Valencia de Don Juan, la fortaleza del sur de León que combina cultura, naturaleza y diversión

Castillo de Valencia de Don Juan

Antonio Vega

En la provincia de León uno de los sinónimos de verano es Valencia de Don Juan, que evoca buen tiempo, fiesta y buen comer y mejor beber. Y es todo eso y, afortunadamente, mucho más. Más allá de tópicos típicos la ciudad reina en el sur de León uniendo las comarcas de la vega del Esla y los Oteros, e imponiendo un paisaje de los que permanecen en la retina gracias a su imponente Castillo, la joya de la localidad. Pero su oferta cultural y deportiva va mucho más allá de la fama de sus piscinas, que trasciende las fronteras provinciales, y que merece un recorrido con tiempo ilimitado.

El Castillo de Valencia de Don Juan es la visita obligada si o si cuando se acerca uno hasta la ciudad. Una imagen que uno debe llevarse en la retina y en el móvil, y que hasta usaron los Monty Python como su Camelot ideal. La fortaleza del S.XV, Monumento Nacional desde la década de los 30 del siglo pasado, vigila la comarca a orillas del río Esla. Y acoge en la torre del homenaje un Museo que recorre la historia de la antiguamente denominada Coyanza y del propio castillo. En el edificio erigido por Juan de Acuña, conde y duque de la localidad, se puede recorrer la historia de Valencia de Don Juan desde las primeros restos de ocupación en de la edad de bronce, pasando por las Épocas prerromana y romana. En la visita se visitan los restos arqueológicos encontrados en las restauraciones del castillo, con especial mención al escudo de armas que apareció enterrado y en perfecta conservación convertido en pieza principal de la colección museológica. Solo la visita

A las puertas del Castillo de Valencia de Don Juan se localiza la Oficina de Turismo Municipal, donde recopilar información sobre la ciudad y sus alrededores y comprar entradas para el Museo del Castillo (2 euros general), y la actividad cultural que organiza cada año, que mantiene activa pese a la pandemia. Con el propio Jardín de los Patos, donde se ubica, como lugar de desarrollo de mucha de la oferta cultural y perfecto para descansar al abrigo de su arboleda del paseo por la localidad.

La referencia refrescante del verano

Sin duda las piscinas de Valencia son la oferta por excelencia de la localidad cada época estival, referente en todo el noroeste del país. Este año de pandemia han estrenado sistema de accesos para garantizar y facilitar los accesos al complejo, incluida la venta online. Sus elementos de diversión, toboganes y piscina de olas reúnen cada día del verano a cientos de familias que sus más de 130.000 metros cuadrados de zonas verdes e instalaciones deportivas.

El complejo de las piscinas cuenta con todo lo necesario para pasar el día, incluyendo una red wifi, atendiendo a cualquier necesidad. A la oferta hostelera se une la disponibilidad de mesas y bancos para disfrutar de un picnic. Todo para un día redondo de disfrute con piscina infantil, piscina olímpica, piscina de olas y toboganes, juegos infantiles y también piscina lúdica. Y sin olvidar la práctica deportiva como el pádel o el fútbol.

Un museo que permite viajar por toda la provincia

Una de las joyas escondidas de Valencia de Don Juan es el Museo de la Indumentaria Tradicional Leonesa (Mitle). Ubicado en la Casa de Cultura de la ciudad (tercera planta) cuenta con un fondo de 4.000 piezas sobre cómo vestían las mujeres y hombres de las tierras leonesas. No es fácil que una colección museográfica te sorprenda, pero revisar cómo antaño se vestían nuestros antepasados es un viaje a la memoria cercana de los que merece la pena.

El Mitle tira de creatividad para desarrollar una oferta expositiva, que actualmente y hasta mayo del 2022 se centra en la indumentaria de las comarcas de la Montaña Occidental Leonesa: Luna, Babia, Omaña y Laciana. 'Allá arriba en aquel alto' es el título de la exposición que recoge en 160 piezas un siglo de historia de cómo se vestía en estas comarcas, reseñando sus parecidos con las comarcas vecinas e investigando la procedencia de las piezas de la época. La amplitud del fondo museográfico hace

Perderse por Valencia de Don Juan visitando sus calles es, sin duda, una opción para los visitantes más curiosos. Ello nos permite localizar la Iglesia de San Pedro, una obra del S. XIX en la que destaca su altar mayor renacentista. Cuenta además con elementos provenientes de alguna de las 12 desaparecidas iglesias que tuvo la ciudad. Pasear por Valencia es encontrarse además 'obras' modernas curiosas como el inacabado Edificio Centinela, una singular construcción con evocaciones gaudinianas y punto de parada fijo. O disfrutar de la arquitectura del Palacete Eliseo Ortiz cuando uno busca un lugar donde tomar algo entre la afamada hostelería de la localidad, que por algo es además la sede de la Denominación de Origen León, el vino leonés que con el sabor de las uvas 'prieto picudo' o 'albarín' gana adeptos cada día.

Naturaleza: la ribera del río Esla a la vía verde del 'tren burra'

Además del paseo urbano en Valencia de Don Juan no hay que olvidar la ribera del río Esla, una zona preferencial para disfrutar de un buen paseo tanto en bicicleta como andando y admirar la naturaleza que genera a su paso el 'rey' de los ríos leoneses. El otro gran punto de paseo es la Vía Verde del Esla, que sigue el antiguo camino ferroviario del llamado 'Tren Burra', hasta la localidad de Castrofuerte. En un trazado de 11 kilómetros, recuperado para su uso desde el cierre de la línea Palanquinos-Medina de Rioseco en la década de los 60, es un paseo por la orografía del sur de la provincia con evocaciones históricas. Al hacerla es imprescindible hacer una parada en la antigua estación ferroviaria, ahora en uso municipal, y las casillas diseminadas por el recorrido. Lugar favorito para una desconexión sin prisas.

Otro paseo que merece la pena en Valencia de Don Juan para reconectar con la naturaleza es la Laguna de La Tabla, ubicada en la margen derecha del río Esla y rehabilitado tras su uso como gravera. Esta laguna artificial es ahora un interesante punto de parada para ver cómo la naturaleza recupera su territorio después de la acción humana.

Para visitar Valencia de Don Juan es necesario hacerlo dejando que sea el tiempo el que pase sin prisas, desgustando sus calles y comidas, sentándose a admirar su arquitectura y dejando que el cerebro aprenda un poco más sobre la historia que tanta huella ha dejado en la localidad. Una visita que seguro que repetirás.

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