La Hermandad de la Sobarriba: entre San Isidoro y La Virgen del Camino

Hermandad de la Sobarriba (imagen: A. Barreñada)

Diego Fidalgo

Toda Hermandad es un movimiento popular que surgía desde la Edad Media para la defensa de los más débiles. El caso de la Hermandad de la Sobarriba destaca por haber pervivido en el tiempo manteniendo vigentes manifestaciones culturales y religiosas. Para tratar este tema hay que acudir a uno de los libros de referencia escrito por Antonio Barreñada sobre La Hermandad de la Sobarriba, en el que se recogen con gran acierto muchas circunstancias de la evolución histórica de esta Hermandad.

La Sobarriba desde el siglo XII fue devota a la figura de San Isidoro

La Sobarriba desde el siglo XII fue devota a la figura de San Isidoro. Dice la tradición, que tras una sequía muy importante que acaeció sobre estas tierras, al solución que se propueso desde la sociedad católica en la transición de la plena a la baja Edad Media fue implorar al santo a través de plegarias para que comenzara a llover. En el fondo, esta rogativa no dista mucho del “Foro u oferta” que hoy celebra la Ciudad de León en las Cabezadas. Las rogativas se celebraban en una romería que se desplazaba desde la Sobarriba hasta la ermita de San Isidoro, que por aquel entonces estaba situada en el alto de Trobajo “en la feria quinta después del domingo de quasimodo”.

Las Ordenanzas que rigen la Hermandad escritas en pergamino en 1597 se conservan en el ayuntamiento de Valdefresno

La procesión pasaba por la Plaza del Grano, con una parada en la Iglesia de Santa María del Camino, situada en esta zona de la ciudad. Finalmente, la Sobarriba, para no coincidir con la capital, cedió la ofrenda a San Isidoro a la capital. Desde 1505, año de la aparición de la Virgen del Camino, la devoción de los sobarribanos derivó hacia esta Virgen. Así pues, desde la Hermandad ya se llevan cinco siglos de Regla, Ordenanzas y Constituciones para la Procesión de Nuestra Señora del Camino por parte de la Hermandad de la Sobarriba. Las Ordenanzas que rigen la Hermandad escritas en pergamino en 1597 se conservan en el ayuntamiento de Valdefresno.

Tradicionalmente, la procesión anual para cumplir con el voto se iniciaba y finalizaba en la Iglesia de Santa Ana de la capital leonesa, dónde se concentraban los pueblos de la Hermandad, realizando la tradicional visita a la Iglesia de Santa María del Camino en la Plaza del Grano y desde allí desplazándose hacia las proximidades de la Virgen del Camino. En el siglo XVI, la Hermandad estaba compuesta por 37 lugares, incluyendo el Arciprestazgo de la Sobarriba.

Para mantener esa tradición de la Hermandad de la Sobarriba se desarrolló un elemento que mantiene vivo la memoria de la antigua Hermandad: “Los Ayuntamientos del Voto”. En origen estaban formados por los ayuntamientos que componen la Sobarriba: Valdefresno y Villaturiel, aunque modernamente se han unido el Ayuntamiento de León, como capital de la provincia, y el de Valverde de la Virgen, representando a la Hermandad de la Valdoncina.

La tradición de ofrecer el Voto a la Virgen del Camino aún hoy se sigue desarrollando y con motivo de la fiesta de San Froilán se sigue manteniendo el fervor popular y la tradición de siglos

Los “Ayuntamientos del Voto” incluso en alguna ocasión fueron ampliados, fue el caso del Proceso de Coronación Canóniga del Obispo Álvarez de Miranda al que fueron convocados como parte del voto: los cabildos Catedral y Colegial, la Diputación, el ayuntamiento de León, el de Armunia, Villaturiel, Garrafe, Valverde, Villadangos, Santovenia, Chozas, Villaquilambre, Valdefresno, Cuadros, Sariegos y Onzonilla; es decir, todos los ayuntamientos del alfoz de León.

La tradición de ofrecer el Voto a la Virgen del Camino aún hoy se sigue desarrollando y con motivo de la fiesta de San Froilán se sigue manteniendo el fervor popular y la tradición de siglos.

El proceso de bajar en procesión a la Virgen, visto desde la actualidad

Los estatutos de la Hermandad de la Virgen del Camino de la Sobarriba y el ceremonial explican el proceso procesional de la imagen de la Virgen, se comunica al Ayuntamiento de León, el cual acepta el voto y nombra una legacía compuesta por dos concejales para concertar fecha con el obispo.

Transcurrido el novenario o el plazo pactado para la estancia de la imagen en León, se procede a llevar a la Virgen del Camino hasta su santuario

Una vez determinado el día, se comunica a los ayuntamientos interesados, y en el día y a la hora señalada se presentan en el santuario los dos legados municipales, junto a los otros dos miembros del Cabildo de la Catedral designados por el obispo, quienes proceden a sacar la imagen del santuario. En las proximidades del antiguo pozo, ceden su turno a los ayuntamientos de Valdefresno, Villaturiel y Valverde, quienes la traen hasta la ciudad, recogiéndola el Ayuntamiento de León, quien la trae hasta el templo de San Marcelo o en La Catedral. La recibe el alcalde, quien deposita en ella un ramo de flores, y se entrega al Cabildo de la Catedral que será quien la lleve hasta el templo, en donde se harán los oficios religiosos de que se disponga. Transcurrido el novenario o el plazo pactado para la estancia de la imagen en León, se procede a llevar a la Virgen del Camino hasta su santuario, ejecutándose los mismos trámites pero esta vez en sentido inverso.

Actualmente, la venida de la Virgen del Camino a León es toda una romería acudiendo todos los lugares del contorno con sus cruces parroquiales, insignias, pendones y demás distintivos. Es sacada de su santuario por dos concejales de la capital y dos capitulares, acompañada por los dominicos, esperan en el exterior los pendones de la Sobarriba y del pueblo de la Virgen, además de la pendoneta del Santuario.

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