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Pablo Calvo (Vox): “La política tiene que ser nacional. No podemos legislar en el Congreso para una región específica”

Diputado nacional de Vox por León en los últimos tres años y medio, Pablo Calvo saca su hoja de servicios de la legislatura para presumir de haber llevado al Parlamento cuestiones pendientes para la provincia. Y eso no quita para reafirmar que “la política tiene que ser nacional”. “Hay que volver a centrar en la familia el eje de todas las políticas”, remarca para reproducir el catálogo ideológico de la formación de extrema derecha.
Calvo apela a la sangría demográfica para considerar que León debe recuperar su condición de “cruce de caminos”, además de encontrar alternativas económicas al cierre de sectores cerrados a cal y canto como la minería y las térmicas y reforzar otros tradicionales como la agricultura y la ganadería, que han sido “demonizadas de forma sistemática”
¿Cuál es su balance del devenir de León en esta legislatura?
Claramente León, como muchas otras provincias de España, ha venido a menos. Y eso no es más que fruto de las políticas, no sólo de este gobierno, sino de las herencias de los anteriores gobiernos, también del Partido Popular.
Ha estado cuatro años de diputado. ¿Cuál es la aportación que ha hecho usted como diputado por León durante estos cuatro años?
Creo recordar, no sé el número exacto, pero son más de 5.000 las preguntas que se han hecho al respecto. Proposiciones No de Ley creo que son ocho, sobre temática de León. El resto de partidos no llegan ni a dos o a tres relativas a la provincia de León.
¿Y qué asuntos ha podido introducir en el debate nacional por esa vía?
Hemos propuesto que León fuera considerada como Patrimonio de la Humanidad a través de cinco edificios en la lista indicativa de la Unesco. Hemos hecho propuestas sobre el tema del ferrocarril de vía estrecha, antigua Feve. Hemos solicitado para el Centro de Alto Rendimiento en León la instalación de un rocódromo. Hemos pedido nuevamente que se potencie el eje atlántico, no solamente de mercancías de pasajeros a través de la Ruta de la Plata, sino como una vía que se potencie para poder tener una salida al puerto seco de Gijón. Hemos vuelto a pedir agilidad para Torneros. La León-Valladolid lleva 20 años y tenemos un tercio del total. La Ponferrada-Orense ni está ni se la espera: 20 años de proyecto.
¿Cómo valora estos cuatro años de Gobierno socialista?
Es un auténtico desastre.
El PSOE siempre dice que a León le va mejor cuando gobiernan los socialistas.
No, creemos que no. Perdemos 4.000 habitantes. La capacidad adquisitiva de los habitantes de León es muy baja. Los jóvenes no se pueden emancipar. Tienen que permanecer en casa de los padres con mayor edad de toda Europa. Andamos por los 33-35 años de media. Somos número uno en todo lo malo en todas las cifras económicas.
Hay que volver a situar a León en lo que ha sido históricamente: un cruce de caminos. Económicamente tenía una potencia industrial que ha sido absolutamente desmantelada. Tenemos ganadería y agricultura. Y han sido demonizadas
¿Y cuál es la solución de Vox para revertir esto en el caso de la provincia de León?
Primero, hay que volver a centrar en la familia el eje fundamental de todas las políticas. Tenemos que ayudar a las familias a progresar y a que vuelvan a tener economía suficiente. Tenemos un incremento enorme en el último año del número de familias que no pueden llegar a fin de mes. Proponemos que en los productos básicos el IVA se elimine. Que los impuestos no sean confiscatorios. Que se pueda vivir de los empleos, de los trabajos, de las profesiones, de los comercios, de las pequeñas empresas. Parece poco, pero es muchísimo. Con estas simples medidas se podría reactivar toda la economía. Los impuestos deben implementarse cuando haya crecimiento económico. Si no lo hay, no podemos seguir confiscando las rentas de los españoles.
¿Qué necesita la provincia de León y en qué medida se podría conseguir con usted en el Congreso de los Diputados?
Hay que volver a situar a León en lo que ha sido históricamente: un centro, un cruce de caminos. Económicamente tenía una potencia industrial que ha sido absolutamente desmantelada. Tenemos agua. Tenemos, por lo tanto, ganadería y agricultura. Y han sido demonizadas durante estos últimos tres años y medio o cuatro de forma sistemática. El sector turístico es muy importante. Somos Camino de Santiago. Habría que potenciar ese camino como ruta turística y como ruta de fe. Y, en definitiva, hay que volver a colocar a León en lo que fue. Se desmantelaron las minas y no hubo alternativa para ellas. Se han demolido las centrales térmicas. Se están empezando a derribar presas. Dentro de poco le pasará a la de San Facundo en el Bierzo. Se están limitando los regadíos. Según dice el Gobierno, el agua debe fluir. El problema es que fluye hacia el mar. Y hay zonas de España que pasan sed. Incluso en León, que es una provincia rica en agua, estamos pasando sed. No solamente en consumo humano, sino en regadíos y en el campo.
Se desmantelan instalaciones energéticas al mismo tiempo que se están promoviendo otro tipo de energías renovables en forma de macroparques que están generando mucha polémica en la provincia. ¿Cuál es la postura de Vox al respecto?
Nosotros siempre estamos abiertos a la tecnología. Pero hay que ir paso a paso. No podemos desmantelar toda la base energética y la soberanía nacional. Y debemos apostar por las renovables, pero como un mix, no como alternativa única. Entendemos que las nucleares pueden devolvernos soberanía energética para no depender de países terceros y, sobre todo, para que la factura de la luz de los españoles no se lleve a unas cotas inasumibles. Cuando más frío tenemos, se derriban centrales y se paga un precio del gas absolutamente inasumible por todos. Ni la cesta de la compra ni la energía pueden suponer un límite al progreso y a la prosperidad de las familias españolas.
¿Es partidario de un trato diferenciado y específico al noroeste en general, a Castilla y León como Comunidad y la Región Leonesa a la provincia de León?
Partimos de la base de que no solamente es la zona noroeste. Hemos contabilizado del orden de 42 provincias en España que están en una situación similar. Eso que llaman la España vaciada no es tal, es una España abandonada, una España absolutamente traicionada. Pero traicionada por las políticas de estos tres años y medio y por las políticas de hace décadas. Entonces, tratamiento diferenciado sí, pero para todos los españoles. Es decir, la igualdad ante la ley es un derecho constitucional y hacia ello debemos acudir.
Hablaba de políticas de regadío antes pero la presa de San Facundo lleva décadas sin uso. Y se están proyectando nuevas presas en León, que son las de Carrizo. Y todavía tenemos más hectáreas de regadío, según las estadísticas del Ministerio. Esos datos no concuerdan con su discurso.
Cada vez hay menos agua. Es cierto que se está incrementando el número de superficie de regadío. Pero ya veremos de dónde sacamos el agua porque hay una contradicción entre lo que está haciendo la Junta de Castilla y León, de la cual formamos parte del Gobierno, y lo que está haciendo el Gobierno nacional. Los dos dicen que están poniendo mucho dinero en un regadío. Pero aquí la Junta ha construido una presa en Palencia, la presa de Las Cuevas, para regar todo el norte de Palencia. Eso está contrastando con las más de 300 presas que ha derribado el Gobierno de la nación.
No podemos desmantelar toda la base energética y la soberanía nacional. Y debemos apostar por las renovables, pero como un mix, no como alternativa única. Entendemos que las nucleares pueden devolvernos soberanía energética
Pero entonces, ¿cuál es la solución de Vox? ¿Más presas?
Hay que mantener las que hay y allí donde sea necesario hay que construir elementos de ordenación hídrica. Necesitamos un plan hidrológico nacional para España, que no existe. El que hizo el Partido Popular está en el cajón y ha dicho ya por activa y por pasiva que no lo va a rescatar. Entendemos que el agua es un bien común. No podemos decir que el agua es ni de León, ni de Galicia, ni de Asturias, ni de Aragón o de Cataluña. Es un bien común y habrá que trasladarla allí donde sea necesario. Y hay que hacer infraestructuras hídricas. Tenemos una presa en Granada, hecha desde hace décadas, pero falta la tubería que conecta. Es el problema que tiene Doñana. El problema que tiene Doñana es que existe agua pero no se lleva a Doñana. Y en León ocurre otro tanto de lo mismo. Tenemos unas infraestructuras preparadas pero al final el agua no llega. Y cuando llega, lo hace de una forma inadecuada porque la Ley de Cambio Climático no permite tantos hectómetros cúbicos al año para poder regar esas zonas. Nos vamos a encontrar con que hay una administración que pretende hacer una determinada política hídrica, medioambiental y de agricultura y ganadería. Y tenemos un Gobierno central que está impidiendo realizar todas estas obras precisamente por la Agenda 2030 y las agendas globalistas. Tenemos un puzzle muy bonito pero las piezas no encajan.
¿Y cuál es el problema concreto en León? Llevamos incluso agua a Palencia y Valladolid, vía trasvase de Riaño-Carrión. ¿Cuál es el problema concreto que detecta Vox aquí en León? ¿Que faltan embalses? ¿Falta agua?
Embalses tenemos. Se podrían hacer determinadas presas pequeñas para mantener el agua. Pero la cuestión es que hay pueblos donde no llega el agua y hay que mantener a la población con agua potable y con cisternas. Esto es lo que es enormemente contradictorio. Y esto pasa tanto en épocas de bonanza de lluvias como en épocas de sequía. La contaminación de las aguas es un problema de cada municipio, de cada junta vecinal correspondiente, que tiene que hacer el tratamiento oportuno. Pero no queremos que sea un problema de carencia de aguas ni de recursos. Tenemos que hacer obras e infraestructuras para llevar el agua allí donde sea necesario. Lo que no podemos es derribar las pocas infraestructuras que tenemos por una entelequia y un fanatismo climático y un fanatismo ambiental que no nos lleva a ningún sitio.
¿Las situaciones que vivimos ahora de olas de calor, como el verano pasado, no obedecen a criterios científicos reales?
Los grados que tenemos son los que son. Pero, más allá de ello, precisamente hay que poner los medios para combatir lo que hay. Lo que no podemos es cuando pasamos es derribar presas.
Pero la mayoría de lo que denuncia que se derriban son azudes pequeños. O presas sin funcionamiento, como e el caso de la de San Facundo.
Sí, sí, la conozco perfectamente. Esa lleva años en desuso. Era una presa que se usó en su momento. Cuando hay un incendio al lado, hay que ir a coger agua de allí. Y en su día, suministró de agua potable a los municipios del entorno. Si la tiramos y necesitamos en un momento dado agua, no la tenemos.
Hay infraestructuras, algunas ya citadas en esta entrevista, que acumulan décadas de retraso en la provincia. ¿Cuáles serían las prioridades de su candidatura y su programa?
La provincia pierde en torno a 4.000 habitantes al año. Tenemos que tener servicios públicos de calidad y garantizados. Para ello es necesario que la población esté intercomunicada. Necesitamos que el ferrocarril de vía estrecha vuelva a entrar a León; hace 12 años que no entra, cuando la obra millonaria está completada y se está deteriorando. Necesitamos que el gasto público se realice de forma efectiva. ¿De dónde quitar para hacer el gasto público? Pues del gasto político, que se está llevando un porcentaje enorme de lo que se necesitaría para poder realizar infraestructuras que interconecten la provincia. La variante de Pajares, que en principio iba a abrirse en este verano, ya estamos hablando de septiembre-octubre como muy pronto. Y no es la primera vez que se aplaza.

Parte del debate político está volcado en qué sucederá el día después de las elecciones, los pactos que se puedan forjar. Y desde algunos sectores se teme que una hipotética entrada de Vox en el Gobierno tenga como consecuencia retrocesos en derechos sociales hasta situarlos antes de la vuelta de la democracia en España. ¿Qué le responde a esos análisis?
Yo creo que es al revés. Precisamente con Sánchez lo que hemos tenido es retroceso de derechos sociales. Hemos perdido en derechos y en libertades. Vox está con la sociedad. Llevamos cuatro años en la calle, sabemos perfectamente lo que necesitan los españoles, cuáles son las carencias y en dónde hay que incidir de una forma crucial.
¿Usted entiende que haya gente que tenga miedo a que Vox llegue al Gobierno central? Porque ha habido acciones de Vox contra el colectivo LGTBI pidiendo retirar banderas...
Nosotros estamos en contra de las colectivizaciones de la sociedad. Tenemos profundo respeto por la condición sexual de cada persona. Muchos homosexuales forman parte de Vox, incluso son candidatos. Lo que no podemos pretender es que un colectivo surja, que necesite ser sufragado con fondos públicos y que además sirva para enfrentar a los españoles entre sí. Pero en ningún momento nosotros hemos dicho nada contra los homosexuales, ni contra su condición, ni nada por el estilo. En nuestro programa, si se lee con detenimiento, precisamente lo que se hace es una defensa de la libertad de cada persona a decidir lo que sexualmente cada uno quiera. Lo que sí estamos también en disconformidad es, por ejemplo, con lo que se establece en la ley trans sobre la posibilidad de cambio de sexo en los menores de edad. Creemos que hay que defender a los niños, a los menores de edad. Y esa ley precisamente lo que hace es desprotegerlos, de una forma clarísima.
¿Y cuál es su fórmula en ese caso si una persona tiene esa condición?
Esa persona tiene una condición a partir de una edad en la que sea capaz de discernir lo que realmente quiere ser. Esa es nuestra posición al respecto. Una vez alcanzada la mayoría de edad, por supuesto, es libre de hacer lo que él quiera. Tiene unos padres, tiene unos responsables, tiene unos tutores, y entendemos que debería haber un Estado que también velará por su integridad. Científicamente se ha detectado que la persona, antes de llegar a esa mayoría de edad, necesita una madurez.
¿Y en el caso de eliminación de algunas leyes, como puede ser la ley del aborto o la ley de la eutanasia?
Nosotros somos plenamente respetuosos con la vida, desde la concepción hasta la muerte natural. Y creemos que lo que hay que hacer es protegerla, no ayudar a morir. Por eso nosotros siempre estamos del lado de la vida, no del lado de la muerte. Creemos que hay que establecer unas medidas de cuidados paliativos antes que tomar una decisión que muchas veces se toma precisamente porque la persona está desesperada y no tiene otra opción. Hay que darles esa opción de que pueda morir dignamente, que pueda soportar el sufrimiento que en un momento dado tiene, y en esa línea estamos.
Muchos homosexuales forman parte de Vox, incluso son candidatos. Lo que no podemos pretender es que un colectivo surja, que necesite ser sufragado con fondos públicos y que además sirva para enfrentar a los españoles entre sí
¿Y sobre las leyes de memoria histórica o memoria democrática, cuando la provincia es cuna de ese movimiento y de la exhumación de restos humanos en fosas?
Es una ley que va en contra de las libertades y que criminaliza a parte de nuestros abuelos. Creemos que ese tema está superado y lo que cabría es pasar página. Que cada uno quiera recuperar a sus familiares nos parece correcto, pero no por la vía del enfrentamiento. Otra derivada que tiene la Ley de Memoria Histórica, hoy de Memoria Democrática, es el cercenamiento de la libertad de cátedra, a la posibilidad de poder escribir sobre la historia conforme a la metodología de los catedráticos de Historia. El problema que tenemos ahora es que solamente hay una lectura de un periodo histórico de España en el que no se permite que se discrepe de él. ¿Qué ocurre? Pues que hay una serie de asociaciones, una serie de movimientos que pueden ir dirigidos a opinar sobre ese momento histórico y que van a ser perseguidos legalmente. Por eso estamos en contra de ellas. Y luego si Vox llega al gobierno derogará esa ley, entre otras. Es una ley claramente ideológica.
Y cuál cree que es la medida principal que un gobierno en el que Vox participara tiene que hacer en León...
La política tiene que ser nacional. No podemos legislar en el Congreso para una región específica. Es lo que se ha venido haciendo en los últimos años. Sobre todo con determinadas regiones que, a cambio de determinados votos en unas leyes y unos presupuestos, han ido sacando un mayor rédito político. Por eso las mismas políticas que necesita España en cualquier lugar donde haya una familia que no llegue a final de mes. Creemos que hay que volver a reindustrializar León, volver a colocar León como potencia agrícola, como potencia ganadera y como cruce de caminos a todos los efectos. Ya desde la época romana hemos sido un eje vertebrador norte-sur entre Gijón, Astorga, lo que es la vía de la Plata, desmantelada por el gobierno de Zapatero.
¿Volverían a poner la Vía de la Plata como tren?
Creemos que es fundamental. Como tren primero de mercancías: el nivel de uso del transporte terrestre de mercancías está saturado y volveríamos a colocar el tren. Lo hemos pedido en el Congreso en numerosas ocasiones. El Partido Socialista lleva en su programa los peajes en las autovías. El Partido Popular dice que va a mantener esta intención porque es un compromiso que ha realizado Sánchez con Europa y nosotros no vamos a asumir ningún compromiso que haya hecho Sánchez con anterioridad. Con Sánchez y con el socialismo distancia infinita.