La Diputación dejará su deuda a cero tras aprobar mañana pagar de un plumazo 29 millones de euros
El día de mañana miércoles 25 de octubre de 2017 será recordado como la histórica fecha en la que la Diputación de León pasará a tener 0 euros de deuda. No le deberá nada a los bancos ni a organismos públicos de crédito, una rara avis en el panorama administrativo español.
El contador de la deuda a cero es lo que se comprometió públicamente a asumir el equipo de Gobierno del PP que preside Juan Martínez Majo y ese contador a cero es el que será aprobado, con total seguridad, en el Pleno ordinario convocado para mañana en la institución provincial.
El acuerdo será en base a un informe, ya ratificado en la Comisión de Hacienda y Contratación celebrado el pasado 18 de octubre, en el que se concretan las cifras al detalle. Según ese informe, el Pleno podrá cancelar anticipadamente un total de 4 créditos (uno de ellos, una refinanciación), que este mismo Pleno aprobó en su día, todos ellos con la entidad entonces llamada Caja España, hoy EspañaDuero. Todos ellos, que son los más antiguos y aún vigentes, fueron suscritos en el año 1998, hace la friolera de 19 años. Se refinanciaron en 2004 y aún quedaba pendiente de afrontar el pago de 1,7 millones de euros.
El segundo bloque es de los créditos aprobados a través de la Junta de Gobierno, de los que aún restan por pagar 13,3 millones de euros. Son en concreto tres créditos, dos de ellos de 2008 y otro del año siguiente, en plena crisis, ante la imposibilidad de afrontar los planes de obras en los pueblos. Al haberlos aprobado el propio equipo de Gobierno del PP, es ese mismo órgano el que debe ser autorizado para aprobar ahora su cancelación.
Por último, el Pleno de mañana facultará al presidente de la Diputación, en este caso Martínez Majo, a 'ventilar' otros 13,8 millones más aún pendientes de pagar, créditos que datan de los años 2001, 2006, 2017 y otros dos de 2010, también vinculados en su mayoría a la realización de inversión en obras.
El anuncio de poner el marcador a cero fue avanzado ya hace meses por Martínez Majo ante la noticia de que la institución dispone de un amplísimo montante económico, sobrante de los últimos ejercicios, entre otras cosas por el enorme volúmen de falta de inversión y gestión generado tras la muerte de la presidenta Isabel Carraco en 2014, la corta presidencia de su sucesor, Marcos Martinez Barazón, detenido e imputado en la Operación Púnica ordenada contra esta red corrupta por la Audiencia Nacional, y la época de impás posterior con presidencia casi accidental de Emilio Orejas. Una situación que dejó 'en los cajones' de la institución unos 60 millones de euros disponibles.
Cabe recordar que con la llegada a la Diputación de la presidenta Isabel Carrasco, en 2007, la tendencia al endeudamiento y los créditos reinante hasta entonces tuvo un punto de infléxión, y en cada presupuesto a partir de ese año se destinaba una amplia partida -muchas veces superior a la de inversión- para amortizar la deuda. El plan de pagos era siempre la prioridad de sus gráficos, presupuesto tras presupuesto.
Es más, aún resuenan sus amargas críticas públicas a la “herencia recibida” de sus propios compañeros de partido, en su caso primero de José Antonio Díez y Javier García Prieto, que a su vez habían heredado algunos endeudamientos de gobiernos socialistas como el de Agustín Turiel, créditos que ya no existen por haber transcurrido 22 años desde el adiós del PSOE en la máxima responsabilidad provincial.
Que la deuda será historia desde mañana en la institución es una realidad asegurada, ya que el PP tiene mayoría absoluta en el Palacio de los Guzmanes. La única duda es si será por unanimidad del resto de los grupos políticos o no.