“La autoridad minera prohibió entrar al post-taller después del accidente” en la Vasco en el que murieron seis mineros

El juzgado de lo Penal número 2 de León acoge el juicio por la muerte de seis mineros en la Hullera Vasco-Leonesa en octubre de 2013.

E.F.G. / Agencia ICAL

El juicio por la muerte de seis mineros en la Hullera Vasco-Leonesa el 28 de octubre de 2013 que se desarrolla en León inició hoy su sexta semana y contó con la declaración de un delegado de la Unión Sindical Obrera (USO), que señaló que tras el siniestro se pidió a la autoridad minera que se visitase la zona afectada, cosa que no se hizo. A su entender, no se actuó de forma correcta porque ese acceso hubiera contribuido a esclarecer lo ocurrido. 

“La rampa estaba intacta. Los postes recebados, igualita que la vi días antes. No se había movido una pila. Lo lógico era mirar el post-taller; había que mirar el post-taller y la autoridad minera prohibió entrar. Se lo comentamos al actuario minero que había que hacerlo”, manifestó Miguel Sánchez, también miembro del comité de empresa, del comité de centro del Pozo Emilio y de la parte social del comité de seguridad.

De hecho, la parte social del comité de seguridad se negó a firmar el informe que presentó la parte empresarial, por considerar que no tenían datos suficientes “por no ser expertos para saber lo que había pasado allí”. “Sin saber lo que había pasado en el post-taller no podíamos decir las causas. No nos veíamos capaces de hacer un informe sin haberlo visto”, señaló.

En el mismo sentido se pronunció el electromecánico y delegado sindical de USO, Manuel Alcalde, que también estuvo en lugar del suceso días antes como miembro del comité de seguridad y con posterioridad, encontrando la zona “intacta”. “Sin inspeccionar y ver y saber lo que tienes en el post-taller... no es algo objetivo y Minas prohibió la entrada sin saber lo que había en el post-taller”.

Sánchez también aludió a la relación de los representantes de los trabajadores -la parte social- con los responsables de Minas de la administración autonómica. “Cuando venían a nosotros no nos avisaban. Por muchas visitas que hayan hecho, con nosotros no contaba mucho Minas”, señaló y añadió que “te recibían, pero nada más. Nos podíamos dirigir a ellos, pero no nos hacían caso”. 

Ambos apuntaron, preguntados al respecto, que no les constaban quejas sobre la situación de seguridad del taller en el que se produjo la invasión masiva de grisú que acabó con la vida de los seis mineros. 

En la sesión de este lunes también prestó declaración, Carlos Aguayo, vigilante en el servicio de control ambiental, que realizaba las mediciones que posteriormente valoraban los técnicos y que visitó la zona del accidente días después de lo ocurrido. “El taller estaba perfecto. Porque sabía que había habido un accidente, si no…”, comentó sobre el aspecto que presentaba. 

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