Alquiler en León: la oferta en la ciudad se desploma con menos de 200 viviendas disponibles

Imagen de archivo.

Sara Lombas

Buscar un piso de alquiler en León es casi misión imposible para muchos. La escasez de oferta y la subida de precios complica el objetivo de encontrar un futuro hogar. Las páginas web de anuncios como Idealista o Fotocasa se habían convertido durante las últimas décadas en un valor seguro para encontrar piso; una herramienta infalible que cobija a inmobiliarias y pequeños tenedores de viviendas en alquiler. Sin embargo, en el municipio de León las cosas han cambiado durante los últimos años. 

En el portal Idealista la oferta en el municipio de León para pisos de alquiler cuenta apenas 140 viviendas de las que el precio va desde 420 euros (por estudios en torno a los 35 metros cuadrados) a los 1.700 euros al mes (por grandes casas de más de cinco habitaciones y sobre los 260 metros cuadrados útiles). Según los datos que ofrece este portal, el coste medio de un piso en el municipio de León sale a más de 7 euros por metro cuadrado en noviembre; una subida del 3,8% respecto al mismo mes del año anterior y un aumento del 1,4% respecto al pasado mes de octubre. 

En el caso de Fotocasa la oferta es un poco más amplia, de 180 casas, aunque hay que contar con que a pesar de aplicar el filtro de vivienda se incluyen ofertas de locales. Precisamente la opción más cara es un local por 2.500 euros al mes en el centro, al que le sigue un piso de 142 metros cuadrados de superficie útil por 2000 euros al mes. Lo más barato es un estudio que se alquila por días a 80 euros y el siguiente es otro estudio por 290 euros mensuales (por 30 metros cuadrados). Entre ambas páginas de anuncios sale una media de 160 pisos en alquiler. Y si se mira al alfoz de León la situación tampoco mejora puesto que en los municipios vecinos de Villaquilambre y San Andrés del Rabanedo apenas hay una quincena de viviendas en alquiler, en el mejor de los casos.

Miguel Ángel Sánchez, gerente de la Cámara de la Propiedad Urbana de León, coincide con esta situación. Si bien los contratos de alquiler en la Cámara han ido en aumento desde el año 2020, hay que hacer dos matices: no todos ellos son nuevos contratos y este año parece haberse estancado con 200 arrendamientos nuevos“. Todavía hay que esperar a que termine el año pero Sánchez detecta una bajada respecto a los años anteriores, en lo que parecía estar remontando tras la pandemia. 

“Tenemos una alta demanda de pisos de alquiler, que ha aumentado este año, pero si el año pasado llegamos a los 2.800 contratos, en octubre de este año estamos a 2.500. Cada vez hay menos pisos disponibles para alquilar y vamos a la baja con los contratos”, valora Sánchez. 

Bautista, un joven de 24 años, tomó la decisión de irse a vivir por su cuenta hace unos años para compartir piso con un amigo. No tenían prisa, ambos son de León y no iban a quedarse sin opciones: “Tuve esa suerte”, reconoce ahora, después de haber experimentado cómo de complicado puede ser encontrar un piso.

“No había tanta oferta de lo que yo buscaba, que eran pisos de dos o tres habitaciones que no fuesen muy grandes o muy caros”, recuerda ahora, “Hicimos un par de visitas con inmobiliarias a pisos que, la verdad, eran bastante cutres y por 600 o 700 euros al mes”. Ninguna de sus incursiones dio resultado. También intentaron otros métodos como llamar a pisos con carteles de ‘Se alquila’ que veían desde la calle, lo que tampoco funcionó porque era muy complicado que solo con verlos desde el exterior cumpliesen con las características que ellos necesitaban. 

Meses después la solución se presentó por casualidad cuando descubrieron que un conocido iba a dejar un piso disponible: “Lo encontramos por un precio de entre 400 o 500 euros con la comunidad incluida, pero estaba bastante mal. Tenía unas humedades tremendas, paredes negras. El agua corría por las paredes. Era hasta malo para la salud”. No les quedaba otra que mudarse. 

La nueva búsqueda no les llevó tanto tiempo, porque ya sabían lo que tenían que hacer: comentar con sus conocidos que estaban buscando piso. De nuevo, esta fue la solución para encontrar su segundo alquiler en el que llevan viviendo seis meses. El factor de ser inquilinos a los que conocen los propietarios hace que consigan lo que por otra vía sería más lento y complicado. 

Más complicaciones

De hecho, muchos propietarios exigen a los arrendatarios una serie de medidas de carácter económico que suponen una barrera para muchos. Un ejemplo muy común son las fianzas (pagos mensuales por adelantado) y los tipos de contrato. A Bautista le exigieron en varias ocasiones muchos de estos requisitos, ahora regulados por la nueva Ley de Vivienda, en vigor desde mayo de este año, por lo que sus búsquedas de piso fueron anteriores a esta ley. 

“Cuando empezamos a buscar nos pedían tener un contrato indefinido a los dos, cosa que yo todavía no tenía, y avales de un padre o de los dos. Muchos nos pedían presentar las nóminas, incluso antes de visitar el piso te pedían que tuvieras rentas superiores a cierta cantidad. Durante una visita con una inmobiliaria nos preguntaron cuánto ganábamos cada uno. Nos pedían un mes de fianza, en algún caso dos meses”, explica, enumerando requisitos inalcanzables para muchos. En Idealista muchos anuncios reclaman contrato de trabajo y nómina.

Ahora la nueva Ley de Vivienda regula algunas de estas exigencias y especifica que solo es legal presentar dos meses de fianza como máximo, ya sea como depósito bancario o aval. También declara ilegal que el servicio inmobiliario cobre al inquilino: todos los gastos de gestión debe pagarlos el propietario. 

Los motivos detrás de la caída de la oferta

A pesar de todo, la demanda no solo no ha decaído sino que ha crecido durante estos años. Entonces, ¿por qué no hay suficiente oferta? Para Sánchez la explicación está en un mercado estancado y un parque de vivienda deteriorado para el que, de momento, no hay solución: “Falta inversión particular en pisos de alquiler, pero no les puedes forzar a que los propietarios -que en León son todos pequeños- la hagan. No está siendo atractivo comprar pisos para alquiler. Y luego están los pisos de la gente que fallece y los herederos lo sacan a la venta porque les sale más rentable y les da menos problemas que alquilar”, explica. 

De esta forma, el parque de vivienda en venta supera al de alquiler en el municipio de León. Un dato que confirma Iván Adanez, comercial de Inmobiliaria R3, que añade un motivo crucial a la escasa oferta: el alquiler turístico vacacional: “Hay un amplio porcentaje de viviendas en el centro que ahora están reservadas durante todo el año para el alquiler turístico”, cuando antes se alquilaban de forma residencial. 

En R3 ahora mismo cuentan con 20 pisos en alquiler y Adanez afirma: “Lo que hay son pisos sin amueblar, grandes y caros. Los demás desaparecen rapidísimo. En un día se hacen varias visitas de este tipo de pisos y siempre una de ellas acaba alquilando”, explica. 

Los requisitos de los propietarios, el aumento de precio y la escasa oferta ha provocado que algunos se hayan planteado ahorrar para comprar en vez de alquilar: “Hay quien no tiene unos ingresos mínimos demostrables y van ahorrando poco a poco para poder permitirse una compra, en lugar de alquilar”, cuenta Adanez. Un cambio que, si el mercado de vivienda continúa en este estado, podría darse cada vez más a menudo.

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