20N, elecciones en una fecha significativa
El 20 de noviembre, una fecha grabada en el imaginario de los españoles como la de la muerte del dictador Franco, será la cita con las urnas para las Elecciones Generales en España.
Resulta cuando menos curiosa, la elección de fecha tan significativa en la historia contemporánea española para las tan demandadas Elecciones Generales. Y es que resultan adelantar en 4 meses el final de la legislatura y suponen un duelo electoral entre Mariano Rajoy y Alfredo Pérez Rubalcaba, sólo 7 meses después de la debacle socialista en las Elecciones Municipales y numerosos vaivenes en el PSOE tras sus decepcionantes resultados.
La fecha del 20 de noviembre fue también el fin de una época, diametralmente opuesta a la actual, pero supuso el inicio del fin de la dictadura franquista desmontada con el exitoso proceso de la Transición. Este 20 de noviembre supone el fin de 8 años de gobierno del leonés José Luis Rodríguez Zapatero, que anunció el 2 de abril que no sería de nuevo candidato a la reelección. Será por tanto una nueva época, bien con Mariano Rajoy en la Presidencia tras presentarse a sus terceras elecciones, bien con Alfredo Pérez Rubalcaba, recientemente proclamado candidato del PSOE y anterior vicepresidente del gobierno socialista.
La época, con 36 años de distancia, también era muy problemática con el desempleo, con altas tasas que duraron una época, inestabilidad política, crisis económica en un contexto internacional también complicado en lo económico, altos precios del petróleo, conflictos bélicos muy costosos (Vietnam), pero todo ello en un país muy diferente, en lo político y en lo económico.
Sin embargo, el 20 de noviembre de 1975 no fue un punto de inflexión inmediato, y tanto la crisis política como la económica duraron varios años más, agravadas por una fuerte presión terrorista, algo de lo que parece haberse librado, al menos atenuado notablemente, nuestro país.
Una última, y apreciable similitud. Los políticos que en esos momentos comandaban el país, tanto en 1975 como en la actualidad, eran muy discutidos por la población. Posteriormente, la Transición generó un proceso de ilusión colectiva que favoreció la superación de los retos con los que contaba el país. Ahora, el movimiento 15M representa esa frustración con los dirigentes, y quién sabe si será precisa una nueva Transición para superar los problemas actuales.
