Herrera condiciona el nuevo marco de financiación universitario a la recuperación de los ingresos

Ricardo Ordóñez / ICAL El presidente de la Junta, Juan Vicente Herrera, durante la inauguración del curso académico 2013-2014 de las universidades de la región

Ical

El presidente de la Junta de Castilla y León, Juan Vicente Herrera, condicionó este viernes la puesta en marcha del nuevo Modelo de Financiación Universitario a la recuperación de los ingresos públicos. El jefe del Ejecutivo autonómico reconoció que los efectos de la mejoría económica “tardarán” en llegar, aunque en ese periodo transitorio garantizó los actuales niveles de financiación a las instituciones académicas públicas de la Comunidad.

Herrera, que inauguró el curso universitario en Burgos, apostó por el “realismo” ante un “cierto cambio de ciclo económico”, una situación que calificó de “compleja” e “incierta”, destacó que la situación financiera de las universidades castellanas y leonesas, “no sin dificultades y necesidades”, es “notablemente mejor” que la media nacional.

Al respecto, añadió que la Junta seguirá contribuyendo, a través de una aportación presupuestaria de 350 millones de euros en este ejercicio, y también por medio del abono puntual de dicha financiación en los plazos acordados para ello.

El jefe del Ejecutivo consideró que es necesario mantener el esfuerzo de control y racionalidad “para dar el mejor uso posible a los recursos que la sociedad pone a nuestra disposición”. Y a este respecto, destacó la labor de los equipos de Gobierno de las universidades regionales. En un escenario “tan adverso”, añadió Herrera, las entidades académicas han cerrado en equilibrio presupuestario los cuatro últimos ejercicios, han cumplido sus compromisos de reducción de endeudamiento y han contribuido a que la Comunidad se ajustara a su límite de déficit, “algo de gran trascendencia en todos los sentidos”.

Esta “equilibrada situación financiera” de las universidades públicas es, a juicio de Herrera, “la respuesta que la sociedad merece y exige en relación a una dolorosa medida adoptada el curso pasado”. En este sentido, recordó el aumento de las tasas, una “decisión muy contestada, pero que ha contribuido a garantizar la salud financiera de las universidades, aportándoles 27 millones adicionales respecto de la situación anterior, para mantener y mejorar la calidad de su servicio”. “Merece la pena destacar que ha sido compatible con el mantenimiento, e incluso el leve incremento, del número de estudiantes matriculados”, espetó.

Igualmente, reconoció el esfuerzo “más intenso” que se exige a los estudiantes universitarios y a sus familias y recordó “con sentido de la máxima responsabilidad” que, partiendo de la estimación de costes reales hecha por las propias universidades, entre el 75 y el 80 por ciento del coste medio de las distintas titulaciones universitarias “se sufraga a cada estudiante por el conjunto de la sociedad, por todos los ciudadanos, a través de los presupuestos públicos”.

Programa de ayudas al estudio

En este contexto, continuó que la Junta mantiene su Programa de ayudas al estudio universitario, complementarias a las del Gobierno. Una iniciativa propia que es la “única partida que no se ha reducido en los últimos años” y que pretende asegurar, explicó, que ningún estudiante con los requisitos académicos para cursar estudios universitarios “deba dejar de hacerlo por falta de medios económicos”.

También informó de que la Junta aporta a las universidades nueve millones de euros a fin de completar las becas de matrícula del Ministerio de Educación, partida de la Comunidad “sin la cual no estaría cubierto el coste medio actual de las matrículas”. Asimismo, destacó en este punto que ya el curso pasado su Ejecutivo atendió las ayudas para aquellos alumnos que, “pese a reunir las condiciones de renta, no alcanzaban la nota exigida por el Ministerio para iniciar sus estudios”. “Y este año seguiremos haciéndolo. Pues creemos que, en especial en las actuales circunstancias, el principio de igualdad de oportunidades nos obliga a mantener el 5 como nota exigible para poder beneficiarse de una ayuda pública en el acceso a cualquiera de los niveles educativos, sin perjuicio de que a partir de ese acceso se tenga en cuenta también el criterio del esfuerzo y del resultado”, sostuvo Herrera,

En este mismo sentido, agradeció a las universidades de Castilla y León sus esfuerzos para facilitar que los alumnos con problemas económicos sobrevenidos puedan proseguir sus estudios, a través del llamado Fondo de Solidaridad.

Novedades del curso

Herrera vinculó las principales novedades del curso que ahora comienza a las tres grandes misiones de la universidad: la docencia, la investigación y la transferencia de ese conocimiento al conjunto de la sociedad y a su sistema productivo. Sobre este último apartado, admitió la “brecha que existe en los mundos” de la empresa y la universidad, algo que pretende aliviar la próxima Estrategia de Especialización Inteligente en Investigación e Innovación 2014-2020. También citó a la Ley de Estímulo a la Creación de Empresas y a un “proyecto sectorial” impulsado desde Castilla y León, el Centro de Investigación del Cáncer de Salamanca.

En esta referencia a la sanidad, aprovechó para introducir una reflexión más amplia. “Sin duda, la sostenibilidad de nuestros grandes servicios públicos está siendo uno de los mayores retos y preocupaciones de todos desde el inicio de esta larga y profunda crisis. Puedo aseguraros que también para el Gobierno de Castilla y León”, sostuvo Herrera, quien consideró que “es verdad que ninguno de esos grandes servicios ha podido sustraerse a lo largo de estos años a la disminución de nuestra capacidad financiera y presupuestaria”. “Pero también lo es que en ellos se ha ido concentrando casi toda nuestra posibilidad de gasto, hasta recibir hoy casi el 80 por ciento de todos los recursos disponibles, que es el 90 por ciento en el caso de nuestros propios recursos autónomos”, realzó.

Sin embargo, admitió que algunas medidas adoptadas han sido “especialmente difíciles y duras”: “Desagradables para los que las sufren, pero también para los que las tomamos, con dolor personal, con crítica social y con desgaste político”. A su juicio, desde el “realismo y la responsabilidad”, el Gobierno regional ha juzgado “imprescindibles” estas medidas para sostener los distintos sistemas y “preservar su núcleo esencial en tiempos tan difíciles”. Y al adoptarlas, añadió, la Administración regional “ha tenido muy presente criterios de equilibrio, justicia y equidad”. “No digo que siempre hayamos acertado: algo casi imposible en tan graves circunstancias. Pero lo peor hubiera sido no hacer nada”, arguyó.

Docencia e investigación

La docencia y la investigación son las otras dos ramas universitarias destacadas por Herrera. Sobre la primera de ellas, explicó que para aumentar la empleabilidad es interesante “comprobar la creciente complementariedad que existe entre los estudios de Formación Profesional de Grado Superior y los estudios universitarios”. En la medida de sus posibilidades, la Junta “facilita el tránsito entre ambos tipos de estudios, por ejemplo a través de convenios para el reconocimiento de créditos”.

Por otro lado, y una vez que haya finalizado el proceso de matriculación de este curso, verá la luz el anunciado Decreto de Ordenación de Titulaciones, que ha sido objeto de debate a lo largo del último año. Con esta nueva regulación se pretende afrontar, desde una visión de Comunidad, “el problema de sobreoferta que tiene el sistema universitario”. “Es este un fenómeno nacional, favorecido en parte por el propio modelo Bolonia, que ha generado una auténtica explosión de nuevas titulaciones en un afán de todas las universidades por ampliar y diferenciar su oferta académica”, criticó.

Esto ha determinado que demasiados grados cuenten hoy con muy escasos alumnos. En Castilla y León existen, en la actualidad, 70 grados que matriculan en sus primeros cursos a menos de 35 alumnos. “Grados que incluso se repiten en ocasiones en los distintos campus. Así pues, estamos destinando los siempre limitados medios disponibles a financiar titulaciones con muy reducida demanda y, en muchos casos, baja empleabilidad”, lamentó. Para hacer frente a esta situación, recordó que se han planteado soluciones “no traumáticas, basadas en el impulso de un uso más eficiente de los recursos, mediante las titulaciones que comparten asignaturas troncales o a través de las dobles titulaciones”.

Por otro lado, también subrayó las posibilidades que las nuevas tecnologías ofrecen para atraer nuevo alumnado. “Un camino que las universidades deben explorar en común para construir la mejor oferta docente posible”, dijo. El análisis de esta cuestión alcanza también a los posgrados. Su situación actual es “claramente ineficiente” y son “abundantes”, por ejemplo, los másteres “con escasos alumnos”. Por ello, consideró que las universidades, con la colaboración de la Consejería de Educación, identifiquen aquellas áreas en las que tienen mayores potencialidades y apuesten por ellas.

Por último, en materia de investigación, avanzó que la próxima semana tendrá lugar en Salamanca la reunión plenaria de la Conferencia de Rectores de las Universidades del Sudoeste de Europa. Un órgano integrado en la Macrorregión que forman Castilla y León, Galicia y la Región Norte de Portugal y que trabaja en la articulación de proyectos conjuntos de investigación que tengan más oportunidades de éxito a la hora de competir por fondos europeos para financiarse.

Dentro de Castilla y León, apostó por estrechar la colaboración entre distintos centros dedicados a la labor investigadora. En este sentido, consideró que la Universidad de Burgos debe tener más oportunidades de trabajo conjunto con el Centro Nacional de Investigación para la Evolución Humana, a través del desarrollo del acuerdo marco suscrito entre ambas entidades.

En el apoyo a la investigación, el propósito de la Junta de Castilla y León es mantener los programas de formación de investigadores y de apoyo a proyectos de investigación. Y sumar a ellos, también, una nueva medida. Se trata de apoyar a los grupos de investigación más productivos utilizando recursos del Fondo Social Europeo para impulsar la contratación de jóvenes doctores que se incorporen a los grupos de investigación de mayor éxito internacional. “Con ello reforzaremos esos grupos y lograremos proporcionar a los jóvenes una mejor formación científica”, precisó Herrera.

Por lo que respecta a infraestructuras y equipamientos para la investigación, recordó que en breve entrará en funcionamiento el edificio 'Lucía' de la Universidad de Valladolid y el Edificio de Servicios Múltiples de I+D+i de la Universidad de Salamanca. Entre finales de 2014 y comienzos de 2015 deben estar disponibles las instalaciones del Centro de Investigación Cibernética de la Universidad de León y del Centro de Investigación en Biotecnología y Ciencias Alimentarias de la Universidad de Burgos. “De este modo, todas nuestras universidades públicas habrán mejorado sus equipamientos de investigación, incluso a lo largo de la fase más grave de la actual crisis económica”, presumió.

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