'Un León para comérselo'

Recién llegada de una experiencia espeleológica. La actriz Ana Duato aterrizó esta tarde en León poco después de terminar el Curso de Aguas de la Cueva de Valporquero (municipio de Vegacervera), uno de los espacios que aparecen en el capítulo de la serie 'Un país para comérselo' que se graba durante cuatro días en la provincia y de la que es conductora. En su recorrido por la provincia tiene un guía muy televisivo; el montañero Jesús Calleja, que destacó que ha podido comprobar que Ana Duato disfruta de cada parada del viaje por todo el país que los espectadores de Televisión Española podrán ver a partir del mes de septiembre.

La presidenta del Consorcio Provincial de Turismo y de la Diputación, Isabel Carrasco, y el vicepresidente de la entidad y alcalde de la capital, Emilio Gutiérrez, ejercieron de anfitriones de la actriz, quien compareció esta tarde en la sede de la institución provincial para ofrecer algunos detalles del proyecto televisivo en el que sucede a Imanol Arias y Juan Echanove.

Ella subraya que se trata más bien de una nueva etapa de la serie, en la que el protagonismo gastronómico de la anterior también deja espacios para la cultura, el deporte o la historia. Isabel Carrasco destacó la importancia del episodio que se graba desde ayer y hasta el viernes en Astorga, Sahagún, Picos de Europa, Villanueva de Carrizo o el río Órbigo, entre otros lugares, como un escaparate abierto a todos los españoles y al mundo entero a través de la cadena pública de televisión.

La comarca de El Bierzo no aparece en este capítulo pero podría tener su propio espacio en un programa dedicado específicamente al vino. La presidenta del Consorcio recordó el lema que reza que León es “la tierra del contraste infinito”, en respuesta a un comentario de Duato que destacaba precisamente la variedad del paisaje de la provincia. No obstante, la actriz afirma que, de lo visto hasta ahora, lo que prefiere de la provincia son “sus gentes, hospitalarias, profundas, buenas y trabajadoras”.

Así lo manifestó después de definirse como “una peregrina, una privilegiada” por ejercer una labor que considera apasionante y en la que ejerce de transmisora, entre otras cosas, “del orgullo que la gente siente por lo que hace y de las raíces que les unen a la tierra y a la naturaleza”.