Los vecinos “ponen el cascabel al gato” por el intento de engaño con una antena de móvil

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ileon.com

El “oscurantismo” y las “formas poco dignas” empleadas esta semana por trabajadores de una contrata de la compañía de telefonía que decía estar buscando ubicación urgente para una enorme antena de telefonía móvil de la compañía Vodafone, en al menos las localidades de Cuevas y Celada de la Vega, ha provocado la unánime reacción contraria de los vecinos de ambas poblaciones y del Ayuntamiento de Valderrey.

A causa de la alarma creada por la intención de tender de manera urgente y con 'malas artes' una infraestructura que la empresa decía que prestaría servicio de telefonía a la autovía A-6, el Ayuntamiento de Valderrey, las Juntas Vecinales de ambas localidades y la Asociación de Usuarios de Servicios Públicos de Celada han acordado la creación inmediata de una Plataforma para la Protección Frente a las Emisiones Radioeléctricas de Cuevas y Celada de la Vega.

La pretensión de la compañía Arca Telecom era ejecutar la antena, sin contar con ninguna institución de la zona y negociando sólo de manera “oscurantista” con vecinos de la zona, a quienes urgían una firma inminente a cambio de 1.000 euros anuales por espacio de quince años por cada cien metros cuadrados, según manifiesta Benedicto, uno de los afectados.

“Traía un plano muy detallado del lugar y tenía prisa por cerrar el arrendamiento, insistiendo en que no lo hablara con nadie y que no me preocupara de si esto era bueno para la salud, porque total, para cuatro vecinos que éramos...”, recuerda este vecino de Cuevas.

Esta insistencia, y el grave hecho de que el lugar elegido distaba unos pocos centenares de metros de este pueblo y menos aún de Celada, le puso en alerta.

Negociar una ubicación

El Alcalde de Valderrey, Gaspar Cuervo, al igual que el pedáneo de Cuevas, Andrés Domínguez, y la portavoz de la Asociación de Celada, insisten en que la plataforma “no se niega a este tipo de instalación, porque nuestros pueblos siempre defenderán la mejora de los servicios básicos, como demostramos por ejemplo con nueva red wifi gratuita”.

Pero reclaman a la empresa toda la información sobre sus pretensiones, que no negocien a espaldas de las instituciones que representan los intereses de todos los vecinos y que establezcan, junto con ellas, la ubicación más idónea para la antena, más alejada de las poblaciones habitadas y que de este modo “no causen efectos perniciosos para la salud de los habitantes de los pueblos”, además de romper totalmente la estética del lugar.

El Ayuntamiento lamenta que la legislación en vigor otorgue total libertad a las compañías para negociar con particulares, “que a veces tienen necesidades y pueden caer en la tentación del dinero que les ofrecen”, dado que cuando obtienen suelo privado, están exentas de los rigurosos permisos medioambientales y ordenanzas municipales que sí se les exige en terrenos comunales o públicos.

El “cascabel al gato”

La Plataforma se ha dirigido a la empresa para concertar una reunión y negociar, y si el proyecto es visto con buenos ojos, buscar alguna posible ubicación. Pero en cinco días no ha recibido contestación alguna, mientras que ahora telefónicamente la empresa sigue buscando un lugar para su antena.

El regidor defiende que “si los pueblos no somos dignos ni de trenes, ni de médicos, ni de servicios públicos básicos, tampoco seremos los paganos de su desarrollo a costa de nuestra salud y de nuestros paisajes”. “Por ahora, nosotros ya le hemos puesto el cascabel al gato, pero aún así seguirá intentando cazar; es una alerta para los vecinos de los alrededores”, concluye.

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