El verano de nuestro descontento
A ver, si alguien del PP o de Vox suelta un bulo o una chorrada –no, no hay más posibilidades– y un medio de comunicación lo reproduce tal cual sin contraste, réplica o crítica el medio deja de ser de comunicación para convertirse en un canal de TizToz de esas bandas. Si el medio de comunicación reproduce que Malígnez Pepista del Peñón cuenta una trola espantosa sobre un hecho o una persona no se puede titular Malígnez Pepista del Peñón señala o advierte. Porque Malígnez Pepista del Peñón no señala ni advierte: miente con toda la bocaza y eso sí que debe ser señalado y advertido. Tampoco acusar a alguien le convierte en culpable de nada ni debe redactarse que se ampara en algo inevitable: así que si el mismo Malígnez Pepista del Peñón ha arrojado a un bebé desde un quinto piso, no se debe acusar al niño, que, ampárandose en la ley de la gravedad, se ha estampado contra el suelo. El titular debe dejar claro que es exclusivamente la versión del señor Malígnez y tampoco puede rotular que la criatura defenestrada maquina, orquesta o urde otra. No nos metamos en ilusorios futuros: –“Malígnez Pepista del Peñón inyectará el año que viene…”–, condicionales: –“Malígnez Pepista del Peñon podría emplear…”– o deseantes: –“Grandes posibilidades de que Malígnez Pepista del Peñón…”– Recordemos también que los adverbios modifican el significado de verbos, adjetivos, palabras u oraciones y poner ahora o ya no es inocente ni aporta información, sino opinión. No es lo mismo “El presidente actúa contra los incendios” que “El presidente actúa AHORA contra los incendios”. Y tampoco es igual “El presidente actúa contra los incendios” que “El déspota Perrosanxe fractura la sociedad en bandos irreconciliables negándose a dimitir y meterse él solo en la cárcel después de quemar España y habérsela entregado a Puigdemont”. No. Ni parecido.