Carbón: se buscan culpables

vagones cargados de carbón

Antonio Vega

En el congreso del Partido Popular de Castilla y León celebrado este sábado las declaraciones cuando se preguntaba sobre la minería tenían el mismo soniquete musical: la culpa es del PSOE y de Zapatero que pusieron la fecha de caducidad a las minas en el 2018. Ni una coma más ni una coma menos. Los dirigentes de los populares se lanzan en tromba sobre sus rivales socialistas a la hora de establecer culpables de la grave crisis que vive en este momento el sector carbonífero. Los cargos populares leoneses, con su presidenta Isabel Carrasco a la cabeza, hacen una férrea defensa del carbón en sus declaraciones pero siempre excluyendo la crítica directa al ministro Soria o al presidente Rajoy.

Los socialistas, a los que se unen otros partidos como UPL, IU o PAL, también lo tienen claro y es que la culpa es de la formación conservadora, con especial incidencia en el ministro Soria, por dejar sin fondos tanto a las comarcas mineras como a las empresas. En el caso del PSOE ponen especial cuidado además en destacar el apoyo del expresidente Zapatero a la minería, presumiendo de que logró fondos públicos para que el sector pudiera subsistir y que ha sido un gobierno popular el que ha cortado el grifo.

El sector busca 156 millones de euros adicionales para sobrevivir, según la patronal

Por su parte los empresarios, agrupados en Carbunión, cargan duramente contra el gobierno por el recorte impuesto, “nos sentimos engañador por el gobierno del Partido Popular” ha llegado a decir alguna empresa. Un furibundo ataque mientras azuzan a sus trabajadores, sin ningún disimulo, para convertir esta crisis en un conflicto social de grandes dimensiones. Los empresarios calculan que necesitan 256 millones de euros para subsistir pero el gobierno de Rajoy les proporciona sólo 112 millones de euros, cifra insuficiente para ellos y que han intentado elevar por la vía autonómica, pero las arcas de las comunidades están mucho más vacías que las del Estado. De momento estas cifras se pronuncian en alto pero no se han hecho públicos datos sobre facturación, costes de explotación y laborales o beneficios de las empresas del carbón para ver la realidad económico-financiera de las empresas. En los temas monetarios la opacidad empresarial es la respuesta.

Y finalmente están los sindicatos, mayoritariamente CCOO y UGT, dispuestos a defender el carbón como antaño, pero conscientes de que ni su fuerza, ni su peso ni popularidad es la de otras épocas como los años 90. Fuentes sindicalistas cargan contra el gobierno popular de Rajoy por la retirada masiva de fondos pero recuerdan a las empresas su responsabilidad en lo ocurrido y qué ha pasado con los fondos públicos recibidos en los últimos años.

Así están las cosas de momento, a las puertas de una movilización social que ya nos advierten no tendrá precedentes, en la búsqueda de culpables sobre la situación de la minería. Ningún partido habla de lo mal que se han podido invertir los fondos para reconvertir las cuencas y buscar alternativas económicas; ninguna empresa habla de los beneficios millonarios obtenidos hasta la fecha; ningún sindicato hace autocrítica sobre las exigencias impuestas y la falta de alternativas al sector en las zonas; nadie se considera corresponsable de la situación. Sólo hay un culpable: el de enfrente. O sea, tú.

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