La integración entre Caja España-Duero y Unicaja se estanca tras el plan Guindos

La fusión entre Unicaja y Caja España-Duero, en punto muerto desde hace seis meses, ha paralizado el proceso a la espera de que el Banco de España emita la circular con los detalles técnicos de la reforma bancaria aprobada por el Gobierno y se calcule el impacto exacto de la norma en la solvencia del futuro banco.

La integración de las dos entidades lleva en punto muerto desde el pasado septiembre

Según algunas informaciones, hasta la reforma la fusión era viable, pero ahora se han evidenciado algunas exigencias, y deben valorarse los impactos en el proyecto inicial. A pesar de todo, estas mismas informaciones aseguran que esa revisión se hará para buscar la fórmula con la que sacar adelante la integración de las dos cajas y no para tumbarla.

Según las publicaciones, el deseo del Banco de España es que la operación se cierre cuanto antes. Pero en el proceso se juega mucho más Caja España-Duero, ya que Unicaja cumple con solvencia los requisitos de corte capital exigidos a todas las entidades. En cambio, de fracasar la fusión, la entidad castellano y leonesa se vería abocada a recurrir al Frob para alcanzar el 10% del capital principal.

Unicaja informó hace unas semanas a la CNMV que necesita 691 millones de euros para cumplir con el saneamiento impuesto por el Ministerio de Economía. Caja España-Duero acumula 525 millones del Frob que usó para su creación y aseguró que con su fusión con Unicaja, lograría los 463 millones que le exigía el decreto de recapitalización del Ejecutivo socialista. Ahora dice que esa integración le permitirá también cumplir con el «plan Guindos», por el que requiere 1.140 millones.

Disponen de plazo hasta el próximo 31 de marzo para comunicar al Banco de España la decisión final tomada.