El boom de los call center
El sector del telemarketing continúa creciendo en León con la llegada a Bembibre de un nuevo call center que se ubica en las instalaciones de la empresa de placas solares Cel Celis en el polígono de la localidad y en el que medio centenar de trabajadores se encargarán de vender productos de Jazztel y Yoigo. En Ponferrada existe ya Sykes, que trabaja con Vodafone, además de IDG12 que lo hace con Movistar, por lo que solo en esta comarca más de un millar de personas se dedicarán a este sector. Se calcula que en el total de la provincia lo hacen entre 4.000 y 5.000 personas.
León es un buen lugar para que una empresa de estas características se asiente. En primer lugar es una ciudad pequeña, por lo que la logística resulta más sencilla y la rotación de personal es menor que en lugares como Madrid y se consigue una mayor adherencia de los trabajadores a la empresa. El acento de los ciudadanos es perfecto por su neutralidad para dirigirse a usuarios de toda España y la existencia de una Universidad les proporciona de, por una parte, jóvenes que desean financiar sus estudios con un empleo que puedan compatibilizar, y por otra mandos intermedios cualificados.
Condiciones polémicas
Sin embargo, este es también uno de los sectores más polémicos por la intensa movilidad sindical que reclama mejores condiciones laborales. “Se trabaja domingos y festivos a precios bajos, la mayoría de contratos es por obra y servicio o jornadas; y se paga 800 euros netos por jornadas de 30 o 35 horas”, se queja María José García, delegada de CCOO en Atento. García considera que es una cifra muy baja teniendo en cuenta que “el 40% de los trabajadores tiene una carrera superior”.
Uno de los atractivos de este empleo es que permite conciliar la vida laboral y personal debido a que el trabajo se establece en turnos y, según García, cerca del 85% de los empleados son mujeres. Pero estima que para la importancia del sector por el volumen de trabajadores, la atención que se le presta es muy escasa. “Es un sector muy importante que debería ser mejor tratado por la clase política, y en cambio aquí cuando hay despidos nadie mueve un dedo”, manifiesta.
El director general de Telemark -empresa que concentra en León más de 1.100 empleos- opina, sin embargo, que la conflictividad es “ficticia”. “Existe una gran disparidad entre lo que piensa el sindicato histórico y el empleado”. En su opinión, “los sindicatos no son capaces de ver la situación actual” porque asegura que “no han variado las condiciones a la baja”. “Por seis horas diarias en Telemark, cobran 800 euros netos; es poco, no digo que no, pero hay que ver cómo está el mercado”, comenta Crego.
Alfonso Andrés, el responsable de Plus Contacto, una empresa mucho más pequeña -250 empleados- creada en 2008, considera que el tema de las condiciones laborales hay que estudiarlo de forma individualizada. “Aquí en la empresa pedimos a nuestros empleados una valoración y los que han estado en otras empresas hablan de manera diferente según en la que hayan estado”, comenta. “Nosotros optamos por gestionar el capital humano, invertir en ello y crear un ambiente de trabajo agradable porque creemos que es la forma de que se trabaje mejor”, asegura.
El difícil 2012
El año nuevo se presenta incierto también para este sector a pesar del crecimiento no tanto por las circunstancias del propio sector sino por el “complicado ambiente empresarial”, según Crego. “Existe incertidumbre por el servicio que precisarán las grandes empresas, que ahora están tocadas.
Su mejor o peor supervivencia dependerá entonces de la situación de las empresas a las que prestan servicios. En el caso de las aseguradoras, por ejemplo, existe mucha competencia mientras que en el ámbito de la solidaridad -Plus Contacto trabaja fundamentalmente con Cruz Roja- es en estos momentos en los que más se precisa captar donaciones. Para Andrés lo positivo de esta crisis -“hay que ser optimista”, comenta- es que “se cuenta con más mano de obra y los procesos de selección son mejores”.