PSOE: “El PP nos toma de tontos, acusando a los demás por sus tropelías”
El Partido Socialista de León (PSL-PSOE) se reconoció hoy “asombrado y anonadado” al comprobar que “toda estrategia del PP es la desmemoria y tomar por tontos a propios y extraños, acusando a los demás de las tropelías que ellos protagonizaron” cuando tuvieron responsabilidades en el Gobierno y por las cuales ya sufrieron el consiguiente castigo electoral.
De otro modo, el número 2 al Congreso por León, Francisco Fernández, no entiende que al número 1 del PP, Alfredo Prada, “se le haya ocurrido en un mismo día culpar a los demás de una autopista que el PP hizo y blindó para impedir su rescate”, en referencia a la A-71 hacia Astorga, así como “de su prometida Escuela de Pilotos, que no fue más que un histórico y tremendo engaño electoral popular”.
Fernández recordó que, “con el BOE en la mano y un poquitín de memoria” es sencillísimo comprobar no sólo que “la autopista León-Astorga la hizo el PP de Aznar y de Prada antes de dejar el Gobierno” sino que se otorgaron a la empresa concesionaria condiciones extraordinarias para “impedir que nadie, jamás, pudiera trasformar las cabinas en una autovía” por la que “siempre, siempre, luchó el PSOE”.
También remarcó el secretario provincial socialista que el compromiso de rescate de la AP-71 se realizó ciertamente en el Plan Oeste, aclarando que era un programa de gobierno autonómico que “truncó la victoria del PP en la Junta” pero que “no formó jamás parte de los compromisos de Zapatero en su Consejo de Ministros en León”, porque para entonces “el PSOE ha había descubierto y denunciado la jugarreta del PP a todos los leoneses, los astorganos y los bercianos”. “Ese tique de peaje que hoy esgrimió es su tique de peaje, la condena del PP a esta provincia, y nadie salvo ellos tienen tan floja la memoria”.
La “desfachatez” de la Escuela de Pilotos
Pero “la gota que colma el vaso” de la “desfachatez” del PP es achacar al Gobierno socialista “el engaño histórico, la tomadura de pelo” de la Escuela de Pilotos que prometió Aznar en León en el año 2000, en víspera de elecciones, y que se quedó “en un monumento nacional” al engaño electoral erigido “personalmente por el señor Prada” durante los años sucesivos.
