Caja España-Duero prevé que la economía de León crezca un 2,7% en 2015

Leticia Pérez/Ical. Banco Caja España-Duero, CEISS, presenta el I informe trimestral 'Previsiones económicas de Castilla y León'. De izquierda a derecha, José Luis Fanjul; el rector de la Universidad de León, José Ángel Hermida; la consejera delegada de la entidad, María Luisa Lombardero; Francisco García; y Felisa Becerra

Ical

El Banco Caja España-Duero (Ceiss) comunicó hoy que sus perspectivas económicas para Castilla y León sitúan un crecimiento del Producto Interior Bruto (PIB) de un 2,4 por ciento en 2015 (2,6 por ciento en España), un punto más que el pasado año, en un contexto marcado por una mejora de las previsiones, “pese a la persistencia de riesgos derivados de la inestabilidad geopolítica a nivel internacional como de los desequilibrios aún existentes en la economía española ”y que hay que seguir corrigiendo“, como el nivel de endeudamiento o la alta tasa de paro”, según explicó Felisa Becerra, del Servicio de Estudios de Unicaja, principal accionista de la entidad, y que dio a conocer el I informe trimestral 'Previsiones económicas de Castilla y León'.

Becerra previó que todos los componentes de la demanda interna muestren un mejor comportamiento que en 2014, aunque el gasto en consumo de las administraciones públicas podría descender ligeramente un 0,5 por ciento, frente a una caída del 2,5 el ejercicio anterior. Por el contrario, tanto el consumo privado como la inversión acelerarían su ritmo de crecimiento, hasta el 1,9 y 2,5 por ciento, respectivamente.

Desde la perspectiva de la oferta, añadió, el crecimiento previsto se fundamentaría en una aportación positiva de todos los grandes sectores productivos, si bien destacan los repuntes de la industria (2,8 por ciento) y los servicios (2,3), frente al 1,8 por ciento de la construcción y el 1,4 de la agricultura.

En lo que respecta al mercado de trabajo, las previsiones apuntan a un crecimiento del empleo en Castilla y León del 1,7 por ciento en el promedio de 2015 (935.300 ocupados), inferior al previsto para España (2,5 por ciento). A excepción del sector de la construcción, “donde en cualquier caso se frenaría la destrucción de empleo”, el número de ocupados crecería en el resto de actividades, si bien destaca el incremento que podría producirse en la industria. Este avance del empleo, junto al leve descenso previsto en la población activa, provocarían una reducción en el número de parados (hasta los 224.600), “estimándose una tasa de paro del 19,4 por ciento para el promedio del año, casi 1,5 puntos inferior a la registrada en 2014”.

A juicio de Francisco García, también del Servicio de Estudios de Unicaja, el informe considera una bajada de la población activa motivada por la demografía envejecida de Castilla y León, la vuelta de los inmigrantes a sus países de origen durante la crisis y la salida de los jóvenes en búsqueda de oportunidades en otros países. “No obstante, toca ser optimista porque hay elementos para serlo”, espetó García, quien subrayó que el Banco Central Europeo ha calificado a España “de alumno aventajado” y comentó que el esfuerzo de los españoles “ha valido la pena”.

Contexto económico

García continuó que en los primeros meses de 2015 las perspectivas económicas han mejorado “paulatinamente” y se han despejado algunas “dudas que ensombrecían el panorama internacional a finales del pasado año”. Recordó que a esta mejora ha contribuido el comienzo del programa de compra de activos, por parte del BCE, así como la revisión al alza de la previsión de crecimiento del conjunto de la Zona Euro, además de las consecuencias favorables producidas por el abaratamiento del petróleo o la depreciación del euro.

La economía española, que ya venía mostrando síntomas de mejora a lo largo de 2014, registra perspectivas más halagüeñas que el conjunto de la Zona Euro. No obstante, esta coyuntura más favorable no debe hacer olvidar que la renta per cápita, el paro o los niveles de endeudamiento están todavía alejados de la media europea.

En el cuarto trimestre de 2014, el PIB de Castilla y León experimentó un crecimiento interanual del 1,9 por ciento (2,1 en España, atendiendo a la serie sin corregir de efectos estacionales y de calendario), “continuando así la tendencia creciente iniciada en el último trimestre de 2013”. En términos trimestrales, la economía mostró una variación del 0,5 por ciento, una décima superior a la del trimestre anterior, aunque hay que tener en cuenta que esta variación no está corregida de estacionalidad, sino que se expresa en datos brutos.

En este sentido, Felisa Becerra deslizó que, teniendo en cuenta el agregado de los cuatro trimestres de 2014, se estima que la economía habría crecido un 1,4 por ciento en el conjunto del año (tasa similar a la española), después de dos descensos anuales consecutivos cercanos al uno por ciento, según expresó Becerra. Con estos datos, señaló que se intensificará la mejora “claramente”.

Explicó que la “recuperación incipiente” se basa en varias claves. Habló, así, de la demanda interna, que supuso una aportación positiva al crecimiento del PIB por segundo trimestre consecutivo, al contribuir en dos puntos porcentuales al avance de la producción en el cuarto trimestre de 2014. El mayor ritmo de crecimiento del gasto en consumo de los hogares (2,9 por ciento interanual), así como la recuperación de la inversión (3,5) explica esta “mejor trayectoria del componente interno de la demanda”. De este modo, en el conjunto del año 2014, la demanda regional habría aportado 0,4 puntos al crecimiento del PIB regional, frente a la contribución negativa que representó en 2013 (-2,2).

Por el contrario, Becerra recalcó que la demanda exterior neta significó, por primera vez desde el primer trimestre de 2007, una aportación negativa al crecimiento del PIB regional (-0,1 puntos porcentuales en el cuarto trimestre de 2014), debido al menor dinamismo mostrado por las exportaciones de bienes y servicios a medida que avanzaba el año. No obstante, en el promedio de 2014, el saldo exterior supuso una aportación positiva de un punto al crecimiento del PIB, frente a la contribución negativa que se registró en España (-0,8).

Desde el punto de vista de la oferta, el crecimiento del PIB en Castilla y León, en el cuarto trimestre de 2014, se debió a la contribución positiva de los sectores no agrarios, ya que el sector primario experimentó un descenso del 2,4 por ciento, en términos interanuales, mientras que el resto de grandes sectores (industria, construcción y servicios) creció a tasas iguales o superiores al 1,5 por ciento. También se observó un descenso en el Valor Añadido Bruto (VAB) de las ramas energéticas (1,1 por ciento).

No obstante, en el conjunto del año, el crecimiento del PIB se habría debido a la aportación positiva de los sectores industrial y servicios, que habrían crecido un tres y 1,4 por ciento, respectivamente. A su vez, dentro del sector servicios, cabría destacar la trayectoria positiva de la actividad turística, que en 2014 se alimentó de las pernoctaciones en establecimientos turísticos, que subieron un 4,2 por ciento, más intenso en el caso de los alojamientos rurales (8,6).

Mercado laboral

En lo que se refiere al mercado laboral, Felisa Becerra sostuvo que el número de ocupados en Castilla y León disminuyó en 18.200 personas en el cuarto trimestre de 2014, lo que supone el descenso menos acusado desde el último trimestre de 2010, una disminución que afectó a todos los sectores. Sin embargo, el empleo creció en términos interanuales un 1,3 por ciento (2,5 en España), debido al incremento registrado en la industria (4,1 por ciento) y los servicios (1,3).

Por otro lado, el empleo a tiempo parcial aún crece, dijo, a mayor ritmo (tres por ciento, frente al uno por ciento de la ocupación a tiempo completo), al igual que la contratación temporal (12 frente al 1,1 por ciento de la indefinida). Únicamente aumentó el número de ocupados por cuenta ajena (3,4 por ciento). Por su parte, la cifra de parados fue un 8,7 por ciento inferior a la registrada en el cuarto trimestre de 2013 y la tasa de paro quedó en el 20,3 por ciento (23,7 por ciento en España).

Respecto al conjunto de 2014, la población activa de Castilla y León mostró su cuarto descenso anual consecutivo (del 0,9 por ciento respecto al promedio de 2013), una bajada similar a la registrada en el conjunto de España. Por otro lado, el número de ocupados se elevó ligeramente un 0,4 por ciento, por primera vez desde el año 2007.

Informe “riguroso e independiente”

Durante la presentación del estudio, la consejera delegada de Banco Caja España-Duero, CEISS, María Luisa Lombardero, destacó que la entidad pone en marca este I informe trimestral 'Previsiones económicas de Castilla y León' “con mucha ilusión y cariño para mostrar que la Comunidad es importante porque es su zona de actuación e influencia histórica”, motivo por el que mostró su deseo de ser una “referencia” en este apartado cada trimestre, periodicidad con la que se publicará el estudio.

Lombardero señaló que el informe cuenta con varias características que, a su juicio, le diferencian del que elaboran otras entidades. Por un lado, “su rigor y calidad” gracias al Servicio de Estudios de Unicaja, con más de 20 años de experiencia. En segundo lugar, la recurrencia, “ya que hay muchos informes, pero este será trimestral”. Y, por último, la independencia, “porque los daños hay que verlos de forma transparente, no con un cristal de colores”. En conjunto, añadió, con esta iniciativa la entidad persigue contribuir a la recuperación del “liderazgo” que históricamente ha tenido en la Comunidad.

Por su parte, el rector de la Universidad de León, José Ángel Hermida, subrayó la “estrecha colaboración” que mantiene la ULE con Caja España-Duero y comentó que “en este nuevo camino, paso a paso, hay que interpretar los datos asépticos como son, porque los números no tienen la culpa de nada y hay que decir siempre la verdad”.

Previsiones provinciales

En lo referente a las provincias de Castilla y León, a lo largo de 2014 se ha registrado un incremento generalizado de la actividad económica, según estimaciones del Indicador Sintético de Actividad, siendo Segovia y Valladolid las que han registrado el mayor avance interanual en el cuarto trimestre de 2014, con un aumento del 2,4% en ambos casos, seguidas por las provincias de Zamora, León y Salamanca, con tasas ligeramente superiores al 2%. Por el contrario, Ávila (0,5%), junto con Palencia y Soria (0,2% en ambas), habrían registrado los menores crecimientos de la actividad.

Las estimaciones para el conjunto de 2014 muestran, asimismo, un generalizado crecimiento de la actividad, más acusado en Segovia (2,4%), así como en Zamora, Valladolid, Burgos y Salamanca, con aumentos por encima del 1,5%. Por otro lado, las previsiones para 2015 apuntan a un mayor dinamismo, con repuntes de la actividad que podrían ser más intensos en Valladolid (2,8%), León (2,7%) y Segovia (2,6%).

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