Confederación Miño-Sil insiste en diferenciar entre “escasez coyuntural” y “sequía prolongada”

César Sánchez / Ical. El presidente de la Confederación Hidrográfica del Miño-Sil, Francisco Marín, a su llegada a la jornada pública de presentación del plan especial de gestión de sequías en la demarcación Miño-Sil.

D. Álvarez / Ical

El presidente de la Confederación Hidrográfica del Miño-Sil, Francisco Marín, presentó este lunes en Ponferrada el borrador del nuevo plan especial de gestión de sequía para la demarcación, una actualización del programa redactado en 2007 que permitirá diferenciar entre situaciones de “sequía prolongada”, con precipitaciones sensiblemente inferiores a la media, y de “escasez coyuntural”, en las que el suministro no permita garantizar las demandas de los ciudadanos. “En el Bierzo hubo sequía, pero no escasez, como sí hubo en otras zonas de Castilla y León”, explicó Marín.

El presidente de la Confederación recalcó que la situación en la comarca berciana sigue siendo de “prealerta”. “La cuenca está mejor y el año hidrológico es más positivo”, insistió Marín, que destacó que a estas alturas de año hidrológico, en 2017 las precipitaciones se encontraban un 40 por ciento por debajo de la media. En cambio, este año, el descenso respecto a la media es sólo del 20 por ciento, lo que sumado a las expectativas de nieve y lluvia para las próximas semanas, repercute en una mejora del nivel de agua embalsada.

“Tendremos que ver la evolución en los próximos meses”, aseguró Marín, que confió en que los “indicadores más realistas y pegados al territorio” que incluye el nuevo plan sirvan para afrontar en mejores condiciones estas situaciones provocadas por el cambio climático. “Necesitamos estar mejor preparados para convivir con fenómenos extremos de sequía o inundaciones”, resumió el presidente del órgano de gestión de las aguas en la comarca.

En esa línea, aparte de la diferenciación de los conceptos de sequía prolongada y escasez coyuntural, el nuevo plan también introducirá un doble sistema de indicadores “más robustos” para caracterizar la situación más adecuadamente con respecto a las figuras de emergencia, alerta o prealerta.

Además, el nuevo plan, cuyo borrador se someterá a información pública hasta el próximo 22 de marzo, permitirá decretar la situación de sequía extrema en un ámbito territorial concreto, en lugar de en toda la cuenca, explicó Marín, que aseguró que esa medida permitirá a la Administración central poner en marcha actuaciones urgentes mediante decreto para paliar los efectos de la sequía. En ese sentido, los encargados del plan deberán elaborar un informe a posteriori siempre que se produzca una situación de este tipo.

Por último, el nuevo plan mantiene la obligación de que Ayuntamientos y mancomunidades que atiendan a una población de más de 20.000 habitantes dispongan de su propio plan de emergencia ante situaciones de sequía, de acuerdo con lo indicado por el Plan Hidrológico Nacional.

Modernización de regadíos

Por otro lado, Marín valoró el proyecto de modernización de regadíos del Canal Bajo del Bierzo que lidera la Junta como el “último tren” para un territorio en el que las comunidades de regantes tienen una importancia capital debido al potente sector agrícola de la comarca. “Espero que se encuentre una solución satisfactoria”, aseguró el presidente de la Confederación Miño-Sil, que forma parte de la mesa de trabajo que está trabajando en el proyecto.

En la misma línea, Marín recordó que la instalación de contadores para controlar el agua consumida por los regantes es “una exigencia de la UE”. “Tenemos que saber cuánta agua consumimos para establecer unas dotaciones que se correspondan con las necesidades”, explicó.

Expediente sancionador

Además, Marín también confirmó la apertura de un expediente sancionador contra los responsables de la mina situada en el municipio de Igüeña que ha provocado vertidos incontrolados al cauce del río Tremor. El presidente de Confederación alertó que éste es “un problema recurrente, consecuencia del abandono de la minería del carbón”.

En ese sentido, advirtió que el agua analizada por los técnicos del organismo presenta una “gran concentración de metales pesados” y recordó que “el importe de la multa que se imponga irá en función de la valoración de daños”. Al respecto, Marín confió en que el instructor del procedimiento “investigará para dar con el titular” de la explotación.

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