Las falacias de la muerte del falangista bañezano José Ramos (I)
Con ocasión de presentar en La Bañeza el viernes 30 de junio, a las 21:00 horas, en el Centro Cultural de las Tierras Bañezanas, la ‘Segunda Parte: La Guerra’, de mi libro ‘Cuando se rompió el mundo. El asalto a la República en la provincia de León’, una investigación en la que he invertido más de nueve años, y en la que la detallada narración de lo sucedido en julio de 1936 y después en la Bañeza y sus tierras ocupa en la obra un amplio espacio, permítanme que tome de entre la información que ella recoge, mucha desconocida hasta el presente, y les acerque a modo de breve y resumido apunte, la siguiente:
“Miércoles 22 (de julio de 1936). En una emboscada cayó muerto el camarada Ramos de La Bañeza, el cual fue vengado inmediatamente, pues matamos a uno de los principales cabecillas”, se dice en el Informe que el 31 de julio rinde en La Bañeza el jefe de la Escuadra de Falange que, con otras fuerzas sediciosas la tomaban en la tarde del 21.
En El Adelanto se dirá que “ocupada militarmente el martes 21 la ciudad, durante la noche se establecieron guardias en puestos fijos y patrullas ambulantes. A las diez y media de la noche, en el barrio de Labradores se inició un intenso tiroteo. Las fuerzas se sintieron atacadas por elementos izquierdistas que se ocultaban detrás de las tapias y en el interior de algunas casas. El ataque fue repelido valientemente, pero una bala explosiva fue a herir al joven bañezano de Falange, José Ramos Rubio. Trasladado al Sanatorio del doctor Martiniano Pérez Arias, al día siguiente, a las tres de la tarde, entregaba su alma a Dios, después de perdonar heroicamente a sus verdugos…”.
El falangista José Ramos Rubio, de 23 años, soltero, estudiante, sería la única víctima mortal de las derechas habida en “los días de julio” en La Bañeza, siendo su muerte aprovechada políticamente por los triunfantes sublevados para manipular el dolor de sus convecinos y familiares haciéndola rentable a los fines de atribuirse legitimidad y justificación a su alzamiento, y así, el funeral del “primer mártir español de La Bañeza, muerto al servicio de la Patria” se convirtió en el primero de los actos de propaganda del nuevo régimen que pugnaba por imponerse en estas tierras. Muchos de los bañezanos detenidos en los siguientes días serían interrogados sobre lo que pudieran conocer con respecto a la muerte del falangista Ramos.
Según otra versión de lo sucedido aquella noche, el joven falleció ciertamente de un disparo, aunque realizado no por “elementos izquierdistas”, sino por sus propios compañeros en un tiroteo cruzado entre dos de aquellas patrullas de falangistas que practicaban la caza del hombre ya desde el principio y que se tomaron recíprocamente por enemigos cuando por la noche esperaban otros apostados en las inmediaciones del domicilio del doctor Emilio Perandones Franco, republicano y socialista, para asesinarlo o detenerlo.
En aquel cruce de disparos murió el falangista José Ramos (víctima de fuego amigo; de hecho, “después de aquel episodio los falangistas comenzaron a llevar un brazalete blanco que los identificaba y distinguía”). También se dijo entonces que “lo dejaron desangrar porque creyeron que efectivamente habían disparado contra Emilio Perandones, y el sargento al mando de las tropas llegadas por la tarde arregló el hecho como una muerte causada por los rojos bañezanos, pretendiendo culpar de ella al mismo Emilio”. Bien pudo, ser así, y haber confundido con la víctima aguardada al joven falangista, que habitaba con sus padres (Maximino y Lucinda) y sus cuatro hermanos en el número 65 de la misma calle Pablo Iglesias, casi enfrente de donde vivía el galeno Perandones.
Sin embargo...
Contamos con el Sumario 90/36 que, por lesiones, abre el juez de Instrucción de La Bañeza, Mariano Casado Puchol, el mismo día 22 de julio en que fallece el joven José Ramos Rubio, el cual, confirmando esencialmente lo apuntado, aporta y amplía otros de talles que traen más luz sobre lo sucedido y desmontan los mitos y las falacias con que unos y otros lo envolvieron.
👉 Sigue en la segunda parte