'Breve, conciso y con birrete'

Acto toma de posesión Marín

Antonio Vega

En una hora, más o menos, la Universidad de León ha solucionado este lunes el traspado de poderes entre el rector saliente José Ángel Hermida y el entrante, Juan Francisco García Marín. Ha sido en un acto académico solemne y con presencia de autoridades académicas, de la sociedad civil, militares y hasta eclesiásticas, aunque el obispo de León no estuvo presente en esta ocasión como en otras.

Con bastante calor por una fuerte calefacción el Aula Magna San Isidoro del Rectorado ha acogido la investidura de García Marín como nuevo rector, recibiendo de los exrectores Juan Manuel Nieto Nafría y Ángel Penas los atributos que le distinguen como máxima autoridad académica, la estola y el birrete negros, la medalla de Rector y el bastón de mando, éste de manos de su antecesor Hermida. Entre los doctores revestidos había quien reconocía que había esperado los ocho años del mandado de Hermida para volver a un acto de este tipo.

Como siempre ocurre en los actos universitarios el quién ha estado y quién ha faltado se convierten en la comidilla habitual de estos eventos, en los que no falta su alta dosis de postureo. Aunque de forma discreta el candidato a rector derrotado por Marín, José Luis Chamosa, estuvo presente en el acto en las últimas filas y rodeado de algunos acólitos. Sí faltaron al acto algunos cargos del equipo saliente de Hermida, quizás por aquello de no quitar progatonismo.

La presencia de políticos sí se contaba por docenas, y de todos los colores políticos, sobre todo por la amplia representación del Ayuntamiento de León con casi todos los portavoces presentes. También se dejaron ver otros como la alcaldesa de Ponferrada o varios miembros del PSOE. Tampoco faltaron los representantes de las principales patronales leonesas y los sindicatos, que cabe recordar algunos son miembros además del Consejo Social de la Universidad de León, como el presidente de la FELE, Javier Cepedano, que también lo es también del órgano universitario.

Hermida presumió en su último discurso como rector de su gestión económica y también recibió el agradecimiento, escueto, del nuevo Rector a su labor desarrollada en los últimos ocho años. Por su parte, Marín realizó un discurso no excesivamente largo, y muy conciso en sus propuestas para que la Universidad de León salga de los últimos puestos de los polémicos rankings universitarios. No se olvidó de pedir al consejero que reduzca las tasas universtarias y aumente las becas, como prometió en campaña electoral, aunque para el próximo curso ya conocemos que se quedarán como están y se bajarán “cuando se den las condiciones económicas para ello”, aunque sin ninguna concreción de cuando ocurrirá eso.

A falta de algunos rectores de Castilla y León que finalmente no acudieron la invitada 'sorpresa' fue la presidenta de las Cortes de Castilla y León, Silvia Clemente, aunque era el consejero de Educación, el pucelano-leonés Fernando Rey, quien presidió el acto y protagonizó el 'speech' final con un discurso sin papeles. El político, en el ojo del huracán últimamente por la polémica del Conservatorio de León, pidió unidad a la comunidad universitaria leonesa y aseguró que el nuevo equipo rectoral no debe “temer” a la Junta ni ver a su consejería “como un adversario”. Y recogiendo alguno de los eslóganes de Marín en su campaña afirmó que “es hora de recuperar la ilusión, de ponerse en pie”.

El 'Gaudeamos Igitur' cerró como siempre el acto universitario, pero no guarden los trajes que la Universidad de León celebra este martes 26 de abril su día y vuelve a haber sarao. Por fiestas, que no quede.

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