Una investigación de la ULE reduce la graduación alcohólica de los vinos de Bodegas Valbusenda de la DO Toro

Colaboración entre el Instituto del Vino de la Universidad de León y Bodegas Valsuenda.

Ical

El Instituto de Investigación de la Viña y el Vino de la Universidad de León (ULE) finaliza este mes de junio un proyecto de I+D para Bodegas Valbusenda, de la Denominación de Origen Toro, realizado durante los últimos tres años. Los resultados fueron presentados en la sede del instituto en la Escuela de Agrícolas a una delegación del Centro para el Desarrollo Tecnológico Industrial (CDTI) del Ministerio de Economía. El motivo de esta visita responde a que el CDTI subvenciona en torno al 20 por ciento de la financiación global del proyecto y es el organismo público encargado de supervisar, vigilar y certificar que todos los recursos planteados inicialmente se han utilizado correctamente.

'Desarrollo de tecnologías vitícolas y fermentativas y su combinación para reducir el contenido alcohólico de vinos en Bodegas Valbusenda', es el título de este proyecto de investigación en el que han participado un grupo de cinco personas del Instituto de la ULE, integrado por Enrique Garzón y Juan José Rubio como coordinadores del proyecto, Miguel Angel Olego, responsable de suelo y viticultura, José Manuel Alvarez, responsable de enología y microbiología, y Javier Quiroga.

Juan José Rubio, investigador y coordinador del proyecto, explicó que el principal objetivo de la investigación ha sido reducir el grado alcohólico de los vinos de Toro “pues tienen un problema de graduación alta, por encima de los 15º, que ahora mismo supone un inconveniente para los modernos consumidores, sobre todo del mercado anglosajón, que prefieren vinos ligeros con poco contenido alcohólico”.

Lograr reducir la graduación de los vinos de Bodegas Valbusenda ha sido el objetivo del estudio y para ello han combinado el desarrollo de tecnologías vitícolas, de tratamiento de la planta en el campo, del suelo, del manejo de la planta, con técnicas microbiológicas para conseguir “una reducción de cuatro grados y conseguir unos vinos que oscilen entre los 10º-11º para que sean de gusto del consumidor”. Una reducción en el contenido alcohólico, pero manteniendo aquellas otras propiedades enológicas y organolépticas propias de los vinos elaborados en Denominación de Origen Toro.

Los investigadores del Instituto de la Viña y el Vino han trabajado sobre parcelas concretas de viñedos de tres edades diferentes: un viñedo joven con una edad de 10-15 años; uno medio de 25 años y un viñedo viejo de 80 años. Juan José Rubio advierte que aunque el proyecto concluye ahora, al tratarse de un estudio de viñedo, “los resultados sólo pueden comprobarse en vendimias, de ahí que los parámetros y análisis hay que repetirlos durante dos vendimias consecutivas, así que habrá que esperar a septiembre, con la siguiente vendimia- para concluir las comprobaciones y los efectos”.

En el transcurso de la visita del CDTI, el Instituto de la Viña y el Vino expuso a los evaluadores el denominado Hito 2, referido a todas las técnicas aplicadas en suelo, el manejo de la planta y el tratamiento de la uva hasta llegar al objetivo final. Esta es la segunda reunión que mantienen responsables de Bodegas Valbusenda, miembros del CDTI e investigadores de la ULE. La primera tuvo lugar en la sede de las bodegas en Peleagonzalo (Zamora) y la última (antes de concluir 2015) también se celebrará en la empresa.

Gabriel Barthelemy, evaluador técnico de la Dirección de Seguimiento, Sistemas y Procesos, del CDTI, y dos responsables de la empresa Artica de I+D de Madrid, componían esta delegación que mantuvo una jornada de trabajo con dueños y representantes de Bodegas Valbusenda, con el director del Instituto, Enrique Garzón y con el grupo de investigadores. Desde Bodegas Valbusenda asistieron Mateo García Merino, gerente, Rubén García, técnico responsable de calidad, y Maurilio Segovia, enólogo y director Técnico.

Gabriel Barthelemy, técnico evaluador de CDTI, incidió en el hecho de que aunque ahora mismo la mayoría de los proyectos de I+D “tienen carácter multidisciplinar, en este caso la Universidad va siempre de la mano de la empresa y tiene un peso muy grande en el proyecto. Cuando fijamos las reuniones con las partes implicadas, tenemos que comprobar y certificar que todos los recursos planteados se utilizan correctamente”. Barthelemy ha señalado que desde el CDTI se realiza una labor callada de apoyo a las empresas “y sobre todo a aquellas de regiones que necesitan de una dinamización como es el caso de Castilla y León y Extremadura, por ejemplo”, al tiempo que ha confirmado que “siempre se respaldan proyectos de Investigación y Desarrollo e Innovación, los cuales tendrán asignado un técnico evaluador del proyecto para realizar el seguimiento y certificación del mismo. En el CDTI disponemos de medio centenar de técnicos especialistas”.

Asentada en la Vega de Toro

La Bodega Valbusenda abrió sus puertas en 2008, en un paraje que lleva su nombre y que tiene como protagonista el río Duero, aunque se encuentra a escasos metros de la ribera denominada Vega de Toro, actualmente amparada bajo la denominación de Origen Toro, perfilada en los años 70 pero constituída en 1987. En la década de los 90 la DO Toro alcanzó un gran reconocimiento, dentro y fuera de las fronteras españolas gracias, en parte, a su adaptación a los nuevos gustos de los consumidores y a unas cuidadas elaboraciones, dando como resultado vinos tintos modernos con equilibrada suavidad pero de intenso color, densos, sabroso, serios y apropiados para un largo envejecimiento.

Ubicada a orillas del Duero, presenta peculiaridades que la distinguen. Las condiciones climáticas, los suelos y su uva identitaria Tinta de Toro, la convierten en unas de las zonas de mayor prestigio vitivinícola. Así lo demuestra el creciente número de bodegas que han ido incorporándose año tras año a esta denominación y que actualmente cuenta con más de 54.

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