El movimiento que devolvió la esperanza

Manifestación Botines contra desalojo acampadas acampada

I.R.

“Si la situación hace un año era mala, ahora es mucho peor. Hay más recortes, mucho más paro, más represión y se intenta rescatar a los bancos mientras se recorta dinero de sanidad o educación”. Quien pronuncia esta frase, que prefiere mantenerse en el anonimato para conservar el movimiento como nació, sin protagonistas, saldrá esta tarde a la calle en León para mostrar su rechazo a la situación actual y apostar por la búsqueda de alternativas.

Lo hizo hace un año y lo ha seguido haciendo durante los 12 meses siguientes a aquel despertar que, surgido en Sol e inspirado en las revoluciones árabes, mantuvo durante días Botines -igual que muchas otras plazas españolas- teñido de tiendas de campaña. Fueron días emocionantes y de mucha tensión política por las elecciones municipales y autonómicas que se celebraron el 22 de mayo. No nacieron para apoyar a un partido. Apolíticos, quisieron denunciar el hartazgo de los ciudadanos con la corrupción y el abuso de quienes ostentan el poder.

Hoy se conmemora el aniversario de un gesto espontáneo que hizo vibrar las calles y consiguió... ¿qué consiguió el 15M? “El 15M logró visibilizar la corrupción y los verdaderos motivos de la crisis, que tienen su origen en la especulación”, explica el joven con el que hemos comenzado este artículo. “Consiguió juntar a un grupo de personas afines que el 14 de mayo estábamos en nuestra casa viviendo nuestra indignación personal en soledad”, añade.

Las dificultades

No había líderes, no existían nombres más destacados que otros, todo se basaba en asambleas que buscaban el consenso para tomar decisiones. Los primeros días se mantuvo la tensión, pero poco a poco hubo gente que dejó las plazas para seguir con sus vidas. Otros, sin embargo, encontraron en toda aquella amalgama de gente la esperanza y la fuerza necesaria para pensar que un cambio sí era posible. El grupo de León ha continuado con redes de colectivos, grupos de reivindicación medioambiental, de consumidores ecológicos, de fomento de la cultura, proyectos de finanzas solidarias y cooperativas integrales para crear empleo... Un trabajo que no se ve, pero que ha estado ahí durante todo este año.

“La mayor dificultad de este movimiento es que la gente se crea que un cambio no es posible, que es mejor lo malo conocido que arriesgarse a cambiar algo”, opina. Además, cree que el desprestigio que se inició por parte de algunos grupos interesados vinculándolo exclusivamente a 'perroflautas' no ayudó a mantener la masa unida.

El futuro

Después del 15M llegaría el 19J y más tarde el 15O. También SOS Laciana y la ocupación del Laboratorio Social para demostrar cómo es posible autogestionar un espacio cultural. El 12M dirá qué queda de todo esto en las calles, aunque según nuestro entrevistado es cada uno de nosotros el que tiene la batuta. “La democracia real ya existe, la ejecutamos cada día con nuestro consumo, que puede ser local, ecológico, justo, invertido en bancas éticas y con una apuesta por las empresas con conciencia social y por la cultura libre”, comenta. “Debemos basarnos en la solidaridad, pues si el sistema se colapsa tenemos que estar prevenidos, la gente que ha participado en el 15M tiene ya una práctica de apoyo mutuo”.

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