Muerte masiva en el canal

Los ejemplares muertos en el Canal de Arriola a la altura de Paradilla de la Sobarriba. / Foto Joni González

Hace escasos días mostrábamos un vídeo de un joven corzo salvado in extremis por agentes ambientales de uno de los muchos canales de la provincia leonesa, en aquel caso en el de Galleguillos. Pero en otras muchas acequias y canales son una condena mortal para numerosas especies que tratan, y no consiguen, de atravesarlos.

Un llamativo y luctuoso caso ha ocurrido hace escasos días en el Canal de Arriola, a la altura de Paradilla de la Sobarriba. Allí, en una reja instalada para que los materiales de gran peso y tamaño que lleva la fuerte corriente queden almacenados, aparecieron el pasado 8 de mayo un total de diez animales ahogados en una estampa macabra que evidencia el importante problema que para la fauna suponen estos lugares.

Ni las soluciones pensadas parecen estar surtiendo efecto en la zona. Hace un año, en abril del pasado 2017, que se anunció la instalación en el Canal de Arriola, a la altura de la represa del Condado, de una rampa de paso seguro para los animales. Y se anunció otra, precisamente, para este punto de Paradilla. Fueron proyectadas e instaladas por la Confederación Hidrografica del Duero (CHD), dependiente del Ministerio de Agricultura, Pesca, Alimentación y Medio Ambiente. A la vista de la imagen, que también con un vídeo fue captada por Joni González, su efectividad deja bastante que desear.

El canal suma un recorrido próximo a los 32 kilómetros y se nutre del agua proveniente del río Porma. Entró en servicio en 1983 y permite regar algo más de 4.600 hectáreas en la Sobarriba y la comarca del Condado.

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