones de seguridad e imagen”.

“Al párroco Sr. Cabero le molestaba el árbol porque tapaba la torre. Este señor, se estaba haciendo fotos como si el árbol fuese un elefante derribado en una cacería”, ha sentenciado indignado un vecino, con un argumento que también ha sido defendido por el Consistorio: “el ejemplar actualmente tapa parte de la fachada de la Iglesia del Salvador, arquitectura que se intenta resaltar”, detallaba el Ayuntamiento en nota de prensa.

Motivos estéticos y de seguridad por las obras del entorno

Otros de los motivos detallados, según un estudio que el Ayuntamiento ha realizado, aunque no ha especificado con qué empresa, han sido que “no es un árbol de especial valor cultural para La Bañeza”, ya que el “cedrus deodara, es un árbol de jardinería de Asia, habitual en parques y jardines, y su crecimiento es relativamente rápido para ser una conífera”, encontrándose además en la mitad de la envergadura que podría alcanzar, y “no es un árbol centenario, se calcula que tiene entre 40 y 50 años”. Además, según fuentes municipales, “la obra circundante debilitaría las raíces superficiales y, por lo tanto, la sujeción del árbol al suelo y la pervivencia del mismo, con mucha probabilidad dejaría de ser un árbol seguro para las personas”. Más explicaciones son que “este ejemplar es probable que tenga las raíces asimétricas debido al talud, lo cual aumenta más la probabilidad de su posible caída”, y que “actualmente tapa parte de la fachada de la Iglesia del Salvador, arquitectura que se intenta resaltar”.

El Ayuntamiento niega el trasplante del árbol de 50 años

En cuanto a por qué se desaconseja el trasplante, el Ayuntamiento ha declarado que el tamaño del árbol y la especie, hace que la probabilidad de supervivencia sea baja, que se necesitaría más de un año de trabajos preparatorios para la construcción del cepellón y que los costes serían altos y no garantizarían en ningún caso, la supervivencia del árbol.

La tala se ha realizado en secciones debido a las dimensiones del árbol, de unos 15 metros de altura, y a la proximidad de las viviendas colindantes.

¿Qué pasará con la madera?

En relación a la madera obtenida con la tala, de propiedad municipal, el Ayuntamiento de La Bañeza no ha decidió qué sucederá. “Se van a hacer maderos de dos metros y medio, y si alguien la quiere comprar, se la venderán, porque en principio les han dicho que no es una madera buena, ni que interese mucho”, han declarado fuentes municipales a este periódico.

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