Teresa Rodríguez: “Otros tienen al poder mediático de su lado; nosotros sólo tenemos a la gente”

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Podemos Asturias inicia el curso político con una Folixa Popular en el praudel Muséu del Pueblu d'Asturies y una invitada de renombre: Teresa Rodríguez, secretaria general de Podemos Andalucía y uno de los rostros más conocidos de la formación a nivel nacional, con la que en 2014 entró en el Parlamento Europeo. La confluencia con Izquierda Unida, la democracia interna en Podemos, las acusaciones de indefinición y de moderación acelerada que el partido recibe o la cuestión catalana son algunos de los asuntos que Rodríguez accede a abordar en esta conversación de veinte minutos que tiene lugar en las escaleras de una panera.

Las encuestas hablan de un apreciable descenso de las expectativas electorales de Podemos. ¿Lo percibe usted así, percibe que el proyecto de Podemos ha comenzado deshincharse?

El proyecto es un poco particular, y este tiempo político es un poco particular. Yo con las encuestas siempre he tenido el mismo discurso, incluso cuando nos daban primera o segunda fuerza política, y es que los tiempos políticos que se viven ahora son tan convulsos que la opinión de los votantes varía mucho. Yo creo que la única encuesta que hay que tener en cuenta son los resultados electorales, y ésos revelan que los mismos que hace cinco años no tenían problema en abarcar al ochenta por ciento del electorado hoy a duras penas llegan al cincuenta incluso en las encuestas, y ya con eso descorchan botellas de champán. Hay, evidentemente, un desgaste del bipartidismo. Evidentemente, esto no es tarea fácil: son cuarenta años de régimen de la Transición que no se acabarán en un día, pero en cualquier caso yo creo sí creo que tenemos la oportunidad, de aquí a diciembre, de hacer lo que estábamos encomendados a hacer cuando empezamos en el Teatro del Barrio en enero del año pasado, que era variar el mapa político de este país, hacerlo cambiar, sacarlo del círculo vicioso del bipartidismo. Creo que esa tarea la estamos desempeñando y cumpliendo bien.

Thomas Piketty, el economista de moda en Europa que acaba de convertirse en el nuevo fichaje estrella de Pablo Iglesias, dice que «Podemos no va a ganar sin el PSOE» y que sólo una alianza de los dos partidos permitiría arrebatarle el Gobierno al Partido Popular. Usted, sin embargo, no ve deseable un pacto con los socialistas tras las generales, según dijo ayer en Canal Sur Radio. ¿Por qué?

No soy partidaria de un pacto de gobierno, no. Entiendo que corresponsabilizarse de los recortes y la gestión austeritaria del Estado y no tener capacidad para llevar a cabo las políticas valientes e importantes que sin duda es necesario emprender para poder tener el margen de maniobra suficiente para hacer lo que queremos hacer es un error, porque es conducir a toda la organización de la gente, a toda la capacidad de reivindicación y de movilización y de indignación de las plazas en defensa de los servicios públicos, contra las reformas laborales y contra la frustración a un callejón sin salida. Sin duda, estamos mandatados para evitar gobiernos del PP, y así lo hemos hecho en los Ayuntamientos donde nos hemos visto en la situación de evitarlos pactando con el PSOE, pero eso no significa ser corresponsables de la política de recortes. Yo creo que nadie tiene prisa por sentarse en un consejo de Gobierno para no ver nada más que el fin de nuestro propio sueño y el incumplimiento de nuestra propia palabra. En ese caso, siempre es mejor quedarse en la oposición. Pero bueno, salimos a ganar, ¿eh?

Entiendo que no se cierra a un pacto de investidura, sino sólo a uno de gobierno.

Evitar gobiernos del PP es imperativo ahora mismo. Quienes han emprendido políticas destructivas no sólo económicas, sino también en materia de libertades civiles, como la reducción del derecho al aborto, nos obligan a evitarlo, pero también a no entrar en el cambio de sillones.

Mucho se ha debatido en los últimos meses sobre si Podemos debe coaligarse con Izquierda Unida de cara a las generales y sobre dónde y de qué manera debe hacerlo si lo hace. ¿Cuál es su posición al respecto?

Mi posición es la de construir espacios amplios, se llamen como se llamen, en los cuales la gente pueda seguir participando. Yo estoy obsesionada con que se cierre el riquísimo proceso de autoorganización y de politización de la sociedad que ha supuesto la aparición de Podemos. Es un proceso que trasciende incluso a los propios círculos de Podemos, que han sido el proceso de autoorganización de la gente en términos políticos más importante desde el 15-M. No ha habido desde entonces otra cosa que haya tenido la misma duración y la misma capacidad organizativa espontánea, sin dirigismos, pero hay que seguir aunando fuerzas y canalizando la voluntad ciudadana de participar en política, que se ve desde en las horas que dedica la televisión a las tertulias políticas hasta en las conversaciones que uno oye en los bares. Se ve en todas partes, y yo creo que los pactos entre aparatos suelen dar por concluidos esos procesos. Yo espero que de aquí a diciembre seamos capaces de abrir esos procesos de participación y recuperar la ilusión que somos capaces de desenvolver en campaña. Creo que va a ser crucial para ganar las elecciones.

Mucho ha llovido, también, sobre la cuestión de las primarias en Podemos y sobre si Podemos es el partido horizontalmente organizado en asambleas que oficialmente es o, por el contrario, es una estructura vertical y autoritariamente manejada por Pablo Iglesias y la pequeña camarilla complutense. ¿Cuál es su opinión al respecto?

Hay un debate razonable y un equilibrio precario entre quienes inciden en que somos una fuerza política que se ha planteado como reto ganar las elecciones a corto plazo y acumular poder institucional e ir desalojando de las instituciones a quienes hasta ahora han dictado las políticas que nos han conducido al desastre, lo cual exige una organización estructurada y fuerte, y quienes hacen más énfasis en ese alma de la autoorganización y del asamblearismo que no inventamos nosotros, que ni siquiera inventó el 15-M y que viene de muy atrás, pero que desde luego ve cómo el 15 de mayo de 2011 se abre un círculo para ella. Es un debate conocido. Yo creo en esa necesidad urgente de cambiar la realidad, porque los derechos se han perdido a un ritmo vertiginoso y nuestros hijos pueden acostumbrarse a vivir sin ellos, pero también creo que no ganaremos las elecciones si no es generando ilusión. Otros tienen campañas electorales financiadas por bancos y tienen el poder mediático mayoritariamente de su lado. Nosotros tenemos a la gente. Si abandonamos a la gente, perdemos el proyecto.

Otros tienen al poder mediático de su lado; nosotros sólo tenemos a la gente

Desde la izquierda que no tiene reparos en proclamarse como tal se acusa a Podemos de una indefinición deliberada en cuestiones como la República o la prohibición sin paliativos de la tauromaquia, sobre las cuales Podemos parece entender que no debe pronunciarse porque ello significaría perder votos. ¿Cuál es su opinión sobre este asunto?

Una de las claves de Podemos ha sido dar con un discurso que buscara lo común a personas que pudieran identificarse cultural, política, ideológicamente, con etiquetas diferentes, pero que coincidieran en que en este momento lo que nos toca es poner un freno de emergencia a las políticas que nos vienen impuestas y recuperar la soberanía popular. Necesariamente, ese discurso tiene que ser tan amplio como para que quepa mucha gente. Eso no significa que desdeñemos esos debates, sólo que no formarán parte del núcleo central de nuestra discusión. En Podemos debe poder caber gente que viene de IU, gente que votó al partido socialista, gente que no votó, etcétera, y eso pasa por postergar esas discusiones que aun siendo importantes forman parte de un proceso más lento.

También se acusa a Podemos de haberse moderado. Hoy Podemos ya no propone una renta básica ni jubilación a los sesenta años. ¿Por qué?

El programa de las europeas se elaboró de una forma muy particular, haciendo propuestas y votando entre pares que planteaban cosas similares: renta básica o salario social, banca pública o cajas de ahorro, etcétera; distintos binomios que se podían votar y cuyo resultado fue aquel programa de las europeas. Ahora, después de, ya digo, un año y medio largo de existencia de Podemos, yo creo que hay una mayor exigencia por parte de la sociedad de coherencia interna en el programa que se presenta y de que se pueda justificar económicamente. Se nos exige, y yo creo que es razonable, que digamos exactamente cómo vamos a parar los desahucios y acabar con ellos, o cómo vamos a conseguir exactamente recuperar los recortes que se han emprendido en educación y sanidad. Se nos pide un nivel de concreción mayor y un programa en el sentido más concreto del término: vamos a hacer una reforma fiscal que nos permita liberar estos fondos que nos permitan recuperar estas plantillas en educación y sanidad. Lo otro pudiera ser un programa de aspiraciones a largo plazo.

Más información: http://www.asturias24.es/secciones/politica/noticias/el-programa-de-las-europeas-era-un-programa-de-aspiraciones-ahora-se-nos-pide-una-mayor-concrecion/1441742281

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