En la frutería
Esta mañana me dice el frutero: “Estarás contenta porque han llegado a un acuerdo los letrados y el Ministerio, te suben en un mes lo que yo gano en 15 días de trabajo”. Le aclaro que no soy Letrada de la Administración de Justicia, que soy abogada autónoma, y que muchos de mis compañeros han tenido que cerrar su bufete debido a esta huelga.
Piensa mi amable frutero que, a partir de ahora, los juzgados irán al día; no le he querido desilusionar.
La Administración Pública es como un elefante, grande y lenta. Hoy hay más funcionarios que nunca y la atención al ciudadano es pésima, la peor que he conocido, y llevo 37 años de ejercicio profesional como abogada.
Así, hay que solicitar la ilegal e ilegítima cita previa, imposible para personas mayores o que no dispongan de ordenador; incluso ni siquiera es posible, como en la Seguridad Social, que se llegan a vender las citas. Conseguir que tramiten la pensión es casi misión imposible, tardan muchos meses, con lo que una persona que ha dejado de trabajar no dispone de ingresos para vivir. Esto ha llevado al Defensor del Pueblo a reprocharlo al Ministro del ramo. En la Seguridad Social, me ha pasado, la consigues, con hora, pero aún así, cuando entras tienes que solicitar otra cita, con número: es casi una humillación.
En el Ministerio del Interior pasa lo mismo: tanto en el DNI, como en Tráfico, y qué decir de Extranjería, se tardan más de tres años en obtener la nacionalidad.
Si hablamos de la Administración autonómica, estamos en las mismas. En Hacienda, para tramitar impuestos autonómicos, hay que pedir cita y además esperar cola. Antes, cuando no se tenía que solicitar todo era mucho más ágil.
En el Ayuntamiento, más de lo mismo: una licencia que debería estar tramitada como máximo en tres meses, tarda un año y medio, la obra no se puede empezar la actividad económica porque te pueden iniciar al menos dos expedientes, uno de ellos sancionador; a no ser, claro, que se caiga el edificio y así evitamos gastos.
En la Diputación, que gestionan muchísimos de los trámites de los pueblos pequeños, la tardanza en la emisión de informes es insufrible.
En la actualidad es cuando más funcionarios existen en la Administración y cuando la atención al ciudadano es peor que nunca ¿Qué está pasando? Continuará…