La supuesta España de Vox

Santiago Abascal en un mítin en Léon.

Para empezar me gustaría aclarar una cosa. Quién esto escribe es y se siente español. Es de los que sigue y se alegra con los triunfos españoles ya sea en el deporte o en cualquier otro ámbito. Ha sido alguien que acudió a la plaza Moyua de Bilbao a celebrar el que la selección española de futbol ganase el mundial ( por poner un ejemplo). 

Pero a la vez que hay que decir alto y claro que España es plural ya sea a nivel territorial o en las formas de pensar. Que ser español no significa asumir las propuestas de Vox. Incluso habría que decir que esa identificación de España=Vox lo que hace es promover las posiciones independentistas. De hecho los mayores interesados en identificar las ideas de Vox con España son los independentistas. Vendrían a decir “tu que rechazas a Vox no puedes ser español”.  Sin embargo hay que recordar que en el índice mundial de “democracia” que elabora The Economist, España es uno de los 19 países que aparecen como “democracia plena” (sobre un total de 167 países). Supera en ese índice a países como Francia, Italia o Estados Unidos (entre otros muchos). Pero claro esa imagen de la España democrática no es algo que le interese difundir al independentismo. Por eso los aparentemente contrarios se convierten en aliados.

Dicen ustedes que defienden un modelo igualitario de derechos para todos los españoles. Mire en eso hasta podríamos estar de acuerdo, siempre y cuando no confundan igualdad con uniformidad. Para ser iguales no hace falta “ser uniformes” y hay que respetar la diversidad de culturas o modos de pensar.

Pero claro esa igualdad que predican habría de ejercerse primero en aquellas instituciones desde donde se gobierna. ¿ En serio piensan ustedes que desde la Junta de Castilla y León se hace un trato igualitario para las provincias y regiones que integran ese marco autonómico? Por poner sólo algún ejemplo (que podría haber muchos más). ¿Es admisible que la mayor parte de los fondos transfronterizos los lleve una provincia que no tiene frontera con Portugal? ¿Se entiende que la federación de montañismo se instale en una provincia que no tiene montañas? Vamos que si quieren defender esa tesis de igualdad lo mejor que pueden hacer es aplicarla allí donde gobiernan y parece que no es el caso. No es creíble que se pida a otros lo que uno no hace.

Por otro lado tampoco creo que se haya dado un trato de igualdad a la Región Leonesa cuando se crea la España de las autonomías. Aunque alguno de ustedes habla de “supuesta Región Leonesa”, basta acudir a cualquier libro de texto de la época para saber que una de las Regiones de España era la Región Leonesa que la constituían León, Zamora y Salamanca. Ya ven, la única Región que no se constituyó en Comunidad Autónoma fue precisamente la Región Leonesa. También hay que decir que ese proceso fue de todo menos democrático y contó con la oposición de la sociedad leonesa. Incluso la Diputación Provincial por 20 votos frente a 4 rechazo la integración de León en ese marco autonómico. No fue un proceso ni justo, ni igualitario.

Hay “otros españoles”

Les recordaría que hay también “otros españoles”  que se emocionan con las victorias  de equipos o deportistas españoles. Los que van a festejar esas victorias y se entristecen con las derrotas. Esa unidad en el sentimiento puede expresarse desde identidades políticas no sólo distintas sino hasta opuestas. El español es monárquico y republicano, conservador y progresista, comunista y liberal…

Reducir España y los españoles a un determinado espectro político es contribuir a erosionar España y lo español. Diría que de hecho aún padecemos el que la imagen y la bandera de España para algunos representa el franquismo. 

Unidad desde la pluralidad

Creo en la unidad que se construye desde la aceptación de la pluralidad, de las diferencias en los modos de pensar y de ser. Hay que evitar que la imagen de España se vuelva a asociar un marco ideológico determinado. Entiendo que ello también debe ser  tarea de las fuerzas progresistas el evitar esa apropiación de los símbolos españoles. 

Creo en la España plural en la que cabemos todos. Desde esa concepción habrá que entender que los caminos son distintos y que las propuestas de solución a las diferentes cuestiones no van a ser iguales. Sin embargo desde el convencimiento de que nadie posee toda la verdad, es necesario el respeto al diferente. Especialmente en las situaciones complejas y difíciles como la actual, se hace especialmente necesario ese esfuerzo hacia la unidad. La prosperidad económica está especialmente asociada a todo ello. Esperemos que logremos lograr recuperar la “unidad plural” que nos conduzca a la prosperidad. El modelo de esa “supuesta España” de Vox hace muy flaco favor a esa España que dice defender.

David Díez Llamas es sociólogo

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