El PSOE denuncia la desatención médica en la residencia municipal

La concejala socialista Catalina Díaz denuncia la desatención médica que, debido a los recortes en personal y la mala planificación, sufren los mayores de la Residencia Municipal Virgen del Camino y que ha llevado a alguno de ellos a realizar una queja pública de la situación. Según los mayores, no existen guardias para atender las 24 horas de atención de enfermería por lo que, en algunos casos, es personal no cualificado el que debe de organizar la medicación de los

ancianos residentes.

Esta es una de las deficiencias más graves detectadas en la residencia tras el cambio de dirección al frente de la misma pero no es la única queja que realizan los residentes y avalan los trabajadores. “Sólo la disposición y coordinación de los trabajadores y trabajadoras del centro posibilita que exista una atención continuada durante las jornadas ya que ni la dirección del centro ni la concejala han organizado el cuadrante del personal por lo que se producen periodos de desasistencia”, indica la concejala socialista.

No obstante, los recortes implantados en la residencia “que entendemos dentro del plan de privatización del centro municipal sobre el que ya hemos alertado en numerosas ocasiones” y los problemas en la dirección han generado más quejas y reclamaciones por parte de los residentes que denuncian las deficiencias en la limpieza del centro y algunos problemas con la dieta. “La alimentación no es ajustada a las personas mayores y, en algunos casos, los mayores denuncian que es escasa”, apunta la edil socialista.

Catalina Diaz ha solicitado información, a través de la Comisión de Familia, de los cambios en el servicio de catering que se han aplicado en el centro en los últimos meses para confirmar las múltiples denuncias de deficiencias que han declarado tanto residentes como algunos de los trabajadores. Catalina Díaz lamenta una situación en un centro que, hasta ahora, era modélico y denuncia el temor que tienen los residentes a que existan represalias contra ellos si se conocen los nombres de los denunciantes de estas carencias y mal funcionamiento.

“No tengo familia, no tengo donde ir si me echan dónde iré”, se pregunta ante la concejala un residente que asegura que el miedo es generalizado y por eso se explica que no existan más quejas públicas aunque el “cada vez su cuota de residencia sea mayor y su servicio peor”.