La amenaza de dimisión del alcalde de San Justo evitó la 'venta' del vertedero leonés
Saltaron chispas ayer en el PP a costa de una maniobra de 'venta' de la voluntad del Ayuntamiento de San Justo de la Vega a cambio de 25.000 euros por permitir el tránsito de los miles camiones que están llevando las 500.000 toneladas de basura desde la finca de Santa María del Páramo al vertedero provincial, ubicado en este municipio. Una maniobra que estuvo en un tris de que el alcalde de San Justo, Avelino Vázquez, presentara hoy su dimisión indignada e irrevocable, porque la misma se fraguó por parte de sus propios concejales del PP a sus espaldas, aprovechando que estaba de vacaciones a más de 800 kilómetros.
La asamblea general que se celebraba por la tarde contenía un punto enigmático, el número 8. “Aprobación de convenio de colaboración entre el Ayuntamiento de San Justo de la Vega, el consorcio provincial para la gestión de los residuos sólidos urganos de León (Gersul) y la UTE Legio VII”. Era una bomba de relojería.
Desde que a finales de la pasada semana se dio traslado a todos los miembros de la asamblea del consorcio, a todos escamó que mientras las comarcas limítrofes al vertedero están batallando legalmente para impedir lo que consideran una ilegalidad peligrosa para el medio ambiente y la salud de los pueblos del entorno, San Justo de la Vega cerrara un acuerdo que nadie conocía muy bien. Ni siquiera Avelino Vázquez, que disfrutaba de la playa.
Gracias a otro punto de esa reunión, el referido a una modificación de crédito del consorcio Gersul, se podía comprobar que ese “convenio de colaboración” supondría que el Ayuntamiento cobraría 25.000 euros. A cambio, daba apoyo implícito a que los cientos de miles de basura de León y su alfoz que llevan once años contaminando el Páramo pueda hacerlo a partir de ahora en el CTR de San Román de la Vega.
Cuando el regidor, más hastiado que enfadado, se enteró de la jugarreta no dudó en culpar a sus propios ediles del PP en el Ayuntamiento. Interrumpió su retiro otoñal y se plantó en menos de 24 horas en su pueblo, exigiendo explicaciones. Y empleó el fin de semana en transmitir a su partido, el PP, y quien quisiera oirlo que si se materializaba 'el chantaje' pactado, hoy miércoles iban buscando a otro alcalde, porque él tiraba la toalla.
Y claro, la amenaza del siempre tranquilo Vázquez desactivó la operación. El punto 8, el convenio maldito, fue retirado del orden del día. Hoy miércoles, como a diario, siguen llegando a San Justo unas 6.000 toneladas de basura putrefacta y sin tratar. Y aquí paz, y después gloria.
