El Ayuntamiento de León aprueba congelar por 10 años todos los sueldos políticos

Minuto de silencio en el Pleno celebrado en el Ayuntamiento de León.

Carlos J. Domínguez

“Demagogia”, “oportunismo”, “electoralismo” y sobre todo “populismo” fueron las palabras más repetidas, más bien arrojadas como críticas cruzadas, por todos los partidos políticos representados en el Ayuntamiento de León. Ocurría este jueves en el transcurso del debate en el Pleno de un punto que finalmente salió adelante sin votos en contra y en virtud del cual se aprobó la congelación de todos los sueldos políticos municipales sin excepción por espacio de los próximos 10 años.

De este modo, si nadie revoca este acuerdo de hoy -cosa que en realidad puede ocurrir en cualquier momento-, se supone que en la próxima década, hasta el año 2032, quedarán intactas y sin aumento alguno las cantidades que cobran los concejales y concejalas del Consistorio leonés. Una medida que afectaría tanto a los que cuenten con dedicación exclusiva total o parcial como a quienes no dispongan de ella y perciban dietas por asistencia a plenos, comisiones o reuniones delegadas.

Esta llamativa iniciativa ya había sido planteada de viva voz y por sorpresa por el alcalde del PSOE, José Antonio Diez, en la sesión plenaria del pasado 10 de noviembre, después de retirar una propuesta que entonces había defendido su equipo de Gobierno para proceder a un segundo aumento salarial este año, que se cuantificaba en otro 1,5% de incremento, el mismo que para el resto del personal municipal.

La oposición entonces planteó una iniciativa contraria para tumbar esa subida, que Diez retiró al comprobar que fracasaría, lo que provocó un enfado muy evidente. Fruto del mismo, nació el planteamiento de congelar todos los sueldos políticos que hoy, por fin, se ha materializado y que ningún concejal ha votado en contra. De hecho, a los votos socialistas se han unido a favor los de Unión del Pueblo Leonés (UPL) y Ciudadanos, hasta sumar 17, mientras el Partido Popular y el concejal tránsfuga de Podemos que cogobierna con el PSOE han optado por la abstención.

“Aires de revancha”

Pero esa aprobación no ocultó el duro cruce de reproches políticos en la sesión. El portavoz socialista, Vicente Canuria, fue el encargado de justificar la actual congelación para “desterrar este debate durante un amplio espacio de tiempo” de una década, visto el fracaso al que abocaron su anterior medida de incrementos que consistía en “ajustarse al resto de la plantilla” municipal y teniendo en cuenta que “históricamente siempre se ha aprobado” que esos incrementos vayan a la par. Recordó, además, que algunos concejales que vetaron en el Ayuntamiento esa última subida la han apoyado, en cambio, en otras instituciones públicas de las que también cobran.

Las críticas al bloqueo de la oposición fueron rebatidas por el portavoz del PP, Fernando Salguero, que lamentó los “aires de revancha” en la medida antes de desviar en parte el debate hacia lo que costarán a los leoneses las “medidas de externalización, de privatización, de algunos servicios” públicos que a su juicio comprometerán en exceso a quien gobierne después de las elecciones del próximo mes de mayo. Sólo coincidió Salguero con el equipo de Gobierno del PSOE que una medida tan “extraordinariamente populista” en realidad “denigra, diría que prostituye, la dedicación política municipal”, que Canuria había llamado a no demonizar.

Silencio de UPL antes del voto a favor

Mientras UPL rehuía el debate, sin llegar a pronunciarse en modo alguno antes de votar a favor, por Ciudadanos Luis Merino, lamentó que el debate de lo que tildó de “medidas demagógicas” salariales tape a lo que a su juicio es más importante para los vecinos de León, como son unos presupuestos para 2023 que ni se han presentado ni debatido ni aprobado, al no contar el PSOE con la mayoría suficiente.

Y el tránsfuga Pastrana manifestó voluntariamente querer mantenerse “al margen” de los matices “extremadamente electoralistas” de la medida, recordando, eso sí, que él ha donado “a las arcas municipales” un porcentaje de su sueldo durante seis meses en 2020 por la crisis de la pandemia.

Finalmente, el propio alcalde, impulsor de la medida después de fracasar el intento inicial de la segunda subida del año, se ciñó a la “falta de coherencia” de los demás grupos, a algunos de los cuales tildó de “cobardes” por no votar en contra a pesar de estarlo. Y por su parte, aseguró que, aunque el acuerdo de hoy “lo puede levantar cualquiera” y en cualquier momento, porque se trata de un simple retrato político puntual, “mientras yo esté en el Grupo socialista no lo tocaremos en diez años”.

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