Aparecen los primeros restos humanos de una fosa en Busdongo tras las primeras horas de exhumación

Los trabajos en la fosa de Busdongo.

Redacción ILEÓN

La Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH) ha iniciado la mañana del lunes 17 de abril las labores de búsqueda de una fosa común donde espera encontrar los restos de cuatro republicanos asesinados por fuerzas fascistas en la localidad leonesa de Busdongo, el 21 de octubre de 1937, poco después de la caída del frente de Asturias.

La ARMH quiere dejar claro que lleva a cabo estos trabajos con sus propios recursos, sin optar a subvenciones porque “porque reclama que el Estado cree una institución que ayude a las familias y no las obligue a competir por los escasos recursos”.

Se buscan los restos de: Florentino Martínez Cañón, Elías Rodríguez Tascó, Manuel Rodríguez Cañón y Pedro Suárez Arias. La ARMH asegura que existe la posibilidad de que en la fosa pudiera encontrarse un cuerpo más.

A las 9 horas han iniciado las labores de búsqueda y no han tardado mucho tiempo en dar con un casquillo de bala que ha anunciado la aparición de los primeros restos. Los trabajos están siendo dirigidos por el arqueólogo Serxio Castro, acompañado de un grupo de voluntarios de la asociación.

Contexto histórico

Con la caída del Frente Norte de León en manos de los golpistas, en octubre de 1937, la zona sufrió episodios de represión de extrema violencia. “Casares de Arbas, Busdongo de Arbas, forman parte de esos pueblos donde los golpistas entran a sangre y fuego; asesinando y desapareciendo a todos aquellos vecinos sobre los que hubiese la más mínima duda, de haber apoyado al Gobierno legítimo de la República”, comentan desde la ARMH.

Los testimonios hablan de decenas de detenciones y fusilamientos en los pueblos de la zona, que terminaron sembrados de fosas comunes. Entre la que se encuentra la fosa de Busdongo de Arbas, situada según los testimonios detrás de lo que era el cuartel de la Guardia Civil.  

La historia de las víctimas

Elías y Pedro tenían 19 y 26 años respectivamente cuando fueron asesinados, ambos eran vecinos de Busdongo. Elías era jornalero, aunque en la documentación encontrada también aparece como camarero. Pedro era carpintero. Ambos pertenecían a la Juventudes Socialistas Unificadas (JSU) y en agosto de 1936 se inscribieron en las milicias populares para defender la República. Fueron militarizados y formaron parte del Batallón de Pola de Gordón. 

Sabemos, por la familia de Elías, que fueron asesinados y enterrados en el mismo lugar. en la parte trasera del antiguo cuartel de la Guardia Civil de Busdongo después de ser detenidos unas pocas horas antes. Sus asesinatos nunca fueron registrados en ningún documento oficial.

Manuel fue ejecutado por las tropas golpistas que tomaron la zona de Villamanín a los 48 años, era miembro de la UGT de Casares de Arbas. En el momento de su asesinato estaba casado con Remedios Rodríguez y tenían 5 hijos. Una vez tomada la zona por los golpistas fue detenido delante de su mujer e hijos, según testimonios del pueblo, como otros tantos fue conducido al cuartel de la Guardia civil de Busdongo de Arbas donde a pocos metros sería ejecutado y arrojado a una fosa común.

Su certificado de defunción, registrado fuera de plazo, indica que “falleció” en noviembre de 1937 en Busdongo. La causa de la muerte: “Fusilamiento en nuestra contienda civil”.

Sus propios descendientes citan que fue detenido junto a Florentino Martínez Cañón el día 21 de octubre de 1937, ejecutados y enterrados en la misma fosa común el 22 de octubre de 1937 a menos de 200 metros de la parte trasera de los que fue el cuartel de la Guardia Civil de Busdongo.

Por su parte, Florentino era vecino de Casares de Arbas y tenía 64 años cuando fue asesinado. En el momento de su muerte estaba casado con Tomasa Martínez y tenía 4 hijos. Con la llegada inminente de los golpistas a Casares de Arbas, la familia de Florentino se exilió temporalmente a Asturias. Más adelante, Florentino volvió a Casares con parte de su familia. Su hija María y su marido, profesor y miembro de las Misiones Pedagógicas, se exiliaron a Francia.

A su llegada a Casares de Arbas, Florentino fue detenido por la Guardia Civil delante de su mujer e hijos, supuestamente, delatado por un familiar. Según cuenta su familia, después de esta detención su hijo fue interrogado en varias ocasiones y eran sometidos a registros del domicilio habitualmente.

El día 22 de octubre de 1937, horas después de ser detenido, Florentino fue asesinado junto a Manuel Rodríguez Cañón y enterrados en la parte de atrás del cuartel de la Guardia Civil en Busdongo. Según su certificado de defunción, la causa de la muerte fue “a consecuencia de heridas de guerra”.

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