Jimena falleció debido al miedo y al estrés

Imagen: Junta de Castilla y León

Prensa Junta de Castilla y León

La Consejería de Fomento y Medio Ambiente ha recibido este mediodía el informe de necropsia del ejemplar de oso pardo recogido en la localidad de Palacios del Sil, en León, el pasado mes de abril y que murió en el traslado al punto en el que se pretendía liberar el pasado día 26 de octubre.

Se trataba de Jimena, una osezna de corta edad localizada en la carretera a Villablino, la cual, tras la imposibilidad de restituirle a su grupo familiar, fue trasladada al CRAS de Burgos, donde fue criada en régimen de aislamiento, con respecto a las personas, para intentar su reintroducción en el medio natural. Este animal murió en el traslado al punto en el que se pretendía liberar el pasado día 26 de octubre.

Miopatía por estrés

El catedrático de Histología y Anatomía Patológica de la Facultad de Veterinaria de la Universidad de León concluye en su informe de necropsia que el diagnóstico final de muerte del ejemplar es una miopatía degenerativa grave y difusa y alteraciones compatibles con shock -miopatía de estrés y captura-.

En el estudio anatomopatológico macroscópico y microscópico se han observado numerosas lesiones compatibles todas ellas con la enfermedad denominada 'miopatía de captura'“ que está asociada en animales salvajes a estrés, ejercicios bruscos y violentos, transporte, así como a miedo intenso.

La miopatía de captura es un riesgo presente en todas las operaciones de manejo de animales salvajes, silvestres e incluso domésticos, como por ejemplo el cerdo. La susceptibilidad individual al estrés de este ejemplar puede estar relacionada con la respuesta que tuvo al manejo y al desenlace final del mismo.

Protocolo de reintroducción

La Junta de Castilla y León elaboró, para el proceso de reintroducción, un protocolo adaptación de los utilizados en dos casos precedentes, con la participación y apoyo de expertos en gestión y manejo de la especie. La manipulación de cualquier animal salvaje, en especial los procesos de captura y transporte, conllevan un riesgo evidente, extremo manifestado en las reuniones de participación y asumido tanto por la Consejería de Fomento y Medio Ambiente como por los especialistas consultados, frente a la pérdida del ejemplar para la conservación de la especie, en caso de mantenerse el ejemplar en cautividad, y por los beneficios que para la conservación de la fracción oriental de la población de oso pardo cantábrico supondría integrar este ejemplar en él.

En el operativo han participado especialistas de reconocida experiencia en la captura de esta especie, determinándose el transporte del animal despierto, tras una anestesia de corta duración para la instalación de emisores de radioseguimiento, como solución más adecuada frente a la alternativa de mantenerla anestesiada durante todo el transporte, por el mayor riesgo que ello supone.

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