La poesía encuentra su sitio en la Universidad

El ganador del premio de poesía 'Universidad de León' Carlos Aganzo.

J. Hernansanz

Con el comedor del Hostal de San Marcos como escenario, y una generosa afluencia tanto de público como de autoridades, la Universidad de León, en colaboración con la editorial Everest, hizo entrega anoche del 2º Premio 'Universidad de León de Poesía' a Carlos Aganzo, actual Director de El Norte de Castilla, por su obra 'Las flautas de los bárbaros'.

El premio, dotado con 6.000 euros, y fallado el 23 de febrero de 2012 por el jurado compuesto por Victoria Seco (Vicerrectora de Campus de la ULe), Antonio Colinas, Jaime Siles (ganador de la primera edición), Adolfo Alonso Ares, José Mª Balcells, Jesús Celis y Maurilio Pérez (Director del Área de Publicaciones de la ULe), pasa a consolidarse y convertirse así en referencia en el mundo de las letras y la poesía de la comunidad, tras la enorme cantidad de obras originales remitidas a la Universidad para su participación en el certamen.

Ante la presencia de muy diversas autoridades de la ciudad y de la comunidad autónoma (entre los que se encontraban Emilio Gutiérrez, Isabel carrasco, Ramiro Ruiz Medrano, Juan Carlos Suárez-Quiñones Fernández, Antonio Silván...), Adolfo Alonso Ares, en nombre del jurado, dio comienzo con la lectura de unos versos a la velada. Tras la cena, el Rector, José Ángel Hermida, procedió a la entrega al autor del diploma acreditativo y del cheque, a lo que Carlos Aganzo correspondió con un breve discurso y la lectura de parte del poemario ganador. El premiado refirió sus agradecimientos a la ULe, al jurado, a su mujer y al gran número de compañeros de los medios de comunicación de Castilla y León que anoche le acompañaban en la cena.

La ULe, en colaboración con Everest, hizo entrega a cada asistente de un ejemplar de la obra en edición especial, personalizada originalmente por el autor con una huella de la palma de su mano, realizada con una mezcla muy particular de “tinta” elaborada con tierra de diversos lugares significativos para Aganzo, entre los que se incluyen Fontiveros (Ávila) y el propio Campus de Vegazana.

Tras la entrega del galardón, y de forma espontánea, el Rector, el autor de la obra y Jaime Siles, conformaron un original filandón en el que Adolfo Alonso Ares dio rienda suelta a su creatividad, provocando los aplausos y las risas de los asistentes y reivindicando la imaginación como herramienta indispensable para el desarrollo de las personas y la sociedad.

No faltó en los discursos, tanto de José Ángel Hermida, como de Ares y del propio premiado, la referencia a la minería leonesa y los difíciles momentos por los que está atravesando.

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