Minifundismo forestal en Castilla y León
La noticia que leí sobre el tema forestal, días atrás, no rezaba tal cual va el título, sí en sus entrañas hablaba de minifundismo, intentando situar, en el artículo/trabajo, a la Comunidad llamada Castilla y León en Europa como celosa defensora de la naturaleza en general y de los montes en particular.
Partía el informe/anuncio de la Consejería de Medio Ambiente, que lleva Juan Carlos Suárez-Quiñones, sobre la que, o sobre el que aún colea la deficiente gestión (para la escasez de personal y medios) o mal control del devastador fuego forestal de la Sierra de la Culebra. Las competencias y atribuciones de Montes le fueron transferidas a la Comunidad por Decreto 1584/84, de 8 de febrero. Mas, una cosa es la letra y otra la correcta aplicación, el foro o el huevo.
Su presencia en los medios, para la ocasión, era mostrar dos proyectos: Small4good y Smurf, aprobados por la Comisión Europea, para intentar encontrar soluciones, dice, al problemático minifundio forestal. Un problema europeo al que se pretende buscar soluciones “desde la investigación y el desarrollo” y ahí está la Comunidad de Castilla y León, promoviendo, y dentro de ésta la primera institución que cita es la Universidad de Valladolid, (UVA)
Es esto último algo más que “otra curiosidad”. Es sin duda otro paso más en el centralismo que empezaron con cautela, ha tomado el grado de impenitente y desembocado en descarado proceder de unos y la aceptación de otros, todos furibundos autonomistas del ente autonómico. Y así han ido modificando el estatus de las seis provincias castellanas y las tres leonesas (aunque nunca las aceptaran como tales, sino como manipulables en plan castellano) para la supeditación, cuando no el colonialismo más descarado con base y señorío en Valladolid, en ambos procederes,
Valladolid, Valladolid, Valladolid...
Se nos tilda, de modo especial a los leonesistas, de tener el término Valladolid instalado como fijación. Mas digo: Aquellos ciudadanos hoy controlados por el ente, en lo sentimental y socioeconómico, que no quieran ver esa apropiación centralista de todo por todo, párense a reflexionar sobre su ceguera, por negarse a apreciar el florecimiento de esa población y su entorno. Fíjense bien, ¡no sobrevenido, sino logrado, demasiadas veces, mediante apropiaciones de espacios y bienes pertenecientes a otra!
En esta ocasión, resulta que, la provincia que menos extensión arbórea, montes, tiene de toda la comunidad, Valladolid. Por supuesto no estoy ducho en esto, pero como leo con cuidado, digo que se han aprestado (dentro de esa prerrogativa que se ha otorgado para el mangoneo) a liderar los dos proyectos citados: Small4good y Smurf. ¿Eso a alguien se le puede hacer creer que es por necesidad autonómica? Es ¡una falsedad!, como todo el ente. ¡¡¡No hay, nunca ha habido deseo de compartir tareas de gobierno!!!
Y como el político de León, Suárez- Quiñones, a la sazón Consejero de Medio Ambiente y más…, está instalado en el manejo de todo para Valladolid, sin que se le caigan las congojas al suelo, continúa (porque él no lo empezó) con el juego de todo por y para el centro.
Puede que buena parte de la ciudanía no se preocupe del centralismo; error que pagamos todos, pero no deben ignorar que los autonomistas del ente no actúan con limpieza distributiva, ni en caudales, ni en delegación de funciones defensivas del ente, tal vez porque a la tropa, con el rancho, para qué más.
Así van esquilmando León
Tenemos los leoneses, más árboles que nadie en esta Comunidad impuesta; universidad y políticos, de modo que... ¿No tocaba hacernos partícipes y comandar esos Proyectos? ¿Cómo vamos a experimentar ni un mínimo de agrado, porque satisfacción es demasiado alto prestigio, por pertenecer a una Comunidad que no se preocupa de practicar la descentralización? Y no como algo banal, pues lo suyo es ¡usurpar y dominar! ¿Ante tales desmanes no es lógico querer segregarse, o mejor digamos marcharnos del ente que nos ahoga?
Lo que –¡Por estatutos!– aporta León al ente, sin contrapartida alguna, realza las condiciones en economicidad a la amorfa Comunidad. ¿Cómo nos van a dejar marchar si al irnos nos lo llevamos puesto? ¡Por favor leoneses, prestemos atención a este dato, pretenden que lo nuestro sea todos, lo de ellos no lo comparten, y nos van esquilmando.
Los políticos que dirigen el ente autonómico, de pleno acuerdo intermanos para esto, inician todo tipo de acciones sin valorar las posibilidades y el derecho de las instituciones periféricas según sus métodos centralistas. A la Universidad de León (ULE), por proximidad conocimiento de primera mano de los montes leoneses, del minifundio existente, y el desconcierto comunal de los vecinos apabullados, “por la Ley de montes”, entre otras cosas, no se la debió esquivar y mucho menos ningunear. La biomasa arbórea no sólo está de moda, es futuro derivado
Alguien, entre los leoneses sometidos por las urnas, ésas que llenamos de papeletas, debió leer sus movimientos, anunciarlo, gritarlo, el año que empezaron con los preparativos, a fin de pararles los pies, tomar posiciones y rebatir la uniformidad, pues hay quien tan sólo pone el cazo. Este parrafito, me temo que suene más a fábula que a otra cosa, y eso me duele.
Pero no sólo nos pasa en el tema europeo, dineros, proyectos y futuro, sino, y puestos a ello, se añaden también en las vicisitudes que el ente nos proporciona día a día mediante políticos tragadores de sapos, verdaderos colaboracionistas.