Graban cómo es la trampa mortal para cientos de animales que caen y mueren cada año en el Canal de Arriola en León
Hasta ahora, de manera regular y cíclica, salían a la luz fotografías de decenas de animales salvajes e incluso a veces algunos domésticos, como corzos o ciervos, jabalíes, perros o lobos, que morían en el Canal de Arriola, una conocida infraestructura de riego en la provincia de León. Todos ellos perecen cada año por cientos entre grandes sufrimientos, víctimas del agotamiento, del ahogamiento o de las heridas que sufren al intentar salir cuando se caen al canal situado en la zona de La Sobarriba y el Esla, no muy lejos de la capital leonesa.
Se trata de una estructura de hormigón de 32 kilómetros, prácticamente ninguno de los cuales se encuentra vallado o con protección alguna para evitar esta grave situación, de la que la administración responsable, la Confederación Hidrográfica del Duero (CHD) se niega a dar datos oficiales, a pesar de admitir que sí se hace cargo de la retirada habitual de los cadáveres que tienden a amontonarse en los aliviaderos, como el presente cerca del pueblo de Paradilla de la Sobarriba.
La CHD, dependiente del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (Miteco), admitía hace escasos meses a ILEÓN que el vallado del Canal de Arriola ya hace tiempo que se ha desechado, por crear un efecto barrera en el territorio, y que tampoco las rampas de escape o barreras flotantes parecían ser efectivas porque “la baja temperatura del agua del canal de Arriola es un factor clave que impide que dichas rampas de salida sean eficaces”.
La tragedia habitualmente retratada en imágenes estáticas de cadáveres amontonados ha presentado un nuevo formato al conocerse la grabación que con un terminal de teléfono móvil han podido realizar unos jóvenes que circulaban este pasado martes por los caminos paralelos al Canal de Arriola, en concreto cerca de la localidad de Secos del Porma, según ha conocido ILEON.
El breve vídeo permite ver cómo un ejemplar de ciervo que, como muchos animales hacen, se pudo acercar a abrevar como ocurre en días especialmente calurosos como los actuales. El joven ejemplar terminó cayendo al agua que transporta la canalización de hormigón. Y a pesar de no ser precisamente un tramo con los laterales muy elevados, ni tan curvos como otros, lo cierto es que se puede comprobar cómo al animal le resulta imposible abandonar el canal para ponerse a salvo. Incluso a pesar también de verse empujado por la presencia del vehículo, que termina por detenerse para evitar su fatal agotamiento físico.
El vídeo permite comprobar cómo el animal sufre en sus intentos por conseguir abandonar la trampa mortal que es el canal. Este periódico ha podido confirmar que, al menos en este caso, la historia concluyó con un final feliz: los chicos, después de la grabación, buscaron en las proximidades un punto de menores dificultades de accesibilidad y consiguieron que por fin el ciervo saliera del agua y de la canalización de hormigón, retornando sano y salvo a su medio natural.