Villaturiel reclama financiación para terminar en 2026 las obras del Museo de Marialba tras cinco años paralizadas
La Basílica Paleocristiana de Marialba de la Ribera, única en la Hispania Romana, podría completar su musealización a finales de 2026, ocho años después de que el Ayuntamiento de Villaturiel encargara el proyecto y cinco años desde que las obras de la nave que protege el yacimiento arqueológico se paralizaran durante la Pandemia del Coronavirus.
Así lo estima el alcalde de Villaturiel y diputado provincial, Valentín Martínez Redondo (UPL), que ha avanzado que la administración municipal que preside está solicitando más de dos millones de euros al 2,5% Cultural del Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible para lograr terminar los trabajos de musealización, que quedaron varados por culpa de la espantada de las empresas adjudicatarias.
Este templo del siglo IV, denominado iglesia martirial de Marialba de la Ribera, es un yacimiento arqueológico de referencia internacional por su valor histórico y patrimonial, lo que se llama un unicum en la península ibérica (es decir, que no hay otro resto arqueológico igual) y que sólo tiene parangón mundial con otra de mismo tipo en Siria.
La historia del yacimiento comienza a finales del siglo XIX, cuando al retirarse las capas de tierra de un pequeño montículo que ocultaban unas antiguas ruinas, salieron a la luz los muros de un amplio edificio. El descubrimiento llamó la atención de estudiosos como Inocencio Redondo, quien en 1890 trazó el primer dibujo de los restos, y de Manuel Gómez-Moreno, que poco después los incluyó en su Catálogo Monumental y los vinculó con otras iglesias paleocristianas. En 1966, este último arqueólogo publicó un croquis de la planta en su artículo 'Primicias del arte cristiano español'.
Las primeras excavaciones arqueológicas sistemáticas se llevaron a cabo entre 1967 y 1970 bajo la dirección de Helmut Schlunk y Theodor Hauschild, del Instituto Arqueológico Alemán de Madrid. Su labor descubrió un conjunto formado por un edificio principal y varias construcciones anexas, que, al concluir los trabajos, volvieron a quedar cubiertos.
Fue declarada monumento histórico-artístico y arqueológico por Real Decreto en 1979 y en aplicación de la Ley Patrimonio Histórico Español de 1985, pasó a tener la consideración de Bien de Interés Cultural (BIC), cuya delimitación quedó fijada tras el Decreto 89/2000, de 27 de abril.
Décadas más tarde, en 2009, las excavaciones se reanudaron bajo la supervisión de José Avelino Gutiérrez, de la Universidad de Oviedo, con Emilio Campomanes y Felipe San Román como codirectores técnicos. En 2019, y con motivo de las obras de musealización que quedaron paralizadas al año siguiente, Gutiérrez (que explica cómo es el yacimiento en el vídeo de arriba) volvió a dirigir la intervención arqueológica necesaria para las obras del edificio que debería haber estado terminado en 2021.
Obras paralizadas desde la pandemia
Pese a que el Ayuntamiento de Villaturiel, entonces también presidido por Martínez Redondo, inició las obras en 2019, la pandemia y la crisis de la construcción dejó abandonadas unas obras presupuestadas en 1,5 millones de euros financiadas en parte por el entonces 1,5% cultural del Ministerio de Fomento.
Pese a ser un proyecto considerado prioritario la constructora abandonó los trabajos y, al menos, gracias al empeño del regidor se consiguió tapar los restos con el tejado de una nave que no pudo llegar a terminarse y a la que le faltan las paredes desde hace casi un lustro. “Bueno, por lo menos tiene la techumbre que protege al yacimiento. Me costó Dios y ayuda, pero menos mal que convencí a otra empresa que terminara la primera fase”, explica Valentín Martínez. “Lo que vamos a pedir ahora al 2,5% cultural (porque ha aumentado la cantidad respecto a hace ocho años) es una segunda fase, que consiste en el envolvente de todo el edificio y por dentro hacer las oficinas y una pasarela para hacer visitables los restos. Esta segunda fase a lo mejor anda por encima de los dos millones de euros, porque inclimos la musealización por dentro”, detalla.
La falta de continuidad, con años sufriendo paralizaciones y problemas administrativos, han dejado el yacimiento prácticamente olvidado. Entre los motivos del desastre que supone empezar este tipo de obras y no poder terminarlas por mucho que se guiera, el regidor destacó que una empresa entró en suspensión de pagos, otra realizó un ERE “y la tercera desapareció”. “La última empresa nos lo dejó ahí paralizado coincidiendo con la pandemia. Todas las construtoras también se escudaban con aquello”, añadió. El proceso judicial con la última compañçoa, que ha terminado devolviendo una garantía de más de 60.000 euros, “también retrasó la posibilidad de reiniciar los trabajos, como queríamos, hasta que no se dictó sentencia”, según el alcalde.
“Estuve esta semana hablando con el Ministerio de Movilidad sobre el 2,5% cultural, porque vamos a presentar el proyecto nuevamente”, asegura. El regidor indicó además que el proyecto cuenta con apoyo de la Diputación de León, aunque la subvención concedida en 2022 de esta institución está destinada a la musealización interior, que solo podrá iniciarse una vez concluya la parte exterior. “Hasta que no esté hecho lo de fuera, no podemos hacer lo de dentro”, reconoce.
Martínez Redondo aclaró que todo depende de la adjudicación y la financiación: “Estoy pendiente de que saquen la convocatoria del 2,5% Cultural, que lo adjudiquen y, si se adjudica, empezar. Yo quiero que se haga lo antes posible”. “Si va todo bien, en 2026 podría estar el edificio hecho, a finales de 2026”, prevé.
El alcalde de Villaturiel subrayó la importancia patrimonial del enclave: “Marialba es un yacimiento de importancia bastante importante. Son los restos paleocristianos en planta, según los eruditos y estudiosos más importantes de los restos paleocristianos en la península ibérica y fuera de España”. La explicación de que sea una de las primeras iglesias en planta de esta religión es porque León fue uno de los primeros obispados de Hispania vinculado a los efectivos militares de Castra Legio, y que fue un importante centro de la difusión de las enseñanzas de Cristo en el noroeste peninsular.
La situación de las obras ha sido descrita como “un calvario” por asociaciones locales como ProMonumenta y expertos en patrimonio, que reclaman mayor celeridad y compromiso institucional para evitar el deterioro del yacimiento y poner en valor este emblemático lugar. Aún queda por ver si el lustro de espera se convierte en poco más de año y medio.
Depende de la decisión del Ministerio dirigido por Óscar Puente.