El juez del caso Carrasco suspende el juicio por la ausencia del abogado de Raquel Gago
El magistrado que lleva el juicio por el asesinato de Carrasco, Carlos Javier Álvarez Fernández, ha procedido a la suspensión del proceso judicial al no conseguir localizar al abogado de Raquel Gago, Fermín Guerrero, en un día clave para el futuro de su cliente. En estos momentos la policía intenta localizar su paradero.
Según ha informado el presidente del tribunal del jurado, el proceso seguirá el procedimiento que marca la ley, que no puede alargar la espera más de cuatro días. En caso de no aparecer Fermín Guerrero se le deberá procurar un nuevo abogado a Raquel Gago. “Si el quinto día no se puede designar abogado a la policía local supuestamente implicada en el asesinato de Isabel Carrasco, la consecuencia sería la disolución del jurado, y repetir el juicio con el nuevo jurado desde el principio”, ha declarado Álvarez Fernández, quien espera que no se tenga que llegar a este extremo. Se trata de días hábiles, según fuentes del Tribunal, por lo que la espera podría aplazarse hasta martes o miércoles.
El fiscal del caso, Emilio Fernández, en declaraciones a los periodistas ha interpretado que los cuatro-cinco días de plazo serían naturales, por lo que este sábado o domingo, si no se han tenido noticias de Fermín Guerrero, se determinaría si el proceso tendría que restaurarse desde el principio.
Por lo tanto, y hasta nuevas noticias, el juicio queda suspendido, sin que el magistrado pueda concretar cuando continuará.
El abogado de Raquel Gago, Fermín Guerrero, no ha dado señales ni motivos que justifiquen esta ausencia. Nadie ha conseguido pornerse en contacto con el abogado, y por el momento se desconoce su paradero. Su última conexión de whatsap es de las 19. 04 de este martes.
Esta mañana, en concreto, estaban llamados a declarar diez testigos, todos relacionados con el entorno de Raquel, desde sus hermanos Beatriz y Carlos, su amiga Leticia González Castro, -la persona que supuestamente se sentó en el asiento de detrás del coche de Raquel el mismo día del asesinato de Isabel Carrasco a manos de Montserrat, y que ignoró ningún bulto bajo el asiento del copiloto, la supuesta pistola que acabó con la vida de la presidenta de la Diputación, y que unas horas antes su amiga Triana había escondido justo allí- y su pareja sentimental, Fernando Muñiz.
