Las mascotas más devotas por San Antón
Más de un centenar de leoneses y sus mascotas peregrinaron desde sus hogares hasta la iglesia de San Marcelo de la capital en esta soleada jornada de domingo, a la espera que el párroco de la misma impusiera la ya tradicional bendición de San Antón.
Con las tres vueltas de rigor de San Antón a la iglesia de San Marcelo portado por miembros de la Cofradía del Santísimo Cristo de la Expiración y del Silencio, el santo se adentró en el templo para presidir la eucaristía.
Mientras, en la plaza de San Marcelo, conocida por los leoneses como Plaza de las Palomas, más de un centenar de personas y sus mascotas se agolpaban a la espera de la ansiada bendición. Antes de ello y al concluir la misa, tuvo lugar el canto y las coplas a San Antón.
Una perra llamada Venus, que está a punto de cumplir los cuatro años de edad, fue la primera en pasar ante el párroco, para recibir una bendición que ya había recibido más años, según explicó su propietaria, Marián, quien lamentó que con la pandemia “estaban deseando volver”. Venus y Marián acuden a la cita “porque a perra le encanta estar con otros perros y porque es una tradición”.
Los perros fueron los protagonistas de la jornada, de todas las razas y tamaños, entre los que se encontraban el pequeño Duffy, de diez años de edad, que también acudió el año pasado a recibir su correspondiente bendición. La correa del pequeño estaba en manos de Leyre, de nueve años, que acompañada de su madre dijo que acudían porque “ya es muy mayor”, así como “para ver a otros perritos”.
No obstante, también se pudo ver algún que otro animal, aunque tímidamente, como fue el caso de Biorn, un hurón de seis años, que acudió a San Marcelo por segundo año consecutivo “para recibir su bendición porque ya es muy mayor”, ya que Beatriz, su dueña, es consciente de “toda ayuda está bien”.
Dentro de su trasportín se encontraba Simba, una gata de un año y medio, que recibió este año su primera bendición acompañada de su propietaria, Natividad, que ya acudía a la celebración antes de tener mascotas y que ahora lo hace en su compañía.
“Que el señor te bendiga y San Antón te proteja de todos los males del cuerpo”, decía el párroco mientras vertía gotas de agua bendita sobre las mascotas que celebran su gran día.