La demanda eléctrica cayó casi un 2% en León durante el 2014

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R. Travesí/Ical

El consumo de energía eléctrica en Castilla y León se estabilizó en 2014, con un descenso del 0,14 por ciento en comparación con el año anterior, lo que supone marcar un cambio de tendencia tras seis años consecutivos de caídas y da muestras del final de la recesión. Un punto de inflexión que viene marcado por el tirón del consumo en el sector industrial y servicios que subió un 1,2 por ciento a lo largo del ejercicio pasado puesto que el uso doméstico acumuló otra bajada del 3,4 por ciento.

La última memoria del Ente Regional de Energía (Eren) recoge que el consumo total de energía eléctrica en la Comunidad se situó el año pasado en 11,77 millones de megavatios hora (MWh), prácticamente la misma cifra que en 2013. La bajada de la demanda de electricidad ha sido una constante durante la crisis económica. Lejos queda el dato de 13 millones de MWh consumidos en 2008. Desde entonces, la caída ha sido constante en los años de recesión: 2009 (12,69 millones de megavatios), 2010 (12,60 millones), 2011 (12,42 millones), 2012 (12,32 millones) y 2013 (11,79 millones).

Este cambio de tendencia es más palpable en el conjunto de España, donde el consumo total creció un 2,74 por ciento hasta los 253,6 millones de MWh, lo que supuso el aumento más importante de los años de crisis, con la excepción de 2010 (3,4 por ciento).

El consumo de energía eléctrica repuntó ligeramente en cuatro provincias de la región en 2014 como Palencia (1,9 por ciento), Valladolid (1,6), Soria (0,9) y Burgos (0,3). El año anterior solo hubo crecimiento en Soria y Burgos. Los mayores descensos en 2014 tuvieron lugar en Zamora (-2,8 por ciento) y León (-1,9 por ciento), seguidos de Segovia (-1,2), Salamanca (-1 por ciento) y Ávila (-0,8 por ciento).

El 72 por ciento del consumo de electricidad en la región correspondió al sector industrial y servicios, que sumó 8,4 millones de megavatios frente a los 8,3 millones contabilizados en 2013. El repunte del consumo entre las empresas se produjo en todas las provincias de la Comunidad, salvo en León, Soria y Zamora. Solo Valladolid y Burgos concentraron el 44 por ciento del total de la electricidad consumida por este sector.

Estos datos energéticos vienen a avalar el crecimiento de la economía de Castilla y León en un 1,4 por ciento en 2014, que experimentó el mayor crecimiento desde el inicio de la crisis en 2007. Todo ello, impulsado por el buen comportamiento del sector industrial que registró mes a mes los mejores resultados de crecimiento productivo (IPI) en España; y al sector exterior, con récord absoluto en exportaciones e importaciones. El ligero incremento del consumo de energía en la industria es un indicador más del despegue de la economía, al menos la macroeconomía.

En cambio, la demanda de electricidad en los hogares continúa su caída libre de la mano de la recesión. Los 3,2 millones de megavatios hora registrados en 2014 en el uso doméstico son un 3,4 por ciento menos que en 2013 y un 17,3 menos que el consumo experimentado en 2008. Soria fue la excepción en la región ya que experimentó un crecimiento en este apartado.

Un descenso en los hogares que está relacionado con el aumento de las tarifas, que ha traído consigo una menor demanda de electricidad, pero también por una optimización del consumo y una mejora de la eficiencia energética impulsada por las administraciones. En este apartado, todas las provincias de la Comunidad experimentaron caídas a lo largo del año pasado, según el Eren.

La producción se dispara un 13,2 por ciento

Mientras el consumo se estabiliza en Castilla y León tras años de caídas, la producción bruta de energía eléctrica mantuvo en 2014 un buen comportamiento. La Comunidad Autónoma generó un total de 34,2 millones de megavatios hora, lo que supuso un 13,2 por ciento más que el ejercicio anterior aunque hay que descontar el dato del impacto del cierre de la central nuclear de Garoña (Burgos), que tuvo lugar en 2013.

El incremento de la producción en la región el año pasado viene marcado por la buena marcha de la energía térmica, concentrada básicamente en León, y, sobre todo, por la hidráulica de Salamanca. No en vano, experimentaron aumentos del 16,2 y del 39,2 por ciento, respectivamente. Por el contrario, las energías renovables cayeron un 3,4 por ciento en el caso de la eólica y un 0,2 en la solar.

El Ente Regional de Energía señala que el peso de la Comunidad en la producción del conjunto del país (270,2 millones de MWh) se sitúa en el 13,2 por ciento. El reparto en Castilla y León es similar entre las tres principales fuentes de energía ya que los 34,2 millones de megavatios se dividen entre el 30 por ciento de la térmica, el 30,9 de la hidráulica y el 36,2 de la eólica. Y eso se traduce en que la Comunidad genere uno de cada cuatro megavatios en estos tipos de energía en España. Además, es un territorio con superávit puesto que la producción de energía eléctrica es tres veces superior al consumo.

La reactivación de las centrales térmicas permitió incrementar la producción un 16,2 por ciento hasta los 10,4 millones de MWh después del mal registro de 2013, caracterizado por la incertidumbre del sector del carbón. La generación de este tipo de energía se reactivó en las tres instalaciones de León (Compostilla, La Robla y Anllares) y la de Palencia (Velilla del Río Carrión) hasta marcar el tercer mejor registro desde el año 2007. Pese a ello, cerró muy por debajo de los datos de la producción térmica registrados en 2007 (17,5 millones de megavatios). León acapara en este apartado el 72 por ciento de lo generado en la región, seguido del 14,7 por ciento de la provincia palentina.

Centrales hidráulicas

El alto nivel de agua en los embalses favoreció el funcionamiento de las centrales hidráulicas. No en vano, son instalaciones que utilizan la fuerza del agua para obtener energía mecánica que luego se transforma en electricidad. Se trata de una energía oscilatoria al depender de la meteorología como las lluvias o el viento en el caso de los molinos eólicos. Precisamente, la menor fuerza del viento en las zonas con centrales de esta tecnología provocó que la producción de energía cayera un 3,4 por ciento el año pasado en la región.

La provincia de León, con 9,5 millones de megavatios, sigue a la cabeza de la Comunidad en la producción bruta de energía eléctrica, por delante de Salamanca (6,8 millones) que ha cogido el testigo de Burgos, tras el cierre de Garoña, puesto que siempre había ocupado el segundo lugar y ahora queda relegado al tercero con 4,9 millones. Cierran la lista, Zamora (4,3 millones de MWh), Palencia (3,4 millones), Soria (3 millones), Valladolid (970.000), Ávila (829.500) y Segovia (241.200).

La buena marcha de la energía térmica se tradujo en que la producción bruta en 2014 aumentó un 31 por ciento en la provincia de León. Lo mismo ocurrió con la hidráulica en Salamanca (45 por ciento más) y Zamora (18 por ciento más). También subió la producción en Ávila (9,1 por ciento) y Palencia (2 por ciento). El resto de los territorios acumuló descensos, destacando Segovia (-25,1 por ciento), Valladolid (-14 por ciento) y Soria (-12,9 por ciento), además de Burgos (-9,1 por ciento).

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