El talento maragato y berciano que vale un ascenso de oro a la élite del fútbol femenino
Cuando en 2022 Cristina Martínez Gutiérrez concedía una entrevista a ILEÓN en diciembre de 2022 el artículo se iniciaba con una frase de la periodista Sara Gallego, “todo cambia, Cris permanece”. El fin de semana pasado, Cristina Martínez (Astorga, 1993) lograba junto a sus compañeras del Depor Abanca el ascenso a la Liga F. Todo un logro conseguido a través de mucho esfuerzo y de tener las cosas muy claras.
Preguntada sobre qué pasos se dieron para que este año se consiguiera el ascenso de forma directa a falta de una jornada, evitando así pasar por el duro trámite de un playoff, esta maragata que porta el brazalete de capitana y el número 22 a la espalda lo tiene claro. “Aprendes de los errores, el año pasado se nos complicaron los partidos fuera de casa. Este año teníamos el objetivo fijado en el ascenso directo, ya que en el playoff puede pasar cualquier cosa”.
Después de que la selección femenina de fútbol lograse el año pasado ganar el Mundial y este la Liga de las Naciones, consiguiendo la clasificación para los JJOO, Cris ve que el seguimiento del fútbol femenino continúa creciendo. “En A Coruña tenemos la suerte de que la afición es muy grande y sigue en aumento. En los últimos partidos, con el ascenso tan cercano, la cosa incluso fue a más”. Sin embargo, sabe que queda mucho camino por recorrer, y esos pasos consisten, para la capitana, en darle más promoción. “Cuando publicitas los partidos con más tiempo, con más margen, el desplazamiento al estadio aumenta, eso es un hecho. Lo mismo ocurre con los partidos televisados”.
La maragata, hablando de la Selección Absoluta Femenina, destaca que atrae a mucha gente, a muchas niñas, pero que cambios de partido o de sede a última hora como se vio en ocasiones, no ayuda. Las peticiones para Cris son claras, “más publicidad y más patrocinio”.
Mientras se desarrollaba la llamada desde ILEON y preguntada por su proceso de renovación, que primero fue hasta 2022 y luego hasta 2024, la capitana nos anunciaba que su vinculación con el club gallego se acababa de prolongar hasta 2026. De cara a ese futuro cercano que es la próxima temporada en primera división, Cristina explica que se quedarán entrenando un mes más, porque si no el parón sería demasiado largo. A la vuelta, sabe que la pretemporada será más exigente que la pasada, “ya que los equipos a los que nos enfrentaremos serán del máximo nivel”.
Otra leonesa (en este caso berciana) que juega en el Depor Abanca es Lucía Alba García (Villafranca del Bierzo, 1999). La portera destaca que “ha sido una temporada dura porque queríamos conseguir algo muy ambicioso, pero al final ha merecido la pena”. No es habitual que alguien quiera ser portero, y Lucia empezó como lateral, pero en su primer año, en un entrenamiento vio como lo hacían los porteros, eso lo cambió todo. “Al principio no me dejaban porque ya habíamos empezado la temporada y teníamos dos porteros, pero en un partido nuestro portero no pudo venir y me puse yo. A partir de ahí lo tuve claro”. Lucía tiene claro que si una niña de Villafranca, o de donde sea, quiere jugar al futbol, que juegue, que no tenga miedo. “Hace años era raro ver una niña en un campo de fútbol, pero hoy en día, gracias al trabajo de muchas, ya no es así. Si tienen ilusión por jugar, adelante”.
Finalizando la conversación, la capitana del Depor Abanca es consciente de lo que ocurre a su alrededor y observa que “las niñas nos miran con cara de admiración, de asombro, y eso es muy bonito”. Cristina quiere lanzar un mensaje a las niñas que empiezan a dar los primeros toques a un balón, y no es otro que el siguiente: “que hagan lo que les gusta, que practiquen el deporte que les gusta, y que, si llegan a ser profesionales, espero que tengan cubiertas las mismas necesidades que si fueran niños, de eso va todo esto”.