Inician después de cinco años la reforma de la Plaza Mayor de Navatejera pero se revisará tras una protesta vecinal

Inicio de las obras en la Plaza Mayor de Navatejera, paralizadas a las pocas horas.

Carlos J. Domínguez

Desde 2018, hace nada menos que cinco años, data un proyecto de reforma y urbanización de uno de los rincones más auténticos de la localidad de Navatejera (Ayuntamiento de Villaquilambre), la Plaza Mayor, cuyas obras comenzaron este lunes, pero por un breve espacio de tiempo. Porque la protesta de algunos vecinos de la zona consiguió paralizar los incipientes trabajos, que aseguran haber conocido hace apenas unos días.

Esa movilización vecinal en apariencia espontánea ha conseguido, de momento, que las máquinas que arrancaban esta mañana de lunes volvieran a pararse. Y a continuación el grupo de personas que viven en la plaza y su entorno comenzaron una recogida de firmas, de las cuales presentaron ya cerca de medio centenar en el Ayuntamiento de Villaquilambre, cuyo equipo de gobierno actual se encontró con el viejo proyecto, obras sacadas a concurso el pasado mes de marzo y adjudicadas a una empresa en julio, por un importe de casi medio millón de euros (497.000 euros en concreto).

En resumen, esta obra de la Plaza Mayor y parte de su entorno más rural, como la calle La Hoja, contempla desde el diseño del año 2018 un amplio grado de peatonalización, con la presencia de menos coches aparcados en la plaza, una remodelación urbanística y algunos cambios estéticos que conllevarían, entre otras cosas, reemplazar algunos ejemplares de los árboles actuales. La posible tala de ellos y posterior plantación de otros más pequeños es parte de la protesta vecinal, según han traslado a ILEÓN, así como la pérdida de plazas de aparcamiento. “No se soluciona nada, se generan problemas”, censuran en un escrito ya con decenas de firmas quienes se oponen al proyecto.

El teniente de alcalde de Villaquilambre y concejal de Deportes, infraestructuras, Obras, Edificios y Alumbrado Público, Vicente Álvarez, se ha mostrado hoy conciliador asegurando que “intentaremos atender en lo posible los escritos y mejorar lo necesario donde puedan tener razón” quienes han protestado, y eso a pesar, recuerda, que el proyecto “es en los pasos seguidos todo legal y conocido” porque salió a exposición pública en marzo de 2020 “y no se presentó una sola alegación contra él”.

Álvarez aboga por escuchar a los vecinos, porque “tienen derecho” a expresar su opinión, y después “atender lo que los técnicos y la Concejalía consideren posible”, además para no demorar más aún esta inversión, financiada con fondos de la Diputación leonesa, que corre el riesgo de perderse, y que en sus líneas generales él ve como para “dejar una plaza más bonita, con toda su esencia, más para disfrute de la gente” que hasta ahora.

Así, por ejemplo, se muestra dispuesto a revisar qué árboles podrían permanecer “si no causan daños con las raíces, porque son de tipo plátanos”, o habilitar aparcamiento aledaño para los vecinos. No en vano, aparte de la inversión, se consiguió una mejora ofertada por la empresa contratada de 41.000 euros más. En su conjunto, el número dos del equipo de Gobierno defiende que una vez supervisado el proyecto “creo que quedará muy bonito, con todo el sentido de plaza pública, muy útil, con un cordón vegetal alrededor, con mejor estética y para que siga siendo un lugar de reunión” del pueblo.

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