Marzo, un mes realmente excepcional: muy frío y muy húmedo
Ya con los datos oficiales de AEMET, hacemos una valoración global del transcurso del mes de marzo en nuestra provincia.
El mes comenzó avisando de lo que luego sería tras la gran nevada del 28 de febrero, que nos dejó entre 12 y 20 centímetros de nieve en zonas bajas en las que hacía años que no se veía una nevada así.
La temperatura media en La Bañeza fue de 5.6ºC (-2.4ºC sobre la media). En León capital, de 4.7ºC (-2.9º sobre la media). En cuanto a las precipitaciones cayeron casi 100 litros en La Bañeza (99.2l/m2), lo que supone el 354% de lo habitual para este mes. En la ciudad de León las precipitaciones fueron de 85.2 litros, el 266% de lo habitual.
En los mapas autonómicos sobre temperaturas y precipitaciones de AEMET,se observa unas menores precipitaciones en la zona sur de la provincia y que es errónea.
Pero es que además de las bajas temperaturas y las muchas precipitaciones, hemos tenido varias anomalías mas.
La presión atmosférica bajó hasta los 974.5 mb, algo también muy poco frecuente, y que desde luego no ocurría desde hace muchos años.
Los vientos han sido fuertes y continuados durante todo el mes, con máximas de hasta 64 km/h en La Bañeza, pero que superaron los 100 km/h en las montañas.
Como dato curioso, el viento ha “recorrido” en todo el mes,10.000 kilómetros en lugares del sur de nuestra provincia, como en Zotes del Páramo.
De nieve no tenemos que hablar, porque las estaciones de esquí de nuestra provincia no recuerdan haber llegado nunca a los 4,5 metros que han tenido a finales de mes.
Los grandes beneficiados de esta climatología han sido nuestros pantanos, que tenían un 45% y ahora están al 76%. (un 21% de aumento en este mes).
Además sigue quedando mucha nieve en la montaña, y continúa el ambiente primaveral con mas chubascos.
¿Por qué ha ocurrido todo esto? ¿Y el cambio climático?
Ya desde mediados de febrero, en plenos carnavales, hablábamos de que se estaba produciendo un fenómeno poco habitual en el polo norte.
Lo que se llama, el 'calentamiento súbito estratosférico', que consiste sencillamente en que en los niveles mas altos de la atmósfera (realmente por encima de ella, entre los 10 y 50 kilómetros de altura), y por diversas causas no bien conocidas, se produce una anomalía positiva de la temperatura.
Esta subida de la temperaturas en capas altas, y en concreto en el polo norte terrestre, no tendría porque afectar a las capas bajas (a nuestra atmósfera), pero cuando es muy intensa, como en este caso, el calentamiento llega hasta la superficie terrestre.
En invierno, el polo norte terrestre es un verdadero 'almacén' de frío, quedando toda esa zona libre de los movimientos habituales de la atmósfera en latitudes medias como la nuestra, sobre todo por la falta de luz solar, y otros mecanismos. Un gran anticiclón, es lo que se llama el 'vórtice polar'.
Pero cuando esta estructura se 'rompe', y el polo norte se calienta, como en este final de invierno, el aire muy frío del polo se desplaza a latitudes mas bajas.
Y eso es lo que ha estado ocurriendo en estos dos últimos meses, en los que se han sucedido grandes nevadas tanto en Norte América como en Europa.
Temperaturas de récord (positivo), en el polo junto a temperaturas también nunca vistas en lugares mucho mas al sur, por ese desplazamiento del aire ártico frío hacia el sur, lo que permite por otro lado la 'subida' de aire mucho mas caliente de zonas medias hacia el ártico.
Aire frío y seco del polo, 'chocando' contra el aire húmedo y caliente de latitudes medias.
Y esta es la situación en la que llevamos inmersos este final de invierno.
¿Hasta cuando seguirá esta situación?.
Lo cierto es que el calentamiento súbito estratosférico mantiene al polo norte, y por tanto a la atmósfera del hemisferio norte 'removida', además que la primavera es época propicia para los tiempo cambiantes, por lo que nos espera (probablemente) para las próximas semanas es que se mantendrá la corriente de chorro (que es un flujo de viento del oeste muy fuerte), con mucha intensidad, y que se ondula, dando lugar al tiempo muy variable, primaveral, con días de temperaturas muy altas seguido de otro de bajas, alternando claros y lluvias en pocas horas.