Las agricultores denuncian la apatía del sector ante las ayudas para la compra de tractores

Ical

Casi cinco meses después de la entrada en vigor del Plan Pima Tierra, iniciativa del Gobierno para incentivar la compra de tractores y en la que se establecen ayudas de hasta 9.000 euros por vehículo, las organizaciones agrarias de la Comunidad denuncian la apatía del sector ante un plan que, en su opinión, no servirá para recuperar la caída de ventas provocada por la crisis.

Desde la entrada en vigor a principios del pasado mes de marzo y hasta mediados de julio, el Ministerio de Agricultura ha recibido 87 solicitudes en la Comunidad para acogerse a estas ayudas, lo que supone un montante de más de 580.000 euros. La cuantía media de la subvención supera los 6.700 euros y se destina a un tractor tipo que ronda los 148 caballos.

Por provincias, Burgos se sitúa a la cabeza en cuanto al número de solicitudes, con 15, por delante de Valladolid, con 13, y Palencia, Salamanca y Soria, con 11. En Ávila, León y Segovia se tramitaron seis solicitudes, en cada caso, y ocho, en Zamora.

Estas 87 peticiones están lejos de paliar la caída de la venta de tractores nuevos en Castilla y Léon, que se ha reducido más de un 38 por ciento desde el inicio de la crisis. De los más de 2.000 tractores que se vendían de media en los años previos a la recesión, se ha pasado a poco más de 1.300 entre 2009 y 2013. Así, mientras en 2007 fueron 2.140 las unidades adquiridas por los agricultores de la Comunidad, el pasado año fueron 1.319, cifra que en 2012 bajó hata 1.293.

A nivel nacional, la caída fue once puntos mayor, hasta el 47,1 por ciento, dado que de las 16.776 unidades vendidas de 2007 se pasó a las 8.859 del pasado año, según los datos recogidos por el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, en función de los Registros Oficiales de Maquinaria Agrículo (ROMA)

Por provincias, Burgos, con 213 tractores nuevos, encabezó las compras, por delante de León (195), Valladolid (192) y Palencia (176). En el lado contrario se situó Soria, con 69 unidades nuevas, seguida de Ávila, con 82. En la provincia de Zamora se vendieron 142 tractores nuevos; en Salamanca, 126, y en Segovia, dos menos, 124.

Por su parte, la venta de cosechadoras de cereales descendió una media del 14 por ciento, y mientras en 2007 se cerraron 142 operaciones, el pasado año fueron 123 y en 2012 se vendieron 140. A nivel nacional este comportamiento fue mejor y las ventas se mantienen estables, dado que en 2007 se alcanzaron las 385 máquinas, mientras que en el pasado año fueron 361.

Críticas

El más crítico de los dirigentes agrarios es el secretario general de UPA, Julio López, que asegura que la prioridad de este plan de ayudas no es el agricultor y sí las empresas de maquinaria. “Al final la ayuda del M;inisterio es similar a la que te puede dar un concesionario normal, por lo que creo que no tendrá apenas repercursión”.

López también asegura que la mejor manera de que la maquinaria del sector se modernice es que las administraciones cumplan sus compromisos y “abonen en tiempo y forma las ayudas de incorporación a los jóvenes y las de mejora de explotaciones”.

El secretario de UPA también realiza autocrítica y afirma que en los años de bonanza el sector invirtió “con demasiada alegría” en tractores de mucha potencia y no ajustados a las necesidades reales de las explotaciones“.

Mientras tanto, el presidente regional de Asaja, Donaciano Dujo, coincide con López en que el plan “no está teniendo mucho interés en el sector” y explica que estas ayudas no son tan efectivas como en el caso de los automóviles. “Teniendo en cuenta que la vida útil de un tractor es muy larga, el agricultor, aunque compre un tractor de mayor potencia, siempre prefiere quedarse con el más pequeños para realizar los trabajos más livianos”, argumenta Dujo.

El presidente de Asaja también indica que, “aunque cualquier apoyo al sector es positivo”, se deberían mejorar las condiciones de este plan de ayudas para que fuera más atractivo, y resalta que es fundamental se prioricen las ayudas a la modernización dirigidas a los profesionales del sector.

En la misma línea se pronuncia el coordinador regional de la Unión de Campesinos de Castilla y León, Jesús Manuel González Palacín, que reclamaba mejores incentivos para este plan, pero que ponía el acento en la necesidad de saldar las deudas de las ayudas a la modernización y la incorporación de las últimas convocatorias.

Ayudas

La cuantía base de la ayuda que se establece en el Plan Pima Tierra es de 70 euros por unidad de potencia (CV) de cada uno de los tractores achatarrados y sin superar los 7.000 euros. Además, el tractor achatarrado debe estar en condiciones de uso y no de abandono, con la ficha de inspección técnica de vehículos en vigor, o con una inspeccción cuyo único defecto sea “estructura de protección no homologada”.

Al mismo tiempo, la normativa recoge como complemento a la cuantía base de la ayuda, si el nuevo tractor está clasificado como A o B de acuerdo con su eficiencia energética, se establecen las cuantías de 2.000 euros (clase A) y 1.000 euros (clase B). El límite máximo de la ayuda, cuantía base más complemento, no superará 9.000 euros.

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